Capítulo 7: Cartografía

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–Zeyra, ¡no!

–¡Zeyra SÍ!

Zeyra y Dandie estaban corriendo en círculos alrededor de una roca grande, ella sostenía una rama con manchas de color violeta y él se la intentaba quitar.

Furiel había encontrado en la cima de esa roca un círculo pintado, y al compartir la noticia Zeyra ella se emocionó pensando que significaría algo y cogió la rama de al lado.

–No sabemos nada de magia, –Dandie la intentaba convencer– ¡Puede ser peligroso!

–No es peligroso, –Furiel le respondió– a no ser que recites las palabras mágicas...

La cara de Zeyra se iluminó y empezó a gritar palabras aleatorias con la intención de activar algo.

–Furiel no ayudas, ahora ella va a... –Dandie comenzó a hablar y Furiel le guiñó el ojo– Oh.

Era ya mediodía y estaban hambrientos, todos menos Zeyra la cual sólo había aceptado tomar agua, a Dandie eso le extrañaba pero decidió no comentar nada.

Apoyando su espalda sobre la roca Furiel sacó un puñal y comenzó a cortar el pan. Preparó dos bocadillos y le extendió uno a Dandie. Estuvieron comiendo mientras charlaban y decidían por dónde había que seguir.

–A ver, ¿Pero a dónde queremos llegar? –Furiel dijo– Eso hay que saberlo lo primero.

Dandie encogió los hombros y ambos miraron a Zeyra.

–A buscar la espada legendaria, –dijo ella mientras blandía el palo con una mano– para que yo me convierta en la guerrera más fuerte, obviamente.

–¿Osea que este pleno viaje es por y para satisfacer tus caprichos? –preguntó Furiel con cierto tono de burla– ¿Y si yo quiero algo?

Estuvieron todos callados durante un pequeño rato hasta que ella habló sin mirarle.

–Pues te esfuerzas para ello, estamos en este viaje para esto. –hizo una pausa y miró a Dandie–Dandie todavía no nos ha dicho qué quiere, así que mi objetivo es el único que tenemos por ahora. –pasó a mirar a Furiel– Si quieres algo no lo calles, al contrario, cuéntanoslo y haremos todo lo que esté en nuestras manos para ayudarte a lograrlo. En el fondo eres uno más del equipo ahora.

Furiel enmudeció, no esperaba una respuesta tan cortante por su parte pero aquello que le sorprendió más fue el hecho de que Zeyra le aceptara como un miembro de su grupo. Pensaba que siempre la había desagradado a esa chica, pero parecía que no hablaba con ironías.

–¿Viste algo de tu interés en la biblioteca? –Furiel quiso cambiar de tema y ambiente– Pensábamos que volverías porque estaba cerrada pero has estado fuera toda la noche así que supongo que pudiste entrar de alguna manera.

–No. –Zeyra mintió y Furiel pareció extrañarse– No había nada de lo que buscaba y eso que estuve toda la noche allí investigando. Pude entrar porque la responsable del lugar me dejó pasar aunque ella me explicó que estaba cerrada.

Furiel asintió lentamente y aunque no estaba convencido del todo lo dejó pasar.

–Yo no suelo ir mucho a esa biblioteca, tengo en casa casi todo lo que necesito. Dandie, ¿tu cogiste algunos manuales de la biblioteca? –el niño asintió– Yo también, igual nos son de ayuda en algún momento.

Furiel sacó tubo de cartón de su mochila, y de él un montón de papeles enrollados. Comenzó a explicar que eran mapas, y como funcionaban cada uno.

-Este es político, ya sabéis, nombres y eso. –miró a los otros dos– No tenéis ni idea de cartografía ni de cómo leer mapas, ¿verdad? –ambos negaron con la cabeza y Furiel sonrió emocionado– Supongo que me tocará contároslo.

"Pues los políticos van por territorios, pero es más bien nombres oficiales de ciudades, capitales... También ponen las fronteras, y todo tipo de medios de transporte. Por ejemplo; estas líneas representan los caminos que siguen los ferrocarriles, y estos símbolos son los puertos."

Puso ese mapa detrás de los otros y explicó el siguiente.

"Este es uno físico, que representa el relieve y todas esas cosas que podemos ver con nuestros ojos, por eso es más fácil encontrarse aquí que en el otro mapa, pues en el otro sólo te puedes situar si conoces el nombre del lugar donde estás. Nosotros estamos aquí, más o menos." Furiel señaló un lugar con el dedo. "Me lo sé porque conozco el sitio ya que no nos hemos movido mucho pero si no sería mucho más complicado. Fijaros, que tenemos un río cerca".

Cogió los otros dos mapas que quedaban y los comenzó a explicar.

"Este es otro político, pero es diferentes, a ver si me sabéis decir por qué." Los otros dos niños se quedaron callados pues ambos mapas les parecían clónicos, y Furiel decepcionado, pero no sorprendido siguió hablando. "Joe chicos, mira que sois cortos. Este mapa está más completo, es obvio. El otro es uno oficial, y este es mío, donde estoy apuntando aquellos nombres de lugares tan pequeños o poco poblados que no aparecen, y este viaje me va a venir muy bien para rellenarlo." Zeyra iba a hablar pero Furiel la cortó. "Ya sé lo que vas a decir, los tengo separados porque así puedo ir viendo el progreso de mi propio mapa, e ir comparando para ver cuánta información le falta al otro."

"Este último es un mapa de viaje, apunto cosas que no son oficiales, tipo "Casa de Mar", "Campamento", o "Punto de encuentro". También los caminos para ir de un lugar a otro, esto lo he hecho con un hechizo que sigue mis movimientos y lo plasma en el mapa. En el fondo es bastante útil."

Furiel había terminado de hablar y había dejado sin palabras a Zeyra y Dandie, que habían estado escuchando atentamente de principio a fin.

Cogieron el mapa físico y el de viaje y se pasaron la tarde mirando las cosas a su alrededor, comparándolas con lo que veían en el papel. También se entretenían viendo cómo se dibujaba lo que recorrían en el mapa de viaje. Estuvieron andando durante horas, hasta que se les echó la noche encima, y pudieron distinguir una luz en la lejanía, escondida entre los árboles del bosque en el que se habían adentrado.

Los tres se dirigieron hacia allí, teniendo cuidado con dónde iban poniendo los pies. La zona estaba llena de montones de leña y árboles talados, con algunas palas, hachas, y otras herramientas apoyadas. Se acercaron a la casa, que estaba silenciosa y era bastante pequeña, y llamaron a la puerta.

Esperaron un poco hasta que un chico un poco más mayor que ellos les abrió la puerta. Parecía sorprendido de encontráselos y les dejó pasar.

Kiroly: El resurgir de la leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora