Crazy Beautiful Love

capitulo 2

Logan

-Puedo llevarte de vuelta a casa si quieres -miré a Maddie mientras caminábamos por el césped .-Esto no será cómodo.

-Veo una manta en tu mano. ¿De dónde sacaste una manta? -se rió y apuntó a Logan

-Puedo llevarte de vuelta a casa si quieres -miré a Maddie mientras caminábamos por el césped .-Esto no será cómodo.

-Veo una manta en tu mano. ¿De dón la manta de las Princesas Disney en mi mano .- Estoy segura de que estaré bien se detuvo y dijo calmadamente . -¿Traes a muchas chicas aquí entonces?

-No, y conseguí esta manta del asiento trasero- negué con mi cabeza y me alejé de ella. La verdad era que nunca había traído a otra chica aquí. Era mi lugar especial, el lugar al que iba cuando quería pensar y estar lejos de mis hermanos y de mi padre.

-Las estrellas parecen muy cercanas -susurró en tonos bajos . -No creo que el cielo pueda lucir más bonito de que lo hace junto al muelle, pero está hermoso aquí.

-Creo que estamos más cerca del cielo asentí en acuerdo.

-¿De verdad?- ella parecía sorprendida .

- No creo que la altitud sea mayor aquí.

-No sé si ése es un hecho, científicamente o algo así -incrementé mi paso . -Sólo creo que estamos más cerca.

-Puede que tengas razón -estiró su brazo y unió su brazo al mío .- Es bonito esto. ¿A dónde vamos?

-Hay una vieja choza más abajo por este camino -apunté frente a nosotros.

Ella soltó una risita.

-Oh, parece grande.

-¿Puedes verla?- fruncí el ceño. Estaba extremadamente oscuro y, aunque las estrellas y la Luna iluminaban el campo por el que estábamos caminando, no estaba tan brillante como para que pudiera ver la choza.

-No, tonto apoyó su cabeza en mi brazo y me tensé . -Estaba bromeando.

-Oh.

-Estoy contenta de que decidieras no llevarme a casa.

-Imaginé que podrías continuar tu noche de crimen y libertinaje -intenté hacer una broma, pero mi voz sonó demasiado seria.

-Somos unos Bonnie y Clyde normales, -¿verdad?

-No, no lo somos. No tengo nada que ver contigo y el coche policía.

-Estoy bromeando, Logan -su voz era repentinamente seria . -Perdona si crees que te forcé a traerme aquí esta noche.

Puedes llevarme a casa si temes que me meta en problemas.

La ironía de la situación me alcanzó otra vez. ¿Ella temía meterme en problemas?

-No hablemos de nuestros crímenes de esta tarde -dije ligeramente.

-Suena bien para mí trastabilló- y la agarré para asegurarme de que no se cayera. Mis manos se deslizaron por su cintura y la acerqué a mí para estabilizarla. Ella levantó la vista hacia mí en agradecimiento y yo fui abrumado por una emoción con la que no estaba familiarizado.

-Ten cuidado- hablé bruscamente cuando la solté . -No quiero que te tuerzas un tobillo.

-Estaré bien -habló suavemente y corrió hacia delante un poco. Me sentí un poco decepcionado porque ya no estaba sujetando mi brazo. Echaba de menos la sensación de su mano sobre mi cuerpo.

-¿A dónde estás corriendo?

-A la choza.

-Pero no sabes dónde está.