Era mediodía y habían llegado al final del trayecto del tren, y se bajaron en una estación perdida en medio de una playa. El próximo tren no saldría hasta la noche y no les quedaba otra más que esperar.
Delnaris se acercó a la orilla, sentándose en la arena y mirando el mar, pues en su tierra natal no había costa.
Los otros dos niños pudieron ver al fondo unas luces provenientes de una choza, se acercaron y pudieron oír risas y charlas que provenían desde dentro. Era una pequeña taberna con bastante gente dentro, fueron hacia la la barra y pidieron un chocolate caliente, estuvieron en silencio durante un tiempo hasta que entraron en calor y empezaron a escuchar las conversaciones a su alrededor.
Un hombre de barba naranja se dió cuenta de que le observaban e invitó a los chavales a sentarse en la mesa con el grupo de personas. Eran unos miembros de un escuadrón de dragones que habían venido a pasar unos días para descansar e investigar las especies de la zona.
-¡Dragones! ¿Habéis visto alguno interesante? -dijo Zeyra interesada.
-Pues la verdad es que en una expedición hace cinco años contemplamos un ejemplar albino de ojos marrones. -dijo el hombre de la barba naranja- Mi nombre es Kuir.
-Un cruce así es de lo más extraño, -dijo uno de ellos- por la zona norte sólo está las especie albina de ojos azules, y no hay ningún otro tipo de dragón que emigre allí por el frío constante a lo largo del año.
Zeyra asintió.
-Caladrys tiene razón, aún así puede ser que el dragón fuera uno de las selvas frías cuya piel se aclaró y los albinos confundieron como suyo.
-Puede ser, Fhaladien. Pero sabes que los albinos son muy exquisitos con los integrantes de su grupo.
-Son un par de frikis de dragones. -se dirigió a Zeyra- Mi nombre es Kenau y estoy en estos viajes por los materiales que se consiguen.
-¿Materiales? -preguntó Zeyra.
-Así es, las zonas por las que pasamos tienen minerales variados y todo tipo de metales que me benefician como herrero, pero los dragones también tienen algunos de los más curiosos. -hizo una pausa al ver la cara de horror de Zeyra- ¡No te preocupes! ¡No hemos matado ningún dragón en ninguna expedición! Pero cuando mueren podemos recuperar partes de su cuerpo y usarlas. Los cuernos y escamas son usadas en medicina donde se encarga nuestro amigo Ellis, y la carne puede cocinarse. Por otro lado ejemplares como los dragones lagartos localizados en desiertos al contrario de los otros no tienen escamas, y mudan su piel varias veces a lo largo de su vida.
-¿Estáis hablando de dragones? -dijo Fhaladien- ¿Os acordáis cuando Kenau casi empezó a llorar cuando vimos a ese grupo de dragones lagarto?
-¡No estaba llorando! -dijo Kenau y luego miró a Zeyra- La primera vez que los vi pensaba que estaban todos muertos, es la sensación que te da al ver todas esas pieles todavía con la forma.
Zeyra se reía con los otros cuatro mientras Dandie se mantenía callado, uno de los hombres le comenzó a hablar.
-Parece que los dragones no te interesan, ¿Qué temas te gustan? -le sonrió cálidamente- Yo soy el médico de mi escuadrón, mi nombre es Ellis. Es un gran trabajo salvarle el culo a mis compañeros.
-¿Pero qué dices payaso? -dijo Kenau- Si no fuera por nosotros te habrían reventado los dragones en todos los viajes.
Todos rieron, Ellis pidió otra ronda de bebidas y los otros cuatro estuvieron unos minutos hablando de dragones con Zeyra.
-Nunca he visto un dragón con mis propios ojos. -añadió ella- Ojalá tener la oportunidad durante nuestro viaje.
-¿Viaje?
-Así es, hemos salido de nuestra aldea para tener la oportunidad de explorar el mundo exterior y saber qué hacer con nuestras vidas.
-¿Habéis dejado a vuestras familias atrás? -dijo Kenau sorprendido.
-Dandie no tiene familia, apareció un día en la aldea en condiciones críticas y nunca se supo nada de quién le trajo, y en cuanto a mí sólo me queda mi hermano pero está siempre fuera. A veces enviaba cartas, pero con el tiempo ha ido dejando de hacerlo.
Kenau asintió y se disculpó por haber sacado el tema.
-No pasa nada, nos es bastante indiferente.
Zeyra siguió escuchando las historias de sus expediciones y las discusiones sobre las teorías entre Fhaladie y Caedrys, por otro lado Ellis estaba hablando con Dandie.
-A veces durante las expediciones las cosas se complican y tenemos que buscar soluciones precipitadas con algunas herramientas y curas improvisadas, cuanto más viajo más descubro y más aprendo, apunto todo en mis libros sobre lo que encuentro. Así he logrado hacer avances en mis habilidades como médico, no es fácil saber qué hacer en cada momento, y todo el mundo tiene su confianza sobre ti cómo si lo supieras todo. -dió un sorbo a su bebida- Por cierto, si en algún momento te interesa aprender ven a verme. -le extendió un papel con una dirección escrita en él- Tengo una serie de libros que quizás te interesan, pasa cuando quieras aunque yo no esté.
Ellis terminó su jarra y se puso de pie junto a sus compañeros.
-¿Os vais ya? -dijo Dandie mientras se guardaba el papel.
-Debemos partir pronto para evitar problemas, es tarde así que vosotros también deberíais iros a vuestra casa.
Los hombres salieron la taberna, dejando a los chavales solos en la mesa. Estuvieron bebiendo sin intercambiar palabras hasta que Zeyra rompió el silencio.
-Dandie, creo que nuestro próximo destino debería ser la ciudad de Jonick, es donde está la gran biblioteca y podremos recopilar más información sobre el tema. Dicen que muchos libros perdidos fueron entrgados allí para su examinación y el consumo de investigadores e interesados. Quién sabe, quizá incluso haya más diarios como este de las mismos u otras personas.
Dandie asintió y sacó de su bolsillo el papel que Ellis le dio, "Las llaves están en la planta morada, Avenida de Jonick 72, Killarney" y acto seguido miró a Zeyra.
-Bien.
Al salir del sitio un chaval cerca de la puerta les paró y les dió una extraña moneda roja.
-Una chica me ha dado esto diciéndome que os lo diera a vosotros y os ha señalado, también me ha dicho que os diga que se va, y que gracias por la compañía.
Zeyra y Dandie le agradecieron al chico y salieron de la taberna sirigiéndose de nuevo a la estación, pues ya se había hecho de noche y saldría el tren que les llevaría finalmente a Pan.
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Kiroly: El resurgir de la leyenda
FantasyZeyra se ha encontrado una vieja leyenda que estaba perdida en el tiempo, pero el auge de la guerra y las fuerzas enemigas complica cada vez más el avance de su aventura. Ella junto a su amigo Dandie se inmiscuye en todos los asuntos que le acerquen...