Capitulo 7. Reivindicación

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El portal se cerró y no tuvieron respuesta alguna de la oficial Aisaka, sonaron sirenas de alerta para que todos empiecen a caer en la desesperación de no poder establecer contacto con ella. Científicos, militares y guardias estaban confundidos por todo el ruido.
Lo primero que hizo Tobura fue dar un respiro y rezar porque Aisaka:  Uno, haya llegado a salvo a la nueva oportunidad que le regaló y dos, que no vuelvan a saber de ella.
Todos los científicos estaban dando vueltas y preguntándose frenéticamente sobre el paradero de la oficial y como es que un imprevisto del tamaño de esas circunstancias pudiera haber ocurrido justo de la nada. Estuvieron así 30 minutos mientras buscaba en las computadoras algún indicio del paradero de Yoshiko Aisaka.
Entonces se abrió la puerta del laboratorio y con eso una luz entró, la estela se abría horizontalmente y dejaba ver entre sombras la forma de un cuerpo de una persona fornida y vestida con muchas condecoraciones de antiguas anécdotas de guerra en las cuales no solo había participado, sino ganado con honores frente a las batallas con otros países.
El jefe de toda la misión, el almirante Isanami Temura se apersonaba por primera vez en el laboratorio, empezando a pedir explicaciones al encargado del portal.
—Tobura, notifícame y explícame por favor lo que acaba de ocurrir aquí.
—Lo..., lo lamento Isanami, no sé exactamente qué pasó, talvez la fluctuación del portal fue demasiado fuerte. —respondió entre lágrimas el científico que acababa de perder a su única hija.
—¿A qué coste puedes decir eso?, después de años haciendo misiones de reconocimiento, perdiste a Aisaka por un tremendo descuido.
—Señor, la dimensión a la que fue Aisaka, no fue la estipulada en la prueba. — mencionó un subordinado al tratar de buscar el paradero de la desaparecida.
El almirante dio la vuelta para prestar más atención a la computadora del trabajador y este le explicó que el destino era desconocido; pero algo más raro aún era que el único que tenía acceso a esas indicaciones para la maquina era Tobura.
Isanami abrió los ojos un poco y se quitó las gafas de sol que traía para ver mejor la información.
—Tobura, ¿Qué tienes que decir a todo esto? —preguntó desconcertado la autoridad.
El cuestionado no emitió palabra alguna.
  —Lo que has hecho significa traición al país y lo sabes bien. Acabas de mandar al gasto millones de cifras económicas invertidas en tu hija.
—Cometí un error y ahora se fue. Isanami, no tengo idea de donde está ahora. — respondió el científico.
—Bueno, definitivamente no está en la dimensión que fue programada para su reconocimiento ¿o sí?
Tobura soltó una pequeña risa.
—¡NO TE RÍAS! —exclamó el jefe de misión mientras desenvainaba su arma apuntando a Tobura—.¡No me faltes el respeto de esa manera!.
—Yo no hago nada, Isanami. —dijo Tobura riendo un poco.
Isanami dio la orden de rastrear el traje de Aisaka inmediatamente, tenían que encontrarla a como de lugar, no podían dejar que una traidora se saliera con la suya.
—Pagará con la pena de muerte, así como su padre. —mencionó en voz alta Isanami.
Hubo un silencio completo en el laboratorio. Para ese entonces Ushio se había alejado de ahí y se disponía a seguir el plan que esa noche habían acordado de la forma mas precisa e improvisada posible.
—Omega, ¡kai!. —ordenó Ushio a su sable.
Y se fue alejando cada vez más rápido hacia la casa de Tobura en el aire con el sable transformado en un jetpack que emitía luces amarillas a los lados.
—¿Enserio deseas matarme Isanami? —preguntó el científico sonriendo ante el almirante.
—Claro que no, no quisiera Tobura, hemos sido compañeros desde la escuela.
—Entonces deja que me vaya, tú sabes muy bien cuanto amaba a mi hija y lo que era capaz de hacer por ella.
—Amigo mío, si yo no te mato ahora mismo, créeme que lo hará otro soldado de un rango más bajo por las órdenes de su superior. Tú sabes cuales son las consecuencias de esto.
—Vamos..., por los viejos tiempos, dame la oportunidad de irme, hazlo por Touka.
—Yo, por ella hubiera hecho cualquier cosa, sabes que la amaba. Nunca pensé llegar a tener una conversación así contigo, no aquí.
—Ni yo, pero así sucedieron las cosas. —suspiró el científico.
