Sang Hyuk se preguntaba cómo era posible que la estabilidad de su vida perfecta se fuera al caño solo por un humano. Ciertamente no había sido un santo, pero como Ne-Val había cumplido con todas y cada una de sus creencias. Incluso el día que se enteró de la realidad de su nueva vida en un planeta no propio, lo tomó con tanta calma, hasta el punto de querer conocer y convivir con aquellos llamados terrestres. Debido a ello había insistido tanto en estudiar una carrera fuera del conglomerado de los Ne-Val, a un lugar en donde también asistían humanos terrestres. Sin embargo, aquella confianza de la que siempre se había jactado parecía haberlo abandonado al menos desde que posó su mirada en el bello rostro de Hongbin.
El movimiento inconsciente de su pierna derecha, mientras se mordía con insistencia el dedo pulgar de su mano izquierda, solo era el claro signo de lo sumamente nervioso que estaba. Se suponía que hablaría con Hongbin sobre su situación, pero cada vez que lo había intentado, simplemente no había podido decir nada. Así que se propuso a hacerlo al menos una vez que hubiera hecho un par de investigaciones sobre el tema; o eso fue lo que se dijo para tratar de calmarse, porque durante sus escasos 18 años, la mayor interacción que había hecho con alguien en forma romántica, era tomarse de las manos y darle un pico a la única novia que con anterioridad había tenido, relación que obviamente no se dio cuando ella encontró a su tantum, seis meses después de haber conocido a Hyuk.
Hacía cerca de 20 minutos que le había enviado un mensaje a Jae Hwan para avisarle de que ya se encontraba en el lugar acordado por el castaño — para la supuesta reunión que tendrían — pero parecía que Jae Hwan, con cada minuto que pasaba, torturaba un poco más al pelirrojo. Pensó que quizá la ubicación estaba mal, pero al releer el mensaje que su amigo le había enviado, corroboró que el sitio era el correcto.
— ¡Al fin! — soltó en cuanto vio a Jae Hwan acercarse a él.
— Lo siento, es que... Me quede dormido. Pero ya estamos aquí.
El poco alivio que Hyuk había sentido se esfumó de su cuerpo en cuanto se detuvo a observar a detalle a Jae Hwan. El castaño tenía la ropa mal puesta y algo arrugada, además, lucía un — no — muy discreto chupetón en su cuello, el cual parecía ser reciente. Y aunado a todo eso, el semblante de Hak Yeon — quien lo acompañaba — no estaba mejor, porque, aunque estaba mostrándole una sonrisa, su forma de caminar le daba a Hyuk demasiadas cosas en que pensar.
— ¿Y Hongbin? — preguntó de repente Hak Yeon mientras caminaban a su departamento.
—El no pudo venir — mintió.
La razón era sencilla, Hyuk necesitaba hablar con ambos sin la presencia perturbadora de su novio, al menos hasta que la feliz pareja le aclarara ciertas dudas. El que hicieran una fiesta para festejar el recién estrenado departamento de Hak Yeon le había caído como anillo al dedo.
El recorrido fue tranquilo, después de todo el lugar no quedaba demasiado lejos de la universidad; mientras arreglaban el lugar para recibir a más personas las conversaciones entre ellos se basaron básicamente en temas escolares, hasta que los nervios que consumían por dentro a Hyuk, hicieron que sus amigos comenzaran a notarlo.
— ¿Hyuk? ¿Te encuentras bien?
— Ah... Si ¿Por?
— Porque aún no sueltas ese vaso y, por lo que veo ya no tiene nada. Además, lo estás sosteniendo al revés — comentó divertido Jae Hwan.
Una risa nerviosa surgió de los labios de Hyuk al notar ese detalle. Dejó el vaso sobre la mesada y tomó una bocanada de aire que después expulsó con suavidad por su boca, el momento había llegado y debía de aprovechar que aún se encontraban solos los tres.
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Manto Estelar [HyukBin]
Fanfiction-... Sin sentido aparente, el amor puede llegar de golpe aún si uno se niega a aceptarlo, hijo. 《Pero él es un humano...》