Querido diario:
No pude escribir estos días por mi resfrío, pero también porque he estado pasando mucho tiempo fuera ¿sabes?
Hoy es, aleluya, el día de descanso que necesitaba para recostarme en cama y escribir esto sin ponerme a temblar. ¿Recuerdas lo que dije que contaría? Me costó mucho organizar mis ideas, pero lo escribiré. Espero que el sudor de mis manos no borre la tinta.
La semana pasada tuvimos un entrenamiento en la piscina. Yo suelo entrar al agua con mangas especiales para el sol que me regaló mamá, así no me quemo los brazos ni se me ven las cortaduras, pero MoonBok entró al agua con un polerón enorme, y aunque la ropa mojada es muy pesada, él siguió nadando como si nada. No es tan raro, muchos chicos entran con poleras puestas y las chicas lo mismo, pero a la hora de cambiarnos a la ropa seca es que se puso demasiado raro. Me puse mi suéter antes de quitarme las mangas y me dirigí a la zona de los casilleros para sacar mis zapatos, pero entre las puertas abiertas estaba él, quitándose el polerón. Guardé silencio para no incomodarlo, y entonces lo vi. En sus brazos estaban pegados vendajes de tela empapados, y cuando se los despegó la sangre cayó por todos lados.
No diría que me horrorizó, de hecho. Se sintió tan familiar que quise darme una bofetada. A veces siento que me he insensibilizado por odiarme tanto.
¿Sabes, diario? Las piscinas tienen cloro, y el cloro arde demasiado en las heridas abiertas. En particular en nuestra escuela le ponen bastante, porque cada hora y media entran aproximadamente 30 chicos y chicas distintos, que bien pueden haberse aseado esa mañana o no haberse bañado en cinco días, pero aún así es aterrador cómo él pudo dejar que el cloro tocara sus heridas, que incluso parecen más profundas que las mías. ¿En verdad se odia tanto? No quiero imaginar por lo que él ha pasado, por lo que está pasando, por lo que podría pasar si sigue así. Tengo miedo por alguien que no es mi mamá y eso es nuevo en cierto modo...
Esperé a que se pusiera nuevos vendajes y su canguro lila para hacerle notar que esta ahí. Y, para variar, me saludó con una sonrisa débil y me charló un poco antes de irse. No mencionó nada, a pesar de que quedaban unas pocas gotas de sangre en el suelo. Lo hizo todo tan normal que incluso pensé que estaba alucinando, pero la evidencia estaba ahí.
Me gustaría poder hacer algo pero estoy perdido. Ni siquiera me puedo ayudar a mí mismo.
También, he estado tan enfocado en evadir lo que está pasando con DongHo y MinKi, que siento que me estoy entrometiendo en la vida de otras personas compulsivamente a pesar del hecho de que no puedo controlar la mía propia.
Tal vez esta semana sea mejor, pero no lo sé. Ya siento que no se nada y solamente debería callar, perdón.
Lee DaeHwi.
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Dear Diary.
FanfictionDaeHwi escribe en su diario cuando pierde las esperanzas. ◇Posición más alta: #1 en Dongho◇