Consejos Para Adrien

Consejo 2: "Acercate a ella"

"Acércate a ella"

— hmmm, bueno ayer hice un gran avance, este paso será pan comido— afirmó dejando caer su celular en el escritorio mientras que daba giros en su silla.

— hoy será un gran día, lo sé— sonrió y con una calma que lo traía de buen humor se levantó agarró su mochila, metió su celular y salió de su habitación.

Llegó a la escuela y vio a un chico extraño era alto, tenía apariencia gótica, mechas azules un estilo inusual.

Parecía estar observando la institución pero discretamente, dejo de verlo ya que fijo su mirada en otra persona.

Kagami Tsurugi

Bajaba del auto con una ropa algo diferente, parecía pertenecer a un colegio prestigioso pero eso la hacia ver más hermosa ante la mirada del rubio.

— ¡Kagami!— una voz se adelantó, era Lila Rossi, la castaña italiana que todos, anteriormente, odiaban pero se ganó el perdón de todos y casualmente era amiga a la azabache.

— hola, Lila— saludo con tranquilidad mientras que escuchaba a su amiga hablar sobre la nueva moda de otoño.

— te lo juro Kagami, tenemos que ir de compras además hay una heladería nueva se que te encanta el de menta con chocolate— aseguro entusiasmada.

Y ¿Cómo lo sabía?

Pues, digamos que cierto rubio las siguió sigilosamente.

— lo siento Lila, pero no me gusta ir de compras, y sobre el helado por más que quiera tengo que practicar par la competencia de esgrima, espero que lo entiendas— la castaña apretó los labios en señal de decepción.

— es una lastima, ¿con quién más podría ir?— se quejó cruzándose de brazos.

— estoy segura que encontraras quién te acompañe, Lila, vamos a clase— le sonrió y con ese acto finalizó su charla y apresuraron su paso hacia su salón.

— no le gusta las compras, eso es raro en una chica— se extraño pero ignoro esa característica y sonrió al recordar su sonrisa— pero le encanta el helado de menta con chocolate— salto de emoción.

— ¡Adrien! Al fin te encuentro, estuve esperando te en la entrada por 20 minutos— lo vio con una ceja alzada.

— lo siento bro, pero estaba siguiendo a Kagami— el moreno retrocedió unos pasos con una expresión en su rostro de horror.

— ¡Oh, no, no ,no! No soy un acosador aunque no me molestaría ser el de ella personalmente— rió, paro al ver el ceño fruncido de su amigo— vale, perdón, es que no lo pude evitar, descubrí que no le gustan las compras pero que le ¡Encanta el helado de menta y chocolate!— volvió a dar saltos.

— ay, amigo ¿Qué dice el segundo consejo?— Adrien puso los pies en la tierra. Saco su móvil y vio el chat de la chica de coletas.

— Acércate a ella — leyó.

— ¿Y cómo vas?— el rubio ladeó la cabeza.

— digamos que voy bien, hoy vamos a practicar en mi casa— dijo con emoción.

— ok, hasta ahora vas dos consejos; el primero hazte notar por lo que me contaste le dijiste para practicar así que ya sabe que existes, segundo acércate a ella prácticamente está reforzando el primer consejo así que aprovecha y suerte— afirmó, el rubio asintió.

— lo aprovecharé Nino, no te preocupes— y juntos fueron hacia su salón.

En otra parte de ese momento.

— ay, hija, tienes mucha fiebre— afirmó la azabache mientras que veía a su hija con ternura.

— te quedaste hasta muy tarde en el balcón, ¿verdad?— pregunto su padre, su descendiente sonrió nerviosa.

— lo siento, es que las estrella se veían muy bonitas— se disculpó.

— llamaré a la señorita Bustier para informarle que Marinette no asistirá hoy— dijo Sabine.

— iré a traerte un poco de chocolate caliente con bocadillos ¿Te parece bien, mi cielo?— pregunto Tom.

Marinette no tenía apetito pero sus padres se estaban preocupando mucho por ella y no quería que se preocuparan más.

— suena delicioso, gracias— agradeció.

— ahora te los traigo, vamos cariño— le dijo a su esposa quién le siguió el paso saliendo de la habitación de su hija.

— me preguntó.... Si Adrien, sabrá que he faltado— y con ese pensamiento trato de dormir.