♡♡Amor Real♡♡

Capítulo <13>

Un secreto

Después del encuentro con aquella persona que nos renovó nuestras fuerzas de lucha, le siguió un tiempo de expectación, por que cada día nos acercaba al cumplimiento de nuestro servicio militar. Sin embargo, ahora lo podíamos manejar mejor, por que éramos consiente de ello, y, lejos de estar malgastando el tiempo creando situaciones negativas, lo aprovechamos más positivamente.

Ya faltaba poco para recibir las respuestas definitivas para la asignación de: lugar, fecha, y hora de nuestro ingreso al ejército. Teníamos la esperanza de poder hacerlo juntos en el mismo lugar, así nos apoyariamos mutuamente, y esto, haría más llevable la situación, cual fuera que sea. Teniendo en cuenta que muchas cosas dentro y fuera de ese lugar, podrían pasar; cosas imposibles de predecir.

Había mucha intranquilidad en mí, por un secreto que le ocultaba a Donghae, y sabía que, debía decírselo, pero al ser algo muy delicado, no sabía: que momento era el indicado. Si lo era antes, o después, del servicio militar.

A muy pocos días de recibir las notificaciones por parte del ejército, sucedió algo inesperado y que tomé como una señal divina, porque me mostraba; el cómo y el cuándo, debía revelar el secreto a Hae y tranquilizar mi corazón.

El día empezó de la mejor manera. Enredado en un cuerpo desnudo, sudado, y cálido, al igual que el mío. Unas deliciosas fragancias ambientaban la habitación con una mezcla de olores: sexo, sudor y fresa, este último, por el lubricante usado con esa fragancia. Me levanté con desgano, mientras Hae dormía plácidamente. La noche anterior me comentó que dormiría casi todo el día aprovechando que tendríamos agenda en la tarde-noche. Pero yo había quedado con Shindong de reunirnos para cuadrar algunos detalles sobre algo que el producía. Dejar ahí a mi pez dormilón, solito en la cama, me hizo querer desistir con alguna excusa y quedarme a su lado. Pero por alguna razón desconocida, renuncié a la idea. Me despedí dándole un beso en la frente a Hae, y le susurré un te amo nene, que respondió con un gruñido somnoliento, y salí a mi encuentro con Shin.

Algunas horas más tarde, terminó mi asunto con Shin, y salíamos de la empresa hablando despreocupadamente; cuando un llamado nos detuvo en seco.

---¡Oppa, oppa Eunhyuk!--- volvimos la mirada para encontrarnos con la responsable del llamado que se encontraba a relativa distancia, y que apresuró su paso para llegar hasta nosotros.

---Hola oppa---, nos saludó a los dos, pero sin siquiera mirar a Shindong, parecía como si el fuera un holograma y el único real para ella, fuera yo.

---Eunhyuk oppa, no sabes la felicidad que me da verte después de tanto tiempo. Te extrañado mucho---se pegó a mi brazo con posesividad. Con ella tuve un breve flirteo cuando formó parte del grupo de bailarines de nuestra sub-unidad, D&E. Fue tiempo atrás cuando Hae y yo, atravesamos una de las tantas crisis que hemos tenido. Por acción y decisión de él; ambos salimos con otras personas. En realidad yo no quería hacerlo, pero como Donghae empezó a salir con una actriz, compañera en uno de sus dramas donde había actuado. Eso me dolió mucho, además me ignoraba y me lastimaba constantemente, y ya que esta chica nunca ha disimulado su atracción por mí, y como Hae moría de celos por darse cuenta de eso, sin yo tener nada con ella. Entonces pensé;¿Por qué no? Haría realidad las locas conjeturas de él, y me vengaría al mismo tiempo. Hoy día, reconocemos que fue una pésima decisión. Donghae y yo, nos arreglamos, y luego nos sentimos culpables por jugar y herir los sentimientos de las dos chicas, por que ambos teníamos claro; quien es el dueño de cada uno.

---Me alegra también verte ¿Y cómo estás?---le pregunté de manera amable.

----Bien si...---titubeó un poco---pero podría estar feliz si lograra estar a tu lado de nuevo---Me incómodo el comentario por recordar que ella fue víctima de una situación creada por mí. Donghae nunca disimuló el fastidio que le causaba saber que tenía algo conmigo, sin importarle que él mismo hubiera propiciado esa situación. Le hacía la vida imposible y finalmente, se las arregló para que fuera sacada del grupo de bailarines y enviada lejos de mí. Por infortunio, yo no pude contradecir sus planes.