Capítulo 1

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JAI

Unos años más tarde...

Por fin había acabado el bachillerato y llegó el verano. Me enrollé con una chica del pueblo, yo la quería de verdad, pero como todas las relaciones de pueblo, quedamos separados por la distancia cuando me fui a la ciudad de nuevo. Y claro, la noticia voló entre las chicas y no tardaron en llegar otra vez las Lameculos a... pues a eso, a lamerme el culo, aunque no literalmente, ya me entiendes.

Llegó una chica a la banda, que convencí para que viniera después de la marcha de Niki, porque mis amigos de banda, por muy buenos bailarines que fueran, no conocían mi ritmo tan bien como lo hacía una chica. Su pelo era rubio, sus ojos azules, su piel bronceada y su cuerpo... vamos, un cañón. Matt estaba loco no, lo siguiente, por ella. Pero Cath (Catherine, así se llamaba) bailaba conmigo, claro. Con el tiempo fue convirtiéndose en una más del grupo y casi en mi hermana.  

Decidí empezar la universidad. Me matriculé en una universidad especial en Brooklyn, una universidad donde había una clase extra... de baile. Ir a Brooklyn era el sueño de todo bailarín de banda callejera, aquella era la Ciudad del Ritmo. Si vivías allí y no bailabas en ninguna banda, eras un pringado.  

Entre Dave, Matt y yo conseguimos reunir suficiente dinero para alquilar un pisito cerca de la Uni.

Cuando las mudanzas hubieron terminado, y llegó el día de clases, Matt, Dave y yo fuimos a la universidad. Yo con mi gorro de tela azul, que ya tenía unos años, y Dave y Matt con gorra de visera plana, sólo que Dave la llevaba hacia un lado y Matt para atrás. Todos con tejanos piratas por las rodillas y tirantes. Sólo que sus camisetas de tirantes eran de color azul y blanco respectivamente; y la mía era negra.

Nos presentamos allí con las manos metidas en los bolsillos. Empezamos a avanzar por la zona exterior de la universidad, donde había una fuente en el centro y unos árboles a unos lados. La gente murmuraba sin dejar de mirarnos, cosa que ya me daba igual. Vimos un tipo siniestro, vestido todo de negro y con cadenas por todos lados, y muy cachas. Estaba mirando el móvil, oculto bajo su gorra. Entonces alzó la mirada a nosotros y nos saludó con un gesto de barbilla, que me pareció desafiante. Lo reconocí en seguida, era el jefazo de la banda Bushido. ¿Habría dejado ya los bailes callejeros?  

Nos sentamos en un banco cerca de la fuente y me dio por observar al resto de gente. Nivel bajo, muy bajo. No nos llegaban ni a la suela del zapato. Mientras mantenía la mirada por el suelo, mirando los zapatos de la gente, mis ojos se detuvieron en unas Adidas lilas. Subí. Unas piernas esbeltas, de piel suave y muy, muy sexys. Más arriba. Unos shorts, más cortos imposible. Esa chica, fuera quien fuera, era realmente provocativa. Más arriba. Una camiseta corta, con un nudo perfecto en sus abdominales un poco marcados. Tenía curvas, muy buenas curvas. Cuando me dispuse a mirar más arriba, recibí una colleja. Me volví. Vi a Matt.

- ¡Eh tío! ¿Hola? Te he preguntado algo y como no respondías, pues te he pegado. ¿Qué coño mirabas?-dijo, mirando en mi dirección con tal de averiguarlo- 

-Nada. ¿Qué quieres?-pregunté- 

- Que si sabes algo de Cath. ¿Venía a esta universidad, no? -preguntó algo preocupado- 

-Sí, claro. Pero dijo que llegaría con sus amigas.  

-Ah, mierda. ¿Tengo que esperar hasta la tarde para hablar con ella?-refunfuñó- 

-Olvidas el patio-resaltó Dave- 

- ¡Hey, es verdad!-contestó Matt, chasqueando los dedos-

Yo desvié la atención de la conversación a la chica de antes, pero no estaba en el mismo sitio. La había perdido. Bueno, ya me la encontraría en otro lugar, si venía a la universidad... Llegó la hora y sonó el timbre. Todos entramos adentro, y buscamos nuestro nombre en las listas de alumnos. Clase A... vale, nada. Clase B... vale, tampoco. Clase C... Ahí estaba yo, junto con Dave. Matt estaba en la clase B. Pobre marginado.

Ritmo en la SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora