Un Cuento De Hadas Parte 8

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Subí las escaleras hasta terminar en un pasillo con 3 puertas, toque la primera puerta por la sencilla razón de un letrero con el nombre de a quien buscaba, el letrero no era llamativo en absoluto solo era una pizarra con un nombre escrito, mientras me perdía en mis pensamientos una figura salió del otro lado de la puerta dejándome algo sorprendido.

-¡¿QUÉ HACES AQUÍ?! - se me interrogo una vez fui completamente visualizado por el contrario.
-Bueno, no sabía que hacer, no pude verte en todo este tiempo y-
Fui interrumpido por una mano en mi boca mientras que con otra era introducido a la habitación.
-No debiste venir, no tenemos nada de que hablar, ¿o es que olvide algo en tu casa?.
-No, no era por eso por lo que vine, quería saber si estabas bien. Estaba preocupado.
-Estoy bien. Si eso era todo entonces vete - algo anda mal, el no es así, a caso ¿tiene miedo?
-Dime la verdad, ese día me dejaste abrazarte, ¿y ahora me rechazas? No te creo en absoluto.
-Eso... Fue un error, no debió pasar, solo olvídalo.
-No. Aún cuando pensé hacerlo, simplemente no puedo, he pensado en solo dejarlo pasar y ya pero la verdad no quiero, eres el único que me hace pensar en querer protegerte y nunca dejarte - ni siquiera yo era consiente de esas palabras, solo eran lo que de verdad sentía. Ya no hay vuelta atrás.
-¿A ti te gustan los hombre? No, ¿verdad? Búscate a una mujer y olvídalo.
-En serio eres terco, ¿eso es lo que quieres? ¿Qué jamás te vuelva a ver? Yo no lo creo - lo acorrale junto a la cama y lo bese - si de verdad lo quieres solo empuja me - se resistía al principio pero poco a poco se dejó llevar.
-*snif* *snif* - está... Llorando.
-Si tanto lo odias solo debiste decir- - algo me detiene de hablar, un torpe beso de su parte impide que siga con mi oración.
-No lo odio en absoluto, pero, ¿porqué tenías que venir? Estaba dispuesto a olvidarte y dejarte libre... no quiero que mi padre te lastime, por favor vete - a pesar de que sus palabras decían una cosa la forma en como me sujetaba decía otra, no te vayas.

~~ ~~

La mujer abrió la puerta y le dio la bienvenida a su esposo, junto a el venían un hombre y una joven chica.
-Él es Joel un amigo del trabajo y ella es Sasha, su hija, los invite a cenar - presentó el hombre con una cara no muy alegre.
-Mucho gusto - pronunció el hombre con gran sonrisa en su rostro.
-Hola... - se oyó una tímida voz desde el fondo proveniente de la joven.
-Mmm... Hola, mucho gusto, vengan pasasen, pasasen la comida ya esta lista, ¡NIÑAS! ¡A COMER! - la mujer se veía confundida por lo que ocurría, su esposo no le mencionó nada de esto.
-¡Ya vamos! - gritaron dos pequeñas que corrían por la casa.
-Saluden - mustio su madre como un reproche por sus malos modales.
-Hola~ - se les oyó decir al unísono como si de un coro se tratara.
-¿Donde esta ese niño?, no ve que hay visitas - pregunto el padre de Alexander, quien de por sí ya se encontraba un poco molesto.
-Le diré que baje ahora mismo.
-No, iré yo.
-He? Pero...
-Tú atiende a los invitados.
-Si...
El hombre subió las escaleras para al final encontrarse frente a la puerta de su primogénito.
Toc Toc toc
Tres toque se oyeron en la puerta
-Alex, soy yo. Abre la puerta.
-Padre ya voy, espera un segundo.
-Bien... Hay invitados así que sal ya - menciono su padre con peculiar tono de reproche y severidad.
-Entiendo - la puerta se abrió y el joven se dejó ver.
Él hombre hecho un leve vistazo a la habitación, estaba vacía. Hacía tiempo ya que el primer invitado ya se había ido dejando atrás a su "princesa".

Eso es todo por ahora. Se que les prometí algo más largo pero ya ven los dejaré con las ganas.

En el siguiente capítulo les mostraré lo que paso en esa habitación y cual fue su decisión.

El siguiente capítulo será el final definitivo... creo.

Bye.

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