27/09/17

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Querido diario. No he escrito en tus páginas en tanto tiempo que ya parece un sacrilegio volver y contarte todo tan de repente.

Te olvidé en mi casillero durante toda la vacación, tuve miedo de escribir, de desahogarme y que alguien más aparte de aquél anónimo leyera mis secretos en tus páginas, pero el sueño que tuve anoche me recordó por qué te empecé de todos modos.

Soñé que estaba caminando en el comedor de la escuela, por alguna razón estaba totalmente vacío. Tenía una bandeja en mis manos y me dirigía a uno de los asientos, cuando la gente comenzó a entrar por las puertas, el pasillo del baño, el pasillo a la cocina. Profesores, estudiantes, amigos de afuera. Todos entraron en distintas columnas y yo comencé a toser. No fue una tos cualquiera, fue tan fuerte que la bandeja salió volando y yo caí de rodillas al suelo. No paraba, y toda la gente solamente me miraba.

En ese momento  comencé a vomitar, era algo espeso de color morado oscuro, con un sabor idéntico al de la sangre y una temperatura igual también. No podía ver o definir qué era, pero mi cerebro me gritaba que eran mis emociones. Estaba vomitando mis emociones y todos podían verlas, y me ponía tan nervioso que intentaba agarrarlas y regresarlas dentro de mí, pero tan solo mover mis manos hacía que perdiera el equilibrio. Cuando estaba débil por completi sentí algo más grande subir por mi garganta, algo grueso y tosco, que parecía tener vida propia por la forma en que ascendía por mi tráquea. Cuando llegó a mi boca lo escupí como pude, y cuando lo vi, me di cuenta de que acababa de vomitar mi corazón, a los pies de DongHo que de la nada estaba de pie frente a mí. Era tan morado como mis emociones, aún palpitaba, y se veía tan real que el susto me hizo despertar.

Estaba aterrado, incluso tuve que revisar mi ropa para asegurarme que nada de eso había pasado, y luego ya no pude conciliar el sueño hasta que mamá me llamó para desayunar. Pero me di cuenta de que estoy hecho tiras, y de que te necesito de vuelta.

Por hoy he escrito mucho, pero mañana escribiré aún más, porque te quiero contar lo que me sucedió en este largo tiempo, y quiero entenderlo yo también. Te advierto que no son noticias buenas, eh.

Con amor: Lee DaeHwi.

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