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La figura estaba vestida con un mono de piloto negro y casco completo, pero claramente no estaba armada como Galra. Allura se había colocado entre el intruso y el núcleo de memoria, las manos aún sostenidas delante de ella, la postura suelta y relajada y lista para moverse tan rápido como fuera necesario. Ella observó mientras él barría la ruina del templo con su pistola antes de devolverla al centro en Allura.

- ¿Eres el paladín?- él habló en lenguaje común, fácil y sin acento. Allura se quedó allí y pensó, puedo desarmarlo en siete movimientos. Demasiados.

- No soy un paladín- dijo, y se mantuvo quieta. Ella ni siquiera se movió cuando él se acercó un paso más, con la cabeza inclinada mientras la miraba-. El Paladín Verde ya está en juicio. No debes interferir, y no eres bienvenido aquí. Te sugiero que te vayas antes de que tome medidas para retirarte.

- Eres Alteana- se detuvo justo fuera del alcance de la mano, pero el agarre de su arma estaba suelto.

No tenía sentido esconderlo, si ya conocía a los paladines.

- Soy la Princesa Allura- dijo, y escuchó la rápida inhalación incluso debajo del casco. El extraño dejó caer su brazo, con el arma apuntando al suelo.

- La Princesa- dijo, un poco asombrado-. Se supone que eres un mito- un momento de vacilación, y luego la pistola volvió a aparecer-. Quizás lo seas, quizás no. No estoy en el negocio de tomar riesgos- hizo un gesto con su pistola para que Allura se apartara, y no lo hizo-. Muevase, Princesa- dijo irritado, y Allura frunció el entrecejo. Había algo familiar en ese tono de voz.

- No lo haré- dijo ella. Y luego se adelantó rápidamente, y él se echó hacia atrás, tirando de su brazo hacia su costado, incluso cuando ella lo alcanzó, con la intención de desarmarlo. La lucha fue rápida; y Allura arrancó el arma. Cayó al suelo de piedra y se deslizó fuera del alcance de ambos.

El intruso gritó cuando Allura lo estrelló contra el suelo con facilidad, y luego lo inmovilizó sobre su frente, con el brazo dolorosamente detrás de su espalda.

- ¡Ow, ay!

- Te lo advertí- dijo suavemente, presionando su brazo retorcido-. Ahora, ¿cómo se enteró de mí? Hable ahora, o esto definitivamente empeorará.

- Los otros hablaron sobre la Princesa que escapó- chilló, con la voz en alto por el dolor-. Que ella tenía las llaves del arma definitiva, ¡ahhhhh! ¡Por favor, no me rompas el brazo-!

- ¿Qué otros?- preguntó Allura, y él se retorció debajo de ella.

- ¡Los otros Alteanos!

Allura se congeló en su lugar, porque no lo procesó bien la primera vez. Usó ese momento de confusión en su beneficio y se levantó, desalojando a Allura y permitiéndole alejarse rodando, acunando su brazo retorcido contra su pecho mientras se sentaba.

- ¿Otros Alteanos?- repitió Allura, sentada ahora de rodillas en el suelo del templo. Levantó la cabeza para mirar al extraño, sentado en el suelo frente a ella, y sus ojos ya estaban húmedos-. ¿Hubo más sobrevivientes?

- Una colonia completa- estaba claramente mirándola cuidadosamente. Se cubrió la boca con una mano y dejó escapar un pequeño sollozo, luego se secó los ojos.

- Sobrevivientes- dijo de nuevo, y se rió.

• • •

Shiro estaba demasiado familiarizado con las naves prisión de los Galra. Reconoció la curva de los corredores que conducían abajo, a las celdas pequeñas, apretadas y permanentes en las que había pasado tanto tiempo. Sin embargo, pasaron por encima de la mayoría, y Shiro siguió caminando hacia las áreas de arriba, más allá de los recintos de entrenamiento, más allá de la enfermería, y se detuvo en seco cuando sintió que la mano de Keith le rozaba la espalda.

Shining Like The Stars                                    「 traducción español 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora