Capítulo 9 | Defensiva

692 65 18
                                    


Charlie se levanta cuando llego a la casa de inmediato, hablaba por teléfono en el comedor sumido asintiendo a todo lo que le decían hasta que se dio cuenta de mi presencia. Por un momento sentí escalofríos de que se tratara de Casey, pero cuando dijo lo siguiente me alivie demasiado.

-Es tu abuelo.

Tomé el teléfono con rapidez arrebatándole sin disculparme por ello.

- ¿Abuelo? -Pregunto para asegurarme de que es él y Charlie decide darme espacio para hablar cómodamente con él.

-Lev... que alegría escucharte, ¿Todo está bien?

Suelto todo el aire contenido y me siento en el comedor.

-Lo está abuelo, ¿Qué hay de ti? ¿Está todo bien por ahí? He intentado llamarte lo juro, pero es que se me ha hecho complicado y el fin de semana intenté ir y...

-Aquí es asombroso. -Me corta. -Me siento bien por aquí, no bebo pero si tengo amigos y voy a actividades que me ayudan a dejar la bebida. De verdad, no tienes que preocuparte por mí... ¿Cómo vas tú, las clases? ¿Te emociona volver de nuevo a ese instituto?

Arrugo el ceño decepcionada por su respuesta, esperaba que me dijera que estaba loco porque yo cumpliera la mayoría de edad para sacarlo de ahí. Como yo. Pero parece que no tiene los mismos deseos que esta chica que ahora está siendo observada por un Charlie lleno de compasión.

-Sí... Supongo que todo está bien. -Respondo más bajo. -Me alegra de verdad que te sientas bien en ese sitio, cuando pueda visitarte lo haré ¿Vale?

- ¿Estás bien?

Niego tragándome las palabras, aunque el único que podía verme desaprobar las palabras de mi abuelo es Charlie. Así que suspiro.

-De verdad estoy contenta por ti, abuelo. -Le digo en vez de responderle. -Solo espero que todo eso esté solucionado cuando yo pueda irme de aquí, ¿Por qué te vas conmigo, verdad?

La línea queda tres segundos en silencio.

-Hablaremos de ello en tu cumpleaños, Charlie dice que puedo asistir con un permiso que él pida.

Arrugo el ceño y miro al susodicho; -Seguro que puede arreglarlo.

-No quiero que te sientas mal, pero es mejor que te quedes el tiempo necesario ahí antes de no sé... Decidir algo.

Se me vuelve a cerrar la garganta, ¿Quién demonios es este y que le pasó a mi abuelo? No se parecen nada a sus reglas rotas o palabras que él diría. Esto es una brujería.

-Sí como digas, tengo que dejarte. -Le digo de inmediato levantándome de la silla. -Charlie tiene que utilizar el teléfono.

Charlie estaba más cerca y arrugaba el ceño confundido.

-Está bien, solo cuídate ¿Quieres?

Asiento; -Tú también.

Presiono el botón para colgar de una vez por todas y le paso el teléfono a Charlie acercándome a él.

-Pensé que querías hablar con él. -Dice bajo tomando el teléfono.

-Sí, pero gracias a ustedes ahora ni siquiera quiere verme. -Espeto pasando por su lado intentando alejarme lo antes posible.

-¿Cómo? ¿No lo ves como una ayuda? Te hicimos un favor, Levae...

Me vuelvo señalándole; -Pudiste arreglarlo, pudieron arreglarlo. -Le digo incluyendo también a Antonelle. -Faltan solo seis jodidos meses para que ustedes crean que puedo ser responsable ¡¿Qué jodidos tiene que ver la edad?! Es un número basura que no te pone nombre a ti, soy responsable desde los diez años ¿Te dice algo eso? Ahora mi abuelo cree que ese lugar es mejor para él y se tiene que quedar ahí. ¿Qué hay de mí? nadie lo ha pensado, él solo tiene cincuenta y seis años y está totalmente acabado por la bruja con la que te ha tocado vivir.

Preventive Donde viven las historias. Descúbrelo ahora