Consejo 7: "Detallista"

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Tal como dijo Adrien, Kagami accedió a la idea de socializar más uniéndose al grupo de Marinette junto a Nino y Alya.

Aunque no se decidían al inicio decidieron hacer algo que los identificará.

— Nino, ¿por qué hay una dona en tu boceto?— pregunta Alya.

— porque son cool— los presentes rieron, aunque Alya le dio otra hoja y le exigió que dibuje algo que lo identificara, no a su estómago.

— bien, pero si dibujo pizza es porque tengo hambre— volvieron a reír.

— ¿Qué estás dibujando Kagami?— pregunto Adrien al lado de la azabache.

— una espada— la espada del esgrima, más preciso.

— es increíble, ¿te identificas con ella?— ladeó la cabeza.

— bueno, me gusta el esgrima, además que la espada es mi arma favorita podría decirse que sí algo así— sonrió.

— ¿Y tú qué dibujas?— Adrien le enseño su dibujo.

— ¿Un gato?— pregunta curiosa al ver el dibujo de un gato negro.

— sí, una vez ví uno me llamaba mucho la atención sobretodo su mirada y su aire de libertad.

— cuando terminemos los dibujos, ¿qué podemos hacer?— pregunto Alya.

— ¿Juntar todo en un mural?— dice Nino.

— no es mala idea, pero es rara.

— intentemos, tal vez nos gusta el resultado— asienten.




— bien, está algo descabellado, ¿no?— habían juntado sus trabajos sin saber lo que era en realidad.

— al menos lo intentamos— alienta Kagami.

— chicos, ¿cómo van?— pregunto el profesor de arte.

— pues....— vio el trabajo que habían realizado.

— bueno que obra de arte más interesante— los jóvenes negaron.

— no tenemos muchas ideas— confiesan.

— puedo ayudarles, el grupo de profesores también está realizando un mural, pueden ayudarlos— la idea les intereso, lo que crearon no tenía mucho agrado por sus creadores.

Conversando en el camino hacia el patio, Marinette se acercó a Adrien con cautela.

— ¿Cómo vas?— pregunto.

— no conseguí una florería de camino— comentó en voz baja.

— llegó Marinette a salvar el día, traje una caja de chocolates caseros— los ojos de Adrien se iluminaron.

— pero tengo que hacerlo por mi mismo— negó.

— luego lo harás, aceptas o no.

— me la das en el receso— con un guiño en el ojo, la azabache volvió al lado de la morena.

— ¿Y bien?— pregunto Alya.

— ¿Qué?

— oh, vamos amiga, ya no sientes nada ¿O qué?— negó con duda.

— la verdad, es que aún siento algo por el pero lo estoy superando Alya, cosa que creía imposible pero lo estoy haciendo— Alya sonrió.

— esa es mi amiga— la abrazo por los hombros y rieron.

Los profesores aceptaron su ayuda con la tarea de hacer hojas.

Lo cual para ellos estaba de maravilla. Los profesores planeaban hacer un enorme árbol y colgar la foto de todos los alumnos. 

— gracias por la ayuda, chicos— agradeció la señorita Bustier.

— no hay problema— dijeron. Aunque Adrien conversaba con Kagami muy animadamente aún tenía en su cabeza al chico que había hablado muy a gusto con Marinette.

Cuando el receso empezó y se acercó a su pupitre, decidió preguntarle.

— aquí están— le mostró la caja de chocolates.

— gracias, Marinette— acepto los chocolates— por cierto, ayer saliste con un chico extraño ¿De dónde lo conoces?— Marinette rio.

— oh, hablas de Luka, si se viste algo extraño pero es demasiado agradable es el hermano mayor de Juleka— sonrió.

— ¿Luka? El nombre también es raro— murmuró— ¿Están saliendo?— pregunto con picardía.

— ¡No! Somos amigos, tiene una banda con nuestros amigos y me ofreció verlos tocar— dijo.

— creí que salían— negó..

— no estoy buscando el amor ahora— una pequeña y débil sonrisa se mostró en su rostro, Adrien se sintió extraño.

— bueno, ya llegará el hombre ideal para ti— asintió— gracias por los chocolates, nos vemos— y se fue.

Marinette dejo de sonreír y se sentó en su asiento, no tuvo ganas de salir al receso ese día.

Sin embargo, Adrien olvidó el sentimiento de extrañeza y con la sonrisa más real del mundo le regaló los chocolates a Kagami.

— ¿Son para mi?— se sorprendió— muchas gracias, Adrien— tomo la caja.

— si, una amiga mía hace increíbles postres espero que te gusten— saco uno y lo probó.

— son deliciosos, no soy de comer dulces pero estos están ricos. Gracias por el detalle— Adrien se rasco la nuca apenado.

— no es nada, algo de dulce antes de la práctica no es malo— alzó los hombros.

— tienes razón, que sabio eres Agreste— rieron.

Mientras que ambos seguían hablando, la ojiazul respondía un mensaje.

Luka

— las sonrisas son lo mejor, ¿sabes? Y la tuya es hermosa.

— jajajajaja, ¿dónde lo leíste?

— en un afiche jajaja, pero enserio creo que no debes preocuparte, ni mostrarle interés.

— si, tienes razón, gracias Luka

— hey, eres mi admiradora número 1 ¿Recuerdas? Todo por mis fans

— eres un idiota :')

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