—Lo lamento mucho Tobura. —dijo Isanami soltando un quejido.
Apretó el gatillo pensándolo un poco; pero decidiendo en ese momento que su responsabilidad era más grande que sus sentimientos y disparó apuntando a la cabeza del traidor. La bala salió propulsada hacía su victima mientras que Tobura con una sonrisa larga solo se quedó mirando. Mientras salía la bala, una burbuja de color verde envolvió al proyectil, atrapándolo en un vacío que carente de atmosfera para desplazarse se quedó en el aire, cuando esta burbuja simplemente se quebró rompiendo el vacío interior, la bala cayó al suelo ante la mirada de Isanami.
—Ahora se quienes son de verdad mis amigos. —recalcó Tobura.
Dicho esto, sin decir una palabra lo envolvieron de la nada diferentes tipos de materiales que parecían condensar el aire a su alrededor para crear nueva materia.
—Hasta la vista compañero. —dijo Tobura despidiéndose de Isanami.
El almirante se quedó atónito ante lo que estaba ocurriendo y veía como Tobura alzaba la mano e inmediatamente el techo se desintegraba.
—T…tú, si deseabas, podrías haberme desintegrado. —pensó el militar.
—Pero no lo quise hacer, Isanami. —habló en voz alta Tobura y se fue convirtiendo en polvo hasta disolverse en el aire lleno de escombros por el tejado caído.
Isanami lloró por dentro el acto de amistad que tuvo Tobura; pero aún así ordenó a seguir buscando a Aisaka. Pidió convocar a Tetsuga, el ex compañero de Aisaka, si alguien podía lidiar con ella era él. A la par llamó a todas las unidades, tenían a dos rebeldes en la mira y debían de encargarse las fuerzas militares especiales sobre este asunto, notificó que la joven debía traerse con vida a la dimensión; sin embargo, con carácter de urgencia, Tobura debía ser eliminado por representar un peligro para la sociedad al contar con tan avanzadas tecnologías.
Isanami llamó al joven oficial proponiéndole la oferta de elevación de grado inmediata si obtenía lo que él buscaba. El oficial aceptó sin chistar, ahora solo necesitaban alguna información, la más remota sobre el paradero de Aisaka. Definitivamente iba a ser una epopeya encontrarla, si ya era demasiado difícil encontrar a un prófugo en su planeta, imaginó como iba a ser tratar de hallar a un rebelde que se dirigía hacía un millón de oportunidades diferentes.
—Espera mis órdenes, tu haz lo que te digo y el puesto es tuyo. —anunció por la llamada Isanami a Tetsuga colgando inmediatamente.
La tecnología que ellos tenían era avanzada, pero nada parecido a lo que Tobura estaba controlando en el laboratorio, él literalmente controlaba la materia y podía crearla a partir de los átomos del ambiente, lo mejor de todo era que podía usar su propia masa para poder disiparse y poder volver a aparecer en otro lado, aquel que controle ese poder, podrá controlarlo todo. —deducía Isanami.
Las instrucciones para Ushio fueron concretas, Tobura en la carta le brindó unas coordenadas aéreas alejadas de la base para poder reunirse y conversar, Yoshiko Tobura no era ingenuo después de todo, él sabía que en tierra corrían riesgo y aunque en el aire también, iba a ser más difícil para las fuerzas armadas rastrearlos ahí.
—Ushio, sabíamos que iba a pasar, lamento haberte arrastrado a mis problemas, compañero. — le dijo Tobura por el intercomunicador.
—No tienes porqué disculparte querido amigo, si el motivo de todo esto era la felicidad de Aisaka aunque no me lo hubieras pedido yo estaría participando.
Ambos estaban conversando en medio del océano pacífico en un cuadrante de aguas internacionales, Ushio esperó por 5 minutos suspendido por encima de 100 metros sobre la masa de agua, cuando de pronto empezó a formarse un cubo enorme a su alrededor, el cubo superaba en tamaño 30 veces el tamaño de Ushio, empezó a aparecer la figura rodeada de una luz verde para que cuando el general quede sumergido dentro del sólido, este desaparezca en el aire con él, mimetizándose en el ambiente logrando una transparencia perfecta.
Dentro del cubo primero se veía un verde traslucido, que dejaba ver el exterior perfectamente y luego empezó a aparecer por dentro paredes, mesas, muebles e instrumentos de un laboratorio, el laboratorio de Tobura.
—No te siguieron ¿verdad? — consultó Tobura sin aparecer aún, solo sonaba su voz en el ambiente.
—No, claro que no.
Justo después Tobura empezó a materializarse como si el polvo del ambiente empezara a juntarse y tomara la forma de él.
—¿Y ahora qué? —preguntó el general.
Tobura sacó un aparato esférico de color rojo, de uno pedestal que emanaba luz y tenía dos esferas suspendidas en el aire.
—Ushio, Isanami no busca a mi hija realmente y lo sabes, en realidad él solo quería una cubierta para poder tener de pretexto eliminarme, el sabe de esto, —Tobura tira al aire la esfera para volver a cogerla cuando cae—. Este dispositivo se llama Marte. Es el gadget definitivo para poder manipular el espacio tiempo.
—Si es tan importante, ¿Por qué Isanami sabe de él?,
—Porque uno de sus científicos se metió en la laptop de Aisaka, de alguna manera el informático logró revisar los datos a través del aparato cuando ella se conectó a la red domestica de intercomunicación. Solo sabe que lo que es porque no soy informático, pero tampoco soy idiota; mis cosas tienen seguridad, Aunque no me esperaba que el infiltrado haya llegado a ver el proyecto y otros documentos para que Isanami pueda deducir lo que era.
—Entonces, ¿Qué es lo que necesitamos hacer?
—Encontrar a Aisaka lo más rápido posible. En su cuello está la primera llave para abrir la entrada a Marte.
—No, no entiendo Tobura, ¿Cómo supiste que él andaba detrás de eso?
—Porque leí su mente, Ushio. Y él, quiere hacer cosas desgraciadamente horribles a esta dimensión con ese dispositivo.
Ushio, estaba desconcertado, no sabía lo que pasaba, solo sabía lo de Aisaka; pero todo esto del dispositivo rojo era nuevo.
—Te voy a explicar detenidamente compañero:
Tobura fue resumiendo rápida y directamente que existían 5 dispositivos creados por él que pueden unirse con personas y capaz de maniobrar el espacio y la materia en él para hacer lo que sea, "Los Sureddos" y eran:
-Daisuke: La esfera anaranjada, es capaz de tener consciencia propia, este puede sincronizarse con cualquier aparato electrónico o señal y sintonizarlo con su kanata5.
-Alfa: La esfera verde, es capaz de usar y manipular el espacio alrededor del kanata, haciéndolo capaz de transformar y crear objetos y materiales con las moléculas que tiene a un alcance de 1 metro alrededor.
-Omega: La esfera amarilla, es capaz de concentrar grandes cantidades de átomos, crea átomos en enormes cantidades para hacer la fisión nuclear. Es altamente bélico.
-Phobos: La esfera turquesa, es capaz de adherirse a su kanata, es una de las versiones mejoradas de las primeras 3, es altamente poderosa, puede hacer todo lo que las primeras, con la diferencia de que al adherirse a su kanata puede llegar a ser parte de él, eso quiere decir que el kanata de este gadget puede viajar por dimensiones sin necesidad de un IPO” D, y puede coger materiales de otras dimensiones que estén en un determinado O” de distancia de su actual dimensión. Es una de las llaves para usar a Marte.
-Deimos: La esfera púrpura, es la hermana de Phobos, se manifiesta como un aura púrpura alrededor de su kanata e igualmente puede hacer todo lo que las anteriores; pero en vez de viajar por las dimensiones es capaz de crear portales para doblar el espacio tiempo para poder no solo manejar materia sino energía de otros entes. Es la segunda llave de Marte.
-Marte: La esfera roja, este es el gadget definitivo, solo se puede usar cuando tienes a Phobos y Deimos. Si eres el kanata de este gadget puedes hacer lo que te plazca, sin necesidad de cualquier otro gadget.
—Los gadgets como el IPO"D y los lentes que le di a Aisaka, son solo de apoyo; pero también son importantes. —terminó de explicar el científico.
—Si tan destructivos Son los 3 últimos, ¿Por qué no los destruiste?
—Yo trabajé tanto en ellos; pero si, quise destruirlos, sin embargo, ya era tarde, fue como tratar de destruir al material mas resistente del mundo, es imposible.
Marte era capaz de destruir a Daisuke, alfa y omega si así lo quisiera el kanata de este Sureddo, así que no podían permitirlo, el científico le encomendó la misión mas importante a Ushio.
—Toma este IPO" D, con esto podrás encontrar a Aisaka. Yo me quedaré aquí a detener a Isanami, lo mas interesante de la materia es que una vez creada nunca se destruye, se transforma, por eso no puedo destruir mis creaciones.
