“Nuestra felicidad estaba planeada, porque me amas y te amo”
Yoongi despertó, sin tener a Jimin al lado. Con los huesos adoloridos por la incómoda posición en la que estaba. Todavía no terminaba de amanacer, pero el cielo sorpresivamente estaba estrellado.
Levantó la cabeza, para mirar a través de la abertura y encontrar a Jimin parado en una roca, con el ukelele en los brazos, mirando el cielo como un ciego miraría por primera vez los colores presente en la primavera.
Fue cuando recordó el texto resaltado en la copia que tenía del libro de su madre, cuando tuvo un momento de reflexión y entendió con pesadumbre aquellas palabras.
«Tuve que aprender a la fuerza que yo era la “otra”, “el pasatiempo” que usaba para las noches cuando tenía frío; hambre, sueño. Ella estaba primero desde muy antes; su amada libertad. Lo entendí tarde, pero tuvo el mismo impacto. Se había ido con una carta que no decía nada más que patéticas excusas. El amor que él sentía por la libertad, terminó despertando en mi el odio por ella»
Yoongi tenía seis años en aquel entonces, cuando sin entender las palabras que había leído, se acercó a su abuela. Hacia calor, la recordaba como si fuera ayer; sentada como una reina en un sofá de mimbre, con un abanico en sus manos llena de anillos adquiridos por sus generaciones pasadas.
Estupideces había exaclamado luego de releer lo que Yoongi había resaltado con torpeza ¿Odiar la libertad porque la cambiaron por ella? Patrañas, mi niño. No se odia nunca lo que otro ama, al final te termina envenenando de malos sentimientos. Tú, trata de no odiar en lo absoluto.
Pero las dudas seguían en su mente de infante, que trataba de entender porqué su madre hablaba así de su padre en los libros, pero su abuela, le explicaba otra cosa distinta.
Quieres saber acerca de él decía sin pronunciar su nombre porque alegaba, que era de mala suerte hacerlo por eso, tienes dudas. Supe desde el primer instante que tu madre lo presentó que ese muchacho no dejaría de estar descalzo para ponerse en los zapatos de un padre y hombre de familia.
Ella no le guardaba rencor. Estaba vieja para hacerlo. Pero le hubiera gustado que ese hombre, se enamorara de alguien tan enamorado como lo estaba él de la libertad. Para que vea cómo se siente decía su abuela porque odiaba como el odio que Hye sentía por la libertad, la llevó a estar presa de las palabras llena de rencor hacia la persona que le prometió el paraíso bailando descalzo en los callejones.
Conformé pasó el tiempo, le parecía menos entendible la relación que habían tenido sus padres. Su madre decía en sus libros que las diferencias a final de cuenta, no hacía encajar a las personas, o quizás si, pero no eternamente.
¿Así se sentía entonces estar celoso de una estupidez? Se levantó de mal humor, dejó la manta sobre el piso y gruñendo escapó por la abertura del árbol.
— ¡Buenos días, Yoongi! -exclamó Jimin al verlo. Tenía la carita sucia y las ojeras tan pronunciadas que parecía tener un cielo nocturno en la piel.
Yoongi suspiró, mirando el cielo con desdén. Jimin se perdía mucho mirando el cielo. Había millones de cosas a su alrededor -yo por ejemplo, pensaba Yoongi con cansancio mientras estiraba su cuerpo y se preguntaba porque ese día, se sentía tan fatal.
Nunca había sentido celos. Se había considerado toda su vida una persona que vivía al margen de sus sentimientos. No los expresaba a no ser que sea de extrema necesidad. Los escritores no muestran sus sentimientos decía su madre cuando Yoongi le presentaba un trabajo sonriente, expectante Los escribe y trata de que el lector se ponga en la piel de uno.
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A cosmic child. «Yoonmin» [EDITANDO]
FanfictionDonde Jimin busca un extraterrestre y encuentra a Yoongi, el chico de otro planeta. 2O18 ! [sin correcciones]