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Fuera de la iglesia, Yoongi tiene pánico de dar un paso dentro. Le ha fallado a Dios de distintas maneras, y no se siente digno de pedir perdón. Ha vuelto a Daegu. Se ha ido sin decirle a nadie, terminó con IlHae, se disculpó con NamJoon, pero estaba vacío. Si hacía bien las cosas, ¿Por qué estaba tan nervioso?

—Hola— Un joven alto le toma del hombro, sobresaltándole.—, ¿Es tu primera vez aquí? Nunca te había visto, soy del coro.— El chico le sonríe, una que no dura mucho porque sus lentes redondos casi caen por el puente de su nariz.

—Sí. En realidad, acabo de volver de estudiar en otra ciudad.— Las grandes manos cubren las uyas, emocionado.

—¡Yo igual! Volví de un intercambio en Busan, ¿Cómo te llamas?— Un parpadeo fugaz se asoma. El chico le confunde.—, bueno, quizá no quieras decirme, ¿Vienes mucho a la iglesia?— Entrelaza sus brazos, le arrastra a la iglesia apenas pensando en sus acciones. Yoongi puede notar el nerviosismo que le causa entrar.

El padre es un hombre anciano, la iglesia es vieja y la madera cruje bajo sus pies, el alto le obliga a dar una reverencia antes de pasar a sentarse. Yoongi siente que está al borde de la ironía cuando empiezan a hablar de como Dios ve la homosexualidad; entonces deja de prestar atención. Eso hasta que el joven a un lado comienza a sollozar con una sonrisa. Frune el ceño.

—, a todos— Escucha, el hombre con voz gruesa casi se ve obligado a gritar.—. Dios nos ama por igual, y si hay amor en una pareja, él está feliz, siempre y cuando sus hijos sigan sus mandamientos, porque somos sus hijos— Su garganta se aprieta.—, ¿Qué clase de padre no está satisfecho cuando ve que ha criado a su hijo para amar, para hacer el bien? Sí, Dios hizo al hombre y a la mujer, y los ha hecho para que vivan su vida felizmente.— Escucha como empieza a hacer soniditos entre los hipidos, luego le ve levantarse hasta que sale del lugar dando tropezones. Siquiera le dijo su nombre, pero le agradecía, le agradecía porque pensar en tener la aprobación de Dios de alguna manera le calmaba, y no la hubiera sentido si no hubiera entrado.

Yoongi deja la iglesia poco después, se siente capaz, por lo que se va directo a su departamento a hablarle a NamJoon. Ya tenían algo de tiempo hablando, quizá no era como antes, pero sentía confianza.

La misa de hoy fue corta, al parecer se pusieron de acuerdo varias iglesias para dar un sermón a los jóvenes que se sientieran perdidos en su camino, así que ahora estoy en un restaurante con mis padres. Mi madre lloró.” Lo siguiente del mensaje era una selca de Nam sonriendo con sus padres en el fondo, su madre se veía que había llorado. Yoon sonrió como el imbécil que era, imaginándose que, de alguna forma, estuvieron juntos. “Yo fui igual, conocí a un chico muy amable, pero olvidé preguntarle su nombre. Iré a buscar empleo para tener dos en vacaciones, te hablo luego, Nam.” Yoongi suspira fuerte antes de escribir y enviar el segundo mensaje. “Te amo ♡
No espera respuesta del menor, así que cambia su ropa para tomar el maletín con sus documentos lo más rápido que puede. El alto le envía otro mensaje. “También te amo, Yoongi, más de lo que crees <3” Tras la espera del NamJoon está escribiendo, le llega otro que le paraliza el corazón por instantes.



Más que a cualquiera en el mundo, hyeong






 

Y así empieza a amarle a distancia, una en la que están más cerca que nunca.

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