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—Me iré antes.— Namjoon tomó su mochila rápidamente. No iban en salones iguales, pues Nam iba dos cursos más arriba gracias a sus conocimientos, pero, sin falta, Yoongi le hacía saber a Nam que iría a verle saliendo antes de devolverse juntos, sin embargo, ésta vez no se esperó a que Yoongi le dijese que estaba de acuerdo, pues salió antes de que siquiera el otro se despidiera.

—Idiota.— El mayor susurra a la nada con una sonrisita. El moreno solía olvidar detalles importantes y seguro no recordaba alguna cita con su novia.
Sin saber por qué, sólo pensar que así era le dolía.

Se recargó en el asiento donde antes estaba el otro. Había una clase de sensación hogareña en esa aula que le gustaba. Pensar que Namjoon estudiaba ahí le provocaba cierta nostalgia. Creyó que era por su orgullo roto al saber que alguien menor iba más adelantado, pero muy en el fondo sabía que era por el miedo a perderlo. No quería que se graduara; era un pensamiento egoísta, pero no enfocaba un futuro sin el otro yendo a su casa en días inhábiles, componiendo a su lado en un momento de inspiración, durmiendo en su pieza cuando empezara a nevar en invierno. Simplemente no. Nam era lo único bueno que le había pasado desde que llegó de Daegu; sentía como si hubiera arrancado media parte de su vida para compartirsela a Eli.

—Idiota— Se tomó la cabeza con ambas manos, comenzando a ver borroso. A él le gustaba HyoDe. Esa chica alta de piernas torneadas. No podía quejarse de su amigo.—, idiota— Se doblegó subiéndose al banco para sentarse. Él amaba a Hwahee, la chica que tenía como amiga desde el semestre pasado, la que le trataba como un viejo amigo y estaba llena de emociones fuertes.—, ¡Estúpido!— Pateó un banco que estaba al costado. El ruido fuerte le distrajo. No podía quejarse. No podía quejarse. No iba a empezar a celarlo. No tenía derecho después de todo lo que él mismo había llegado a hacer.—, ¡Imbécil! Idiota, idiota.— Se abrazó a sí mismo. NamJoon tenía derecho de ser feliz con quien se le diera la gana. No iba a negárselo. Debía controlarse, debía darle la libertad que se merecía.

Pero, ¿Por qué le costaba tanto?

¿Qué? ➤ NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora