Habían pasado tres meses. Yoongi estaba harto. Su madre y su padre peleaban todos los días, su hermano mayor se lo hacía saber. Su novia empezaba a joderle la existencia pidiendo cada maldita contraseña, diciéndole que quería estar siempre con él, yendo a su casa cada que le daba la gana. Y Namjoon... Él era la peor parte, aún recordaba la suave voz diciéndole que iba a volver a hacerle caso y cuidar de su amistad.
Pero no lo había hecho, quiero decir, lo hizo, ¿Saben? Esa clase de promesas que dejas a medias, como un niño adoptando un cachorro.
«¡Prometo cuidarlo y darle comida, lo bañaré, sacaré a pasear, todo!»
Al principio lo hace, diario. Luego empieza a olvidarlo, le alimenta cuando mira que el cachorro está ahí, esperándolo, llorando por comida. Entonces deja de importarle, porque ha visto a su madre/padre hacerlo una vez y cree que ya no es su problema. Luego el cachorro muere de hambre.
Eso pasó con Yoongi, pero NamJoon apenas empezaba a olvidarlo.
“Deberíamos hacer una videollamada o una llamada. Te extraño.” Se atrevió a enviarle, haciéndose bolita en el sillón. “No tengo ganas, Yoon, otro día” Fue lo que recibió, seguido de muchos corazones de distintos colores y formas. NamJoon era cursi.
“Creo que soy gay.” Intentó llamar su atención aquella vez. No quería soltarle de lleno que lo era por él, así que esta seria una buena oportunidad. “¿Por qué? Creí que te gustaba IlHae” El menor usaba muchos emojis. Esa vez se encargó de usar unos con ojos abiertos y cejas alzadas. A Yoongi le dio gracia. “No me gusta besarla, y a ella le gusta que la toque pero, no lo sé, no me gusta tocarla y debería fascinarme tocarla si fuera hetero, ¿No?” Nam había tardado un poco más en responder, quizá procesándolo o quizá tratando de no repudiarle. “Es normal, bro. Si no te gustan las chicas obviamente no querrás tocarlas más de lo debido, ¿Hay algún chico? Debe ser muy sexy.” Le sacó una sonrisa. Pero eso había sido todo. Eran las tres de la mañana en Japón y ambos deseaban dormir, así que la conversación quedó ahí desde las pasadas dos semanas. Pero Yoongi no podía con ello.
“Hay un chico. No es sexy, mierda. Es jodidamente torpe, pero es inteligente, comparte mis pasiones, siempre está para mí y sé que le gusta que yo esté para él, me gusta su compañía, me gusta que me de consejos porque le hago caso y a veces me va de la mierda, pero puedo decir que lo hemos hecho juntos. A veces lo trato mal, y me enoja, me hace odiarme, pero él sabe de mí mucho más que yo y por eso no me odia. Sólo que ya casi no estamos juntos, me duele, pero él luce feliz. Tiene novia, y me enamoré de él luego de saberlo, así que no quise molestarlo. Por cierto, perdí a tu perro.” Ahora se revolvía el cabello tratando de borrar el puto mensaje, pero no se podía. “Wow, hyeong, eso fue tan profundo y tan hermoso que casi lloro” Esta vez no hay emojis, Namjoon estaba muy sensible por lo que le había enviado. “Creo que nunca se lo dije, pero soy bisexual. Una vez me sentí así por alguien, sólo que me daba miedo decírselo, ahora casi siento que me arrepiento. ¿Quién es, hyeong?” Yoongi se ríe, con lágrimas ahogándole porque el otro ya sintió algo así, ha tenido la fuerza del amor que le tiene por alguien más. Toma aire con el corazón golpeándole el pecho por la manera brusca en que palpita. “Eres tú, imbécil. Perdí a tu perro y te importa una mierda. Yo te importo una mierda. Es la primera vez que hablamos en un mes, te digo como me siento y tú sol” Borra el mensaje, está siendo demasiado agresivo y no duda que Nam le va a dejar de tomar enserio. “Kim NamJoon.” Lo envía, su rostro se pone rojo por la vergüenza. “Nunca te lo dije, aun que quise hacerlo, quería que tuvieras novia, que te divirtieras, que tuvieras sexo, porque no quiero arruinar tu vida, ¿Me entiendes? Casi no nos vemos, vamos en cursos distintos, tenemos vidas distintas, y no quería que te sintieras culpable por gustar de alguien más, no quería que te molestaran y hasta hace cuatro meses me doy cuenta de que no quiero que tengas problemas por salir con un chico, sólo que no lo acepté hasta hace poco.” Arroja el celular al otro lado de la cama. Le da la espalda con un sollozo fuerte y suspira. Hay notificaciones sonando detrás suyo. “Igual.” ese es el primer mensaje. “Creí que te gustaban las chicas .” luego ese, con un espacio en el que iba algo que Nam borró. “Pero estoy con Eli, ella me gusta, y a ti te amé. No puedo forzarme a deshacer lo que tengo para volver a sentir algo por ti, Yoongi. Me gustaría decirte que lo haré, pero no puedo. Aún te amo, pero no de la forma en la que tu quisieras, y ahora estamos lejos, sería difícil mantenernos en contacto por las diferencias de horario y otras cosas. Ya estoy en Japón.” Yoongi empieza a temblar, reteniendo los sonidos lastimeros que quieren salir. “No” lo envía, tratando de calmarse sin lograrlo. “No estamos lejos porque estás en Japón, estamos lejos por más que eso. Estamos lejos porque no hablamos dos horas seguidas como antes. Estamos lejos porque contestas horas después. Estamos lejos porque sólo yo intento. Estamos lejos porque siempre estas fuera, y está bien, es un lugar nuevo, ¿Pero que te cuesta compartir algo de eso conmigo? Estamos lejos porque no quieres ser feliz conmigo a pesar de que era tu mejor amigo. Estamos lejos porque no usamos la maldita llamada más que para hacer que el otro conteste los mensajes. Estamos lejos porque ésta amistad se rompió desde hace un año.” No lo soporta. No lo hace. Apaga el móvil.
Iba a dormir una larga siesta.
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¿Qué? ➤ NamGi
Romance«¿Qué podría darte yo que tú no tengas? ¿Qué podría ofrecerte yo, que no soy nadie?» Pensamientos tristes que Yoongi empezó a tener cuando se dio cuenta de que amaba a Namjoon.