Ushio se equipó con un traje, un par de lentes y el IPO” D. Tobura le dio a Marte y le encomendó que lo cuidara con toda su vida. Ushio no podía dejar que llegara a las manos de Isanami.
De pronto se escuchaba el sonido de un jet acercándose a laboratorio.
—Señor, objetivo en la mira, tenía razón los radares calor no funcionarían, pero el radar de energía los descubrió. —informaba el piloto al acercarse al laboratorio camuflado.
—Fuego, —ordenó Isanami.
Ushio se preparaba para salir dela dimensión con destino a la de Aisaka cuando se sintió un fuerte estruendo seguida de una explosión en una de las paredes del laboratorio.
—Ushio, ¡vete ya! —gritó Tobura mientras tomaba la esfera púrpura y se la llevaba al bolsillo
—¡Viajar! —gritó Ushio saliendo de la dimensión en una luz amarilla atrapante.
—Pude haberme ido con él; pero tengo algo pendiente aquí, —decía Tobura mientras veía un misil dirigirse a él.
El misil impacta justo en la mesa de Tobura situada al medio de todo el laboratorio, la explosión alcanza el rostro del científico quien sonríe y desaparece con el fuego que lo atrapó completamente.
—Enemigo caído, repito, enemigo caído, di en el blanco señor. —mencionaba el aviador que había hecho explotar en miles de pedazos que se hundían en el océano el laboratorio de Tobura.
—Bien hecho soldado; pero el objetivo no ha muerto, no con esa explosión al menos, regrese a la base. — ordenó el superior.
—Supongo que eres tan cobarde que no podías ir tú mismo a aniquilarme Isanami. —habló Tobura, al oído del almirante mientras poco a poco empezaba a aparecer desde la boca hasta completar su cuerpo.
—Y yo puedo suponer que eres tan soberbio que llegaste tú mismo a matarme. —respondió Isanami al científico que estaba completando su aparición.
Mientras se manifestaba Tobura, Isanami se dio la vuelta y se apartó de él, alejándose poco a poco mientras hablaban.
—¿Acaso tienes miedo de mí?, — preguntó Tobura sonriendo al ver que Isanami corría de él.
—Claro que no, querido compañero, solo es el respeto que te tengo.
Tobura alzó la mano para señalar un cuadro pequeño que tenía Isanami en su oficina.
—¿Es hermosa no?, Touka, fue la mejor mujer.
—No la merecías, Tobura, ella era demasiado para ti. —dijo Isanami molesto.
—Ay, comparto tu opinión en eso querido compañero, ella era todo para mí, y justo por eso no quería perder a mi amada Aisaka.
—Sabes que no quiero hacerte daño Tobura, sabes que también por el amor que le tengo a Touka, puedo dejar que liberen a Aisaka.
—Lo siento, no confío en ti. —comentó secamente Tobura.
—Sabes que necesito a Marte, para traerla de vuelta, para que no sufra como lo hizo contigo, y yo, yo tampoco confío en ti querido compañero.
Isanami desenvainó su arma apuntando a Tobura.
—Vuelves a apuntarme, pensé que eso ya había quedado en el pasado. —decía Tobura mientras empezó a sonreír.
—Quedará en el pasado cuando me devuelvas a Touka.
Isanami disparó su arma y esta volvió a proyectar una bala solo que esta vez era de color magenta oscuro, cuando empezó a salir disparada otra vez volvió a ser encerrada por la burbuja verde.
—¡KON!. —gritó Isanami.
La bala empezó a desintegrarse y a irradiar energía eléctrica que llenó por completo la burbuja haciendo que esta reventara y que la energía vaya directa a la cabeza de Tobura.
Tobura abrió los ojos muy rápido por la sorpresa, empezó a desintegrarse, pero fue muy lento, la energía solo necesitó menos de 1 nanosegundo en llegar al cerebro de Tobura que ni siquiera había llegado de desaparecer como partículas.
—Verás mi querido Tobura, tampoco confío en ti, y también te estudié, el caso es que aquí también podemos copiar tus dichosos gadgets y Sureddos, no son tan buenos como los tuyos; pero sirven para algo.
Tobura aún congelado por el espasmo cae en el suelo mirando al almirante. Se confió demasiado y eso le costó caro.
—Entendí que materia y energía no siempre son lo mismo querido compañero; que tú podías controlar la materia, pero cuando la materia pasa a ser energía, tu gadget es obsoleto.
Con Tobura en el suelo y con una esfera púrpura que logró arrebatar del bolsillo del científico, llamó a Tetsuga.
—Suboficial, ¿listo para su misión?

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