Parte 3: Pertenencia

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Arllin-95
Muchas gracias por apoyarme desde el principio de esto uwu (me hacen feliz tus comentarios <3), espero que el capítulo sea de tu agrado.

***
 
 
 
—Jungkook me gusta tanto como me gustas tú.

Taehyung miraba a los ojos asustados y expectantes de Jimin sentado frente a él en la cama con sus pequeñas manos apretando el edredón. No le gustaba que tuviera esa expresión. Para Tae era imposible molestarse, no cuando era así de sincero y abierto, ¿acaso eso no era lo esencial en una relación para que funcionara bien y sana?

No podía enojarse. Quería demasiado a Jimin. Quería demasiado a Jungkook.

Extendió las manos y las acercó a su rostro, delineando el contorno. La piel bajo sus yemas se sentía tan suave. Blanca, lisa y tibia. Hermosa piel, Jimin por completo lo era. Le encantaba poder decir que era su atractivo novio. Además de ser dulce y apasionado al mismo tiempo. Algo bueno debió haber hecho en una vida pasada.

Jimin recargó su rostro sobre la palma cálida y Tae continuó con las caricias. La expresión se suavizó en alivio.

Por supuesto que quería seguir con él. Antes de procesar que le pasaban cosas con Jimin y Jungkook no recordaba haber sentido atracción tan fuerte hacia alguien. Varias veces le decían que era raro —salvo por sus mejores amigos, ellos no lo juzgaban—, "¿cómo es que no te ha gustado nadie?" y respondía: "¿cómo sabes cuando te gusta alguien?".

"Ya sabes..." No, hasta ese entonces no sabía nada. "...Tu cuerpo reacciona incluso contra tu voluntad".

Había personas que le parecieron atractivas, tanto como sus amigos, con algunas de ellas se llevaba bien, pero nunca provocaron que su estómago hormigueara o calor en sus mejillas. Al principio pensó que estaba confundido y que el hecho que Jimin se apegara con constantes abrazos no significaba nada más que afecto fraternal, el mismo que le brindaba a Jungkook. Nada especial. Solo él y su falta de claridad.

Y que el hormigueo en su estómago era por la falta de costumbre a que personas ajenas a su familia le envolvieran entre los brazos o revolvieran el cabello.

Definitivamente, Jungkook y Jimin tenían demasiado poder sobre él, porque con gestos simples creaban un caos interno.

Jimin era más cariñoso que Jungkook. En algún momento se agarró de ello. Empezaron a incrementar las dosis de afecto físico entre ambos, aunque el mayor solía tomar la iniciativa, no dudaba en corresponder. Manos juntas que entrelazaban los dedos y la cabeza que se recargaba en su hombro acariciando el cuello con la punta de la nariz.

Comenzó a jugar con los límites también, brazos que rodeaban su cintura y tacto sobre el vientre con la excusa de tantear los abdominales firmes.

Caricias y pequeños toqueteos casuales iban y venían. Jungkook lo notaba y sacaba conclusiones bastantes acertadas. Le gustaba Jimin y el contacto era un deleite cotidiano.

El menor era más esquivo con el afecto físico, a veces lo aceptaba gustoso y en otras brincaba como un conejo zafándose de los abrazos de sus amigos. Disfrutaba de las contadas ocasiones que Jungkook estaba receptivo.

Qué hacer cuando dos personas le movían el piso.

Con quienes querría hablar de sus confusiones eran justamente los involucrados y ni siquiera había dilucidado del todo lo que sentía como para hacerlo. Descartaba a otros amigos de su antigua escuela elemental o compañeros del club de arte. No se sentiría comprendido, solamente corroboraría lo de "raro".

Tres No Son Multitud [Vkookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora