Quedate Conmigo Para Siempre (Justin Bieber)

Capitulo 28

Al llegar a casa, dejé mis cosas en la mesita de la sala y me fui a mi habitación. Miré a Amber sentada en la cama, mirando algo que traía en las manos.

--he vuelto cariño, ¿qué tienes ahí?

Me comencé a aflojar la corbata y la aventé a la cama en cuanto me la quité. Ella levantó la cabeza y me miró.

--creo que ya no quiero un perro.

--¿qué? ¿por qué? Hoy en la mañana aún estabas entusiasmada con la idea.

--es que... no creo que sea buena idea.

--cuando te dije que no te ayudaría a pasearlo estaba bromeando.

--lo sé.

--¿entonces?

Me estaba confundiendo, se supone que mañana iríamos por su perro y ahora ya no lo quería. No entendía. Las mujeres y su bipolaridad incluida.

--no creo que un perro sea bueno para un bebé.

--¿un bebé?

¿De que demonios hablaba? ¿acaso una de sus amigas tenía un bebé y vendría a casa? Pero, no tenía muchas amigas, y si mal no sabía, ninguna de ellas estaba embarazada o tienen un bebé. Amber sonrío al ver mi cara de confusión.

--estoy embarazada.

Sentí como si el corazón me dejara de latir, la sangre de circular y mis pulmones dejaran de expulsar aire. ¿Estaba hablando en serio? No era día de los inocentes ¿verdad?

--¿en serio?

--sí, según la prueba tengo tres semanas.

--¡Oh por Dios! ¡es en serio!

--sí.

--¡Oh Dios!

Sonreí como un idiota, todo el estrés que había acumulado en todo el día se había esfumado con esta excelente noticia. Tanto tiempo planeando tener un bebé y ahora lo teníamos. La tomé de las manos y la levanté de la cama, para después abrazarla. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Era una noticia estupenