Historias BL (+17)

Un Cuento De Hadas Parte 9

Alexander y su padre volvieron a la sala y ahí el chico visualizo a dos personas que no conocía. Sin mucha demora y de forma cortés saludo a los invitados.
–Mucho gusto mi nombre es Alexander.
–Hola, gusto en conocerte, Alexander, ella es mi hija, Sasha y yo soy Joel.
–Hola, encantada - la chica sonrió dulcemente y de forma delicada.
–Bueno, listas las presentaciones, ¡pues a comer! - comentó el padre de Alexander.
–Sirvance, Sirvance - añadió finalmente su madre.

Una vez la cena terminó ¡los adultos volvieron a la sala, las niñas a su cuarto y Alexander con Sasha a la habitación de este.

–Mmmm bueno... Eres muy agradable y me caes muy bien – menciono Sasha asía Alexander
–Ah... Gracias, tú también me agradas. Jeje – complemento Alex
–Pero sabes hay algo que tengo que decirte – La voz de Sasha tenia un tono sombrío
–Yo también – dijo Alex avergonzado por las palabras de la chica.
"¿y si me dice que le gustó?" pensó Alex con una cara algo que esperaba no suspendiera nunca.
–Soy... – pronunciaron los dos –^LESBIANA^, ^GAY^ – gritaron al unísono.
Los dos se miraron perplejos y con una sonrisa algo estropeada.
–¿Hablas en serio? Creí que te gustaba – mencionó Sasha con tono burlón.
–Si, hablo en serio – hizo una pequeña pausa –Y claro que no me gustas, te acabo de conocer.
–Es un alivio. Mi padre quiere que me case con un chico sin embargo a mi no me gustan, ya se lo he dicho pero el no entiende sobre como me siento, cree que es una idiotez.
–Te comprendo, mi padre dice lo mismo, pero con otras palabras.
–Me lo imagino... Pero ya, hablando claro, ¿te gusta alguien?
–S-si... Pero no se lo digas a nadie, mi padre lo odia y mi madre... pues...
–No te preocupes, no diré nada.
–Gracias.

Desde la puerta unas risas se oyeron, y unas pequeñas niñas se asomaron, las jóvenes hermanas de Alexander habían estado oyendo a escondidas desde asía un buen rato.

–Niñas ¿que hacen aquí?
–Pues que más, espiar te, sabemos que un chico estuvo aquí, lo vimos salir de tu cuarto por la ventana.
–Exacto, y era muy guapo, ¿es tú novio?
–N-n-n-no-o – las mejillas de Alex ardían de la vergüenza.
–¿Eh? Pero te gusta, y si no son novios, ¿entonces?
–Bueno es más complicado que eso.
–Cuéntanos – comentaron 3 voces al mismo tiempo.

Flashback

–No lo odio en absoluto, pero, ¿porqué tenías que venir? Estaba dispuesto a olvidarte y dejarte libre... no quiero que mi padre te lastime, por favor vete – a pesar de que sus palabras decían una cosa la forma en como me sujetaba decía otra, no te vayas.
...
Ambos se abrazaron y se dieron un cálido beso.
Era inevitable que no sucediera, ellos lo sabían ¡se amaban más que a nada!
–No me pasara nada, no lo dejaré hacerme daño y tu tampoco ¿o si?
Las lágrimas de Alexander recorrían su rostro y lo deja van con una voz temblorosa.
–Nunca, te voy a proteger.
–Y yo a ti, para siempre.
–¿De verdad?
–Si, no lo dudes.
–Creo en ti.
–Y yo en ti.
Se quedaron por un instante de esa manera para después alejarse y volver a unos sus labios.
–Tengo un plan, y uno muy bueno.
–¿Qué? ¿Cuál?
–Cuando termines la preparatoria tendrás 18, entonces serán mayor de edad ¡podrás venir conmigo¡
–¿QUÉ? NO, IMPOSIBLE, SI ALGUIEN SE ENTERA...
–Nadie lo sabrá, tu y yo no nos volveremos a ver hasta entonces, fingiras que me olvidaste y yo no vendré más, entonces tu padre no me buscará y el día de tu graduación vendré por ti.
–Eso... Supongo que esta bien.
–Lo vez, tu solo espera por mi, te prometo que vendré.
Comenzaron a oírse pasos subiendo la escalera.
–Tienes que irte, alguien viene.
–Si, lo se.
–Ven por aquí.
Daniel salió por la ventana y bajo por la enredadera.
–Te esperare ¡Daniel!

                       Te amo.

Esa última frase no la dijo en voz alta.
FIN DEL FLASHBACK.

Las tres chicas se miraron entre ellas aguantando un pequeño grito de emoción, esto era mejor que cualquier libro de romance (o manga jeje 7u7) que hubieran leído, ¡esto era real!.

–NO DEBEN CONTARLE A NADIE ¿OK?
–Vale, no diremos nada... He incluso te ayudaremos ¿verdad chicas?
–¡Si!, es cierto, seremos tus aliadas.
–¿Qu-que? No hablan en serio ¡saben lo que pasa si lo descubren!
–Pues ya que, estamos juntos en esto.
–Así es, hermano cuenta con nosotras.
–Gracias.

En el fondo sabía que esto no podía salir como deseaba pero agradecía que ellas le ayudaran.

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9 meses después.

Alexander y Sasha habían estado simulando una relación desde hacía ya 6 meses, y al parecer todos se lo han creído, excepto sus hermanas, claro.

Sin embargo, ambos sabíamos que pronto llegaría la graduación y con ella la parte más difícil del plan.

Solo 3 días más.

Día de la graduación.

–Felicidades por tu graduación, hijo.
–Gracias, mamá.
–Seguramente serás un gran hombre.
–Já, si claro.
–No seas cruel con tú hijo.
–Está bien, gracias por venir papá.
–Si, si. Ya vámonos.

Salimos de la escuela directo al auto, sin embargo una figura se poso frente a nosotros, era él.

No podía contener la sorpresa, por fin después de más de 6 meses le volvía a ver.

–¿Acaso no eres ese marica que estaba con mi hijo?
–P-papá, por favor.
–¿Qué? ¿Vas a defender lo?
–Cariño basta, es un lugar publico.
–Tsk, solo por esta vez, pero si te vuelves a acercar a él, te mataré.
–P-p-papa.

Mi garganta se volvió un nudo, estaba a punto de llorar.

–¡Lo siento señor!, pero no puedo alejarme de su hijo... Lo amo.
–¿Q-que? Mierda, tu en serio me molestas.
–Cariño...
–Deja eso, mujer.
–Se que es difícil de aceptar pero yo en serio lo amo, y si ustedes me permiten lo haré feliz.
–Ni lo sueñes, el es un hombre y debe estar con una mujer, además el ya tiene novia, Sasha.
–Papá, eso... No es verdad. Sasha y yo solo figimos ser novios.
–Así que era eso, ya se me hacía raro, ¿acaso eres un marica?
–Papá por favor...
–¿Qué? Nada de lo que digas lo cambiará.
–Cariño, basta. No sigan con esto.
–Tienes razón, esto es estúpido. Nos vamos. Y no lo verás de nuevo.
–¡NO! PAPÁ.
–Ya no tengo paciencia con esto, vámonos. Sube al auto.
–Señor, no lo voy a permitir.
–Crees que me importa lo que tu quieras, no dejaré que mi hijo se vuelva un marica... Cómo tú.
–No lo insultes. Yo lo amo.

Mi padre me tomó por el brazo y me dio una bofetada, nunca me había sentido peor en mi vida, el ya no me veía como a su hijo, esto era todo.

Me subió al auto y nos pusimos en marcha hasta llegar a casa, me bajo, me llevó a mi habitación, me encerró y se fue.

Ahora estoy solo...

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Es todo por ahora, segura en el siguiente capitulo.
No se lo pierdan.