Llorando desconsolada caminaba lejos de mi casa, solo tenía los malditos dolares que no servían de nada si no los cambiaba rápido, y la casa de cambio más cercana quedaba mínimo a 3 horas caminando, así que sin ninguna otra opción seguí caminando.
Los minutos parecían horas, mis pies me dolían muchísimo, no tenía nada para tomar, el sol cada vez era más fuerte y mi piel que es bastante sensible se enrojeció produciendo un dolor insoportable en todo mi cuerpo. Pasando las dos horas y treinta minutos de camino, encontré una sombra del primer edificio de la ciudad, esto significaba que la casa de cambio estaba cada vez más cerca, tomé un descanso de cinco minutos y continué por mi camino.
Mientras caminaba no dejaba de pensar en mi futuro, 200 dólares no me alcanzarían para más de dos semanas, recordada además la cara de decepción de mis padres y fue inevitable llorar nuevamente. De repente, veo una camioneta gigante y de color negro pasar lentamente por mi lado, yo tenia un poco de miedo así que aceleré mi paso ignorándola, sin embargo la camioneta me seguía el paso, así que me detuve e intenté observar al conductor pero no veía nada detrás de los vidrios oscuros, seguí caminando unos pasos más, ella baja su ventana y me dice:
- hola, ¿estas bien?
Observé una mujer aproximadamente 30 años, piel blanca, rubia, delgada, y aunque llevaba unas gafas oscuras, la verdad.. vi que era una de las mujeres más hermosas que había visto.
O- ¿Estamos hablando de la señorita Galvis?
- si, la misma.
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El Ángel de Martina
RomanceMartina, una adolescente sin hogar, encuentra en su camino a una mujer dominante que cambia su vida para siempre.