Korobushka

Capitulo IV. Un pequeño susto

Naruto acompañó a su mejor amiga a su apartamento, para posteriormente dirigirse al hotel en donde se había hospedado; cuando Sakura abrió la puerta de su departamento encontró a Ino quien parecía alterada.

-Haruno – le gritó – te estuve buscando como loca toda la tarde, llame al menos 20 veces a tu celular y jamás contestaste, pensé que te había pasado algo – le reclamó la rubia.

-Ya, vale, se quedó sin pila mi móvil, perdón mamá Ino – se burló la chica – ya, perdón era una broma, salí con un amigo, ¿Qué pasó? ¿Por qué luces bastante alterada?

-El profesor Sarutobi vino a buscarte.

-Mañana iré a buscarlo, pierde cuidado.

-No Sakura, me pidió que te comunicaras con él, se escuchaba preocupado.

-¿Crees que sea algo grave?

-No lo se, espero que no, pero mejor márcale para quitarnos de dudas – sugirió la rubia, mientras le acercaba el teléfono inalámbrico.

Sakura le marcó al profesor Sarutobi, quien al contestar se escuchaba alterado.

-Sakura, al fin logro contactarte – se escuchaba agitado.

-¿Qué sucede profesor? ¿Es algo grave? – pregunto curiosa.

-Me temo que sí, tienes que venir al hospital, tu madre ha tenido una recaída – comentó alterado.

Sakura dejo caer el teléfono, estaba en shok, su madre había tenido una recaída de nuevo, Ino la observaba expectante, quería saber que pasaba pero la mirada perdida de la pelirosa le decía todo, algo estaba jodidamente mal.

-Ino, necesito que me lleves, en este estado no podré conducir – comentó la pelirosa, mientras tomaba sus llaves y una chaqueta que estaba en la sala.

La rubia asintió con la cabeza y ambas chicas salieron del departamento; ambas iban en completo silencio, Sakura observaba distante por la ventana; de pronto ya se encontraban en el estacionamiento, Ino aparco el auto y Sakura salió prácticamente volando en busca de respuestas por saber como estaba su madre.

En el pasillo estaba Sarutobi quien se acercó a la chica y la abrazo.

-Todo estará bien Saku, tú mamá es fuerte – comentó el anciano tratando de darle consuelo a la chica.

Sakura estaba ansiosa en la sala de espera, Ino le había llevado un café para tratar de tranquilizar sus nervios, minutos después llegó Naruto, quien al percatarse de ello corrió la pelirosa en busca de consuelo en los brazos de su mejor amigo.

Después de dos horas de espera, finalmente había salido un doctor alto con una enorme caballera cana.

-Familiares de Mebuki Haruno – pregunto curioso mientras se acercaba al lugar en donde estaba Sakura y sus amigos.

-Sí, somos nosotros – contesto Sarutobi, quien se había puesto de pie.

-Hola, soy el doctor Jiraiya, me alegra informarles que pudimos estabilizar el corazón de Mebuki, tiene un corazón muy fuerte y lleno de vida, pero por desgracia tendrá que quedarse algunos días en observación, ya saben por seguridad y prevención.

-Ya veo – comento en un susurro la pelirosa.

-Usted debe ser su hija – pregunto curioso Jiraiya – el parecido entre ustedes dos es sorprendente.

-Gracias – sonrió la chica, limpiando una lagrima que deslizaba por su mejilla.

-No debes preocuparte querida, tienes una madre excepcional – sonrió amablemente Jiraiya.

-Gracias, eso lo se – sonrió la pelirosa – que fue lo que le paso a mamá – quiso saber.

-Bien, me temo que ha tomado más de la dosis que le indique a tu madre de la enalapril, le he dicho que si no toma la dosis correcta se vería reflejado en su presión o en su corazón, además de ello, según el electrocardiograma que le practique hay una pequeña vena que comienza a hacer de las suyas, ya sabes a alterarse un poco, así que tendremos que recetarle algo para su cuidado, al igual que no tiene que hacer actividades físicas pesadas como cargar cosas o subir muchas escaleras, tiene que estar en un ambiente de paz y completa relajación, le haría bien practicar algo de yoga o natación, es recomendable esos deportes para su condición.

-Lo entiendo, haré todo lo que usted me indique doctor.

-Sólo dime Jiraiya, tu madre más que mi paciente la considero una gran amiga, amó muchísimo su música y me alegro que cada que tiene un concierte me da pasas vip para mi y mi esposa – comentó rascándose la cabeza haciendo sonreír a la chica.

-Me quedare con ella esta noche yo Saku, tú tienes que estar lista para el examen de mañana – comentó Sarutobi.

-No tiene porque molestarse profesor, ella es mi madre y me gustaría estar con ella en estos momentos – comentó la pelirosa.

-Bien Saku, tratare de abogar por ti en la universidad para que te apliquen el examen el lunes y no mañana, creo que por las cuestiones en las que sucedieron los hechos no habrá problema.

-Es usted muy amable – lo abrazó la chica.

-Bueno, me quedaré entonces contigo Saku – comentó el rubio – sólo haré un par de llamadas y estaré para ustedes, apuesto a que le hará bien a Mebuki el verme, de veras – comentó el rubio muy animado, mientras se dirigía a la salida para hacer su llamada.

-¿Qué es lo que quieres dobe? – se escuchó una voz molesta por el otro lado de la línea.

-Demonios Teme, acaso siempre estas de mal humor – comentó el rubio a la defensiva.

-Es tarde y sabes que me molesta que me quiten el tiempo.

-Vamos, conociéndote debes estar de ñoño practicando el violín.

-Para ser el mejor tienes que practicar todo el tiempo.

-Sabes conozco a una chica que te haría quedar con la boca abierta.

-¿Ah sí? y según tu porque, de seguro por tener las piernas largas o de un gran busto como a ti te gustan, sabes que eso no me interesa en lo absoluto.

-Eres más irritante por teléfono que en persona, no me refería a eso, aunque si tiene piernas largas, pero no me refería a eso, ella también es un prodigio en la música y es concertina en la orquesta de Tokio, quizá hasta sea mejor tú.

-Hmmm.

-Ya lo veras, te hará callar la boca en cuanto la veas y la escuches.

-Y solo hablabas para decir eso o hay algo más que quieras agregar.

-Teme eres detestable – se quejo el rubio, quien escucho una pequeña risa burlona por parte de su amigo - sólo quería decirte que tardare unos días más en llegar, sucedió algo inesperado y ahora ella me necesita.

-Ya me imagino que tan necesitada debe estar para pedir de tu ayuda – se mofó el sujeto del otro lado de la línea.

-Baka, eres un cerdo, por supuesto que no, ella es mi mejor amiga y es como si fuera una hermana, no se porque pensé que sería interesante en que ambos se conocieran – se rió el rubio – bueno, cuando vaya a Londres te marcaré dobe, tenemos esa partida pendiente de X-box.

-Tu siempre con tus juegos de niños Naruto.

-Y tú siempre con tus cosas de adultos Sasuke, te veré en Londres en una semana – comentó el rubio, mientras terminaba la llamada.