Fue un placer, Hiro.

2.4K 292 223
                                    

Miguel abrió los ojos sorprendido, estaba sintiendo sus mejillas y hasta sus orejas arder. Hiro estaba jugando mucho con sus emociones ese día; le sonreía coqueto, le quiñaba el ojo, rozaba su mano con la suya y ahora decía eso.
   Ese te quiero no dejaba de resonar en su cabeza y él no podía dejar de ver los ojos de Hiro fijamente, sentía que iba a morirse en cualquier momento y si lo hacía moriría como un hombre feliz.

─Hiro, yo tambi... ─antes de que pudiera terminar, una voz llamó al más bajito.

─¡Miguel, ¿qué esperas para meterte a la casa?! ─reclamó mamá Imelda desde la ventana del segundo piso─, ¿no estás viendo que está frío? ¡te vas a enfermar!

   El pequeño mordió sus labios sorprendido por el regañó, volteó a ver con vergüenza a su cuidadora, notando que no estaba sola, pues Héctor estaba a su lado.

    ─¡Oigan, chamacos! ─gritó Héctor algo molesto─, ¿pues qué andaban haciendo? ─puso sus manos en sus caderas.

    En ese momento el de piel morena quería que se lo comiera la tierra, en cambio, el japones se moría de pena por dentro, al parecer los adultos habían visto todo.

   ─¡Nada! ─Hiro agitó sus manos negando todo─. N-no estabamos haciendo nada.

   ─Bueno, si no estaban haciendo nada ya deberías estar adentro ─comentó Imelda.

   ─U-unos segundos... ─pidió Miguel─, sólo unos segundos, por favor ─juntó sus manos y los vio con cara de perrito regañado.

   La mujer rodó lo ojos y asintió alejandose de la ventana, realmente no podía decirle que no a Miguel cuando se veía tan tierno así que no inició una pelea que sabía no ganaría. Ni Hiro podría resistirse a esos ojitos brillosos.

   ─Ta' bueno, mijo ─accedió el músico─  ¡pero cuidadito y te sobrepases con Miguelito!, ¿entendiste, chinito? ─amenazó.

   ─E-entendido, señor... ─el asiático asintío con algo de pena.

   Cuando se aseguró de que papá Héctor ya no estaba en la ventana volvió a mirar al pelinegro, soltó una risita nerviosa para tratar de ocultar su pena.

   ─Disculpalos... ─el moreno estaba sonriendo apenado─, somos mexicanos, somos algo inoportunos, ¿sabes? ─Hiro negó con la cabeza mientras reía.

   ─No pasa nada, mi tía suele ser así... a parte, me parece que tus días deben ser divertidos con ellos.

   El de piel canela sonrió. Le gustaba como Hiro miraba todo desde otra ángulo, eso le quitaba la pena la mayoría de las veces y se lo agardecía internamente siempre que eso pasaba.
   Se quedaron ahí sin decir nada, sólo estaban viendose, y estarían bien si se quedaran así por un buen tiempo, ninguno de los dos lo veía como una mala idea, pero mamá Imelda podría molestarse si no hacían lo que habían prometido.
   Miguel decidió romper el silencio.

   ─Yo ya... ─el moreno dio unos pasos atrás.

   ─Ibas a decir algo antes... ─interrumpió el japones─, ¿qué era?

   ─No me acuerdo ─contestó rascandose la nuca y viendo a otro lado.

   ─Mmm... ya veo.

   Miguel se acercó rápidamente a Hiro, se puso de puntitas para alcanzarle y le plantó un beso en la mejilla para depués acercarse a la puerta con la misma velocidad que cuando le dio el beso.

   ─¡Adiós, Hiro! ─el moreno se despidió con un ademán y cerró la puerta avergonzado.

   Hiro tocó su mejilla con una mueca de asombro que después evolucionó a una sonrisa tonta, podrías jurar que en sus ojos habían corazones y al rededor de él habían pequeños bebés en pañales con arco y flechas doradas revoloteando junto a él, sus mejillas estaban tan rojas como su corazón que latía al ritmo de la risa de Miguel.
   Una vez que el Rivera cerró la puerta se recargó en ella y se dejó caer poco a poco mientras tapaba su rostro. En la oscuridad que provocaban sus manos su mente proyectaba la imágen de Hiro y eso lo estaba poniendo loco. Hiro era todo lo que necesitaba para sentir su pecho pesado y cálido a la vez. Realmente era cálido, como los labios del pelinegro o las mejillas del mexicano cuando estaba cerca de él... y Miguel siempre quería estar cerca de él.
   Aún así, estaba algo molesto con Imelda y Héctor por haber interrumpido tal escena, pero de todas formas terminó bien, muy bien.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 19, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Del cómo enamorarlo » hiroguelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora