Querido...diario:
DaeHwi solía hablarte como si fueses su amigo en verdad, así que yo haré lo mismo esta vez.
Tal vez esto es todo mi culpa. No, no "tal vez", esto es mi culpa desde el momento en que le fallé a MoonBok y le fallé a DaeHwi. Es mi culpa desde el momento en que pensé que el mundo giraba a mi alrededor y no me di cuenta de que otros necesitaban de mí, más de lo que yo necesitaba de él.
Él, MoonBok, quería ser perfecto. Todos decían que era un ganador, desconociendo el secreto que tenía guardado desde hace mucho. Probablemente nunca me lo hubiera dicho a mí, si no fuera porque lo descubrí por mi cuenta, al verlo dejar de comer, al verlo de pie en aquella balanza que ni siquiera su madre sabía que él tenía, al verlo luchar con los libros a pesar de no haber tocado el desayuno ni el almuerzo.
Empezó hace tanto que poco a poco se me hizo habitual, dejé de prestar atención, y aunque él me lo agradeció, fue un error.
Debí haber estado ahí. Y cuando me pidió ayuda por alguien más, debí haber permanecido.
Sé que soy un pésimo amigo, soy el peor de todos, y sin embargo yo creí que ser "el mejor novio" valdría un poco más.
Cuando me pidió por DaeHwi, que empezaba a caer, él ya había llegado al fondo. Y no podía ayudarlo, pero pensé que un hilo o dos podrían detener de caer a alguien que necesitaba toda la cuerda.
Él te leyó, te releyó, te comprendió, mientras que yo no era capaz de darme cuenta de la sinceridad en cada página, pensando que quien caía era porque buscaba atención.
Fui un tonto.
Él escribía cada nota, él intentaba ayudar, él me pedía que las ponga, una a una, pero cuando leí lo que había pasado con él, dejé de hacerlo.
Él, MinKi ¿DaeHwi lo mencionó aquí antes? Sí, yo lo leí. Y pensé que DaeHwi mentía, pensé que solo quería que yo crea en sus palabras, que lo elija a él. Y es tonto, porque ni siquiera sabía que yo leía el diario. No sabía nada, y aún así lo culpé.
A este punto, hablarte como a un humano no es tan difícil como creí. Tal vez lo difícil viene luego.
Es obvio ¿no? Mientras MoonBok empeoraba, yo cerraba los ojos y fingía que todo iba bien. Cuando me preguntaba por las notas, decía que las había entregado, y cuando se despidió yo creí que tan solo sería hasta el día siguiente.
No pensé que jamás lo volvería a ver.
...
Es difícil revivir ese día, su madre lo encontró colgando de la viga en el techo. Sabiendo que yo nunca fui un buen amigo, me llamó al teléfono llorando, y yo no pude hacer nada por la señora Jang. Cuando sonó mi celular, yo estaba con Minki, fingiendo que todo estaba bien, valorando más una relación de meses que una amistad de años.
Me da asco solo pensar en todo lo que hice mal.
No recuerdo bien cómo salí de allí, solo me vestí como un autómata, pensando en las razones, intentando culparlo por tomar una decisión cobarde, cuando sabía que si había un culpable, era el mundo, era yo, era cualquiera menos él.
Pensaba en la balanza que marcaba un 37, pensaba en sus brazos al rojo vivo, pensaba en el cable que recogió del suelo al salir de clases, por mucho que pensara, llegar a su departamento y encontrar a la señora Jang en el suelo, llorando y gritando mientras abrazaba la vieja chaqueta de casa de su hijo, me destrozó por dentro. No quise mirar, pero el cuerpo fue retirado de todos modos.
Bajo la sábana, aquella mano pálida con caminos de sangre seca en la palma.
Aquella melena negra que caía a los costados de la camilla como una cascada.
Aquellos pies desnudos que parecían los de un esqueleto.
No imaginas cómo me odié en ese momento, quise resarcir los daños, quise corregir cada paso en falso, busqué la oportunidad, pero soy un cobarde y tardé demasiado.
Pudo ser en el funeral, pudo ser en Navidad, pudo ser en año nuevo. Pero esperé a su cumpleaños y ya no servía más.
¿Estoy escribiendo mucho? Ellos tomaron una decisión. Yo nunca podría, pero aún así vacío mi corazón con la esperanza de que un día sea él quien puedo leerlo.
¿Son demasiadas palabras? El peso de mi culpa las supera en toneladas.
Es hora de decirte la verdad.
Ayer, 14 de febrero, en día de San Valentín, Lee DaeHwi renunció a todo lo que le quedaba. Todo aquello que por culpa mía era aún menos. Escribió en estas páginas una última vez y te dejó en su pupitre.
Ayer, 14 de febrero, Lee DaeHwi regresó a su hogar y se cortó las muñecas en la bañera, en un intento de terminar con su vida.
Ayer, 14 de febrero, mis errores tuvieron repercusión.
La señora Lee lo encontró más o menos a tiempo, llamó a la ambulancia, le hizo torniquetes, lo llevó a emergencias. Con la voz calmada nos llamó, uno a uno, pidiendonos rezar por su pequeño hijo. A Samuel, a JinYoung, a Yeon, a mí.
Me contagió un poco de su paz, me dio esperanzas, pero no absolvió mi culpa.
Lee DaeHwi se encuentra en estado crítico. Los médicos no le dan más de un día si es que no se consiguen donantes, es probable que entre en coma, y sin embargo yo quiero en mi deseo egoísta verlo despertar.
De más está decir que terminé con MinKi, antes de entregar la carta (otro error mío, esas hojas malditas debieron quedarse en el diario de MoonBok, donde él las dejó).
Eres un diario, no un hada de los deseos, sin embargo...deseo que DaeHwi abra los ojos, deseo verlo despertar, no sé si un día sentiré lo que él sintió por mí, no sé si aun lo siente, pero quiero cuidar de él, por mi deseo egoista de redimirme, por los ruegos de MoonBok, por él.
Por verlo feliz.
Y si mi deseo no se cumple.
Prometo que honraré su memoria para siempre.
Prometo no volver a fallarle a un amigo, a nadie, nunca más.
Kang DongHo.
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Dear Diary.
أدب الهواةDaeHwi escribe en su diario cuando pierde las esperanzas. ◇Posición más alta: #1 en Dongho◇