Capítulo 4- Su casa

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- solamente tengo esto

Le mostré de camino a su casa el dinero que llevaba conmigo, pensé que ella tenía algún interés económico 

A- ¿y?

- pues no tengo cómo pagarte todo lo que estás haciendo por mi

A- ¿ Quien te pidió dinero a ti?

- Bueno.. gracias es solo que me da mucha vergüenza

Resulta se su casa era más lejos de lo que me imaginaba, se encontraba fuera del otro lado de la ciudad, en una montaña, donde viven las personas más prestigiosas del país, de hecho, la única manera de llegar a ese lugar era en carro. 

Al llegar, quedé impresionada de lo grande y hermosa que se veía su casa, pensé que estaba en un sueño,  aunque era campestre, tenía un estilo moderno y vanguardista, de color negro y rodeada de vidrios y ventanas que al juntarse con el amplio espacio natural hacían una combinación perfecta.

-Esta es tu casa?

A- ¿Te gusta?

- Me encanta

la camioneta se detuvo, y después de abrirme la puerta me llevó de la mano a la entrada de su casa, sacó de su cartera un llavero con bastantes llaves de diferentes formas y tamaños,  con la más grande abre la puerta principal

A- Bienvenida, esta es tu casa

- Gracias

Al entrar veo que todas sus cosas son de color banco, negro, o gris, lo cuál daba una sensación agradable

A- Ven

me da su mano y me lleva a una sala

A- siéntate, voy a traer algo para esas quemaduras.

escucho sus tacones alejándose y abriendo un montón de gavetas y cajones

A- ¡Lo encontré!

escucho nuevamente que se acerca y se sienta al lado mio, tan cerca que puedo olerla de nuevo

A- mira, esto me salvo de muchas cicatrices en el pasado, y sirve para todo

me muestra una especie de pomada de color negro y lo aplica en mis quemaduras con una caricia suave y delicada

A- ¿si notas la diferencia?

-se siente muy bien

A- bueno, ahora.. ¿quieres que lave tu ropa mientras te das una ducha?

- uff, la verdad si me necesito limpiarme...gracias

A- oye.. no tienes que agradecerme por cada cosa que digo. Ven, por aquí es el baño.

yo me sonrojo, ella se levanta y me lleva por un largo corredor hacia su habitación, allí se encontraba literalmente el baño mas hermoso en el que había estado, de hecho,era dos veces más grande que mi habitación.

A- Jmm- ¿sabes?, pensándolo bien, creo que yo también necesito un pequeño baño, ¿te molesta si me ducho contigo?

yo no sabia que decir, estaba nerviosa y sorprendida por su pregunta, pero me lo pidió tan tranquila y amablemente que no pude contrariarla, simplemente negué con la cabeza.

A- Perfecto

encendió la música, que por cierto era de muy buen gusto y bastante relajante, y se empezó a desvestir, yo supuse que debía hacer lo mismo y comencé a quitarme los tenis, ella rápidamente quedó en ropa interior

¡era como ver una modelo de revista en persona!,si.. con photoshop y todo

yo no podía dejar de mirarla, hasta que se quitó lo que le faltaba

- wow 

miro hacia otro lado

A- ¿Que pasa?, ¿tengo algo?

tartamudeando respondo

-nno no , es solo que nunca había visto a alguien así

A-¿así como?

- desnudo

ella empieza a reírse y cuando se calma, me mira, y con sorpresa me pregunta

A-¿Me estás hablando enserio?, ¿nunca has estado con nadie?

-no... además de que mis papás no me dejaban salir ni a la esquina de la casa, nunca me gustó nadie, todos parecían unos idiotas detrás de mi.

A-  los entiendo, eres muy linda para estar sola por ahí..

ella se acerca lentamente mientras yo sigo mirando hacia otro lado, acaricia mi brazo hasta llegar a mi cara

A- Mírame

yo volteo la cara hacia ella y la miro

A- es solo un cuerpo...igual que el tuyo, no pasa nada.. déjame ayudarte

se para detrás de mi y con una mano desabrocha mi jean, me voltea

A- sube las manos

me quita la camiseta y luego baja mis jeans

- yo puedo con lo demás

A- vale

me desabrocho avergonzada el brasier y los panties mientras intento taparme con mis manos mientras ella enciende la ducha

A- No tienes que sentir vergüenza conmigo 

me extiende su mano y me entra a la ducha

A- ¿Está bien la temperatura?

-si

saca una esponja con jabón

A- ¿Puedo?

Asiento con la cabeza y comienza a limpiar mi espalda con ella, me volteo y continua con mi pecho, me mira a los ojos y después fijamente a mi boca, suelta la esponja y agarra mi cadera con sus dos manos, nos quedamos varios segundos así, mirándonos la una a la otra.

Nunca había estado con alguien así, era como si mi instinto natural quisiera algo más, era inevitable que mi boca se acercara a la suya,y por primera vez supe lo que se sentía un beso.






un abrazo, Alana<3

















































El Ángel de MartinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora