Despertar

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Me he despertado sudando y con la esperanza de que todo lo soñado fuera un sueño, pero no. Estoy tumbado en el sótano de mi casa, junto a Rick. Estamos los dos tumbados, él parece que está despierto pero no quiero hablar, mejor dicho, no puedo hacerlo.

Tengo la lengua totalmente dormida, y como la lengua, todo el cuerpo. No se quién me lo ha hecho, pero no me espero nada bueno porque lo último que recuerdo es el golpe que me dió el encapuchado de las cadenas.

A los 5 minutos de estar consciente veo que mi madre entra en el sótano. Está vestida con una bata de enfermera llena de sangre, entonces me dice:

-Tranquilo, esto no te va a doler.- Me dijo con suavidad.

Me pone las dos manos en el pecho y una cara de concentración que nunca le había vist

Segundos después empiezo a mover mis dedos. Es una sensación rara, como si mi cuerpo se estuviera formando desde mis pies hasta mi cabeza.

A los cinco minutos ya está mi cuerpo totalmente despierto y le pregunto a mi madre:

-¿Qué ha pasado?- Digo con voz ronca.

-Yo estaba por el bosque, recogiendo unas plantas para los remedios que hago. -Comenzó diciendo lentamente y con nervios.- Entonces escuché el aullido de Rick. Llegué lo antes que pude, pero estábais tan lejos que cuando os encontré ya habíais acabado con todos. Te quité las cadenas y tu padre y yo os trajimos  a casa para curaros.

Hace una leve pausa para mirar mi herida de la cabeza y continua:

-Tu hermano está mejor que tú porque se comió la mitad del cuerpo de uno de los encapuchados y está regenerando más rápidamente, pero tú estás tardando más en curarte. Necesitamos encontrar un incentivo para acelerar el proceso, si no lo hacemos pronto te pueden pasar cosas muy malas. Tu padre, que ha ido a buscar ayuda, acaba de llamar y dice que tiene la solución. Dice que tienes que transformarte.

Me pone en la mano la garya de la luna y en la otra lleva cadenas gruesas de plata.

-Hijo, tengo que hacer esto-. Me dice mientras me levanta con mucho cuidado de la camilla.

Me muero de dolor con tan solo pisar el suelo, aquella red de cadenas de plata me ha dejado señales por todo el cuerpo.

Mi madre me lleva hasta una esquina del sótano y empieza a atarme con las cadenas enormes. Me empieza a doler todo el cuerpo, pero aguanto el dolor mirando a la garya. Cuando termina de atarme me dice:

-Tienes que concentrarte mucho. Al principio querrás que pare la transformación, pero tienes que dejarte llevar por la luna. Piensa en ella si cierras los ojos y no dejes que ningun otro pensamiento te llegue a tu mente. Tenla solo a ella.

Asiento con la cabeza y miro fijamente a la luna de la garya. No siento nada, pero sigo intentándolo. Tengo la luna en mi mente tanto que hasta cuando cierro los ojos solo la veo a ella. Pero no consigo hacerlo. Ya no sé que hacer, mi madre está dando vueltas por todo el sótano.

En ese momento veo sobre la mesa que hay a mi izquierda la garya que llevaba el vampiro con el símbolo de la gota de sangre. Entonces empiezo a romperme por dentro, mis huesos parece que se quiebran como ramas al pisarlas. Mi mente ha cambiado la imagen fija de la luna por una gota de sangre. Luna, sangre,luna, sangre. Hasta que al final, las dos imágenes se me juntan y solo consigo ver una luna chorreando sangre.

En ese mismo instante levanto la cabeza y veo a mi madre y a Rick que al parecer se ha levantado para observarme. Los dos tenían cara de asustados y ninguno se movía. Entonces, empiezo a notar un fuerte pinchazo en el pecho. Mi cuerpo humano está destrozado, sin fuerzas. Sin embargo, estoy notando una fuerza sobrenatural dentro de mí. Me miro las manos y lo único que veo es pelo y unas garras descomunales, pero mis brazos siguen en forma humana. Cada vez estoy sintiendo más esa fuerza no humana. Entonces me doy cuenta de que todos mi sentidos se han agudizado. Y consigo oir lo que le está diciendo mi madre a Rick:

-No hijo, esto no lo había visto nunca. Pero sí he oido hablar de ello. Es muy raro que suceda y podría ser peligroso que tu hermano no terminara la transfor...

De repente, entra mi padre corriendo en el sótano. Lleva algo redondo y grande en la mano, pero no logro ver que es, porque tengo los ojos llenos de algo rojo. Entonces, mi padre se acerca corriendo:

-Hijo, tienes que aguantar consciente...- Cada vez lo oigo más flojo. -Lo que tienes en los ojos es sangre, pero sangre de tu forma humana. Si no logras transformarte ya, no podrás volver a...

No consigo escuchar lo que continua diciendo mi padre, porque ahora tengo los oídos llenos de sangre. Estoy notando más mi fuerza sobrenatural. Intento gritar de lo doloroso que es, pero lo único que oigo es el sonido de las cadenas rompiéndose y un fuerte aullido, tan fuerte que rebota cientos de veces en las paredes del sótano...

El aullidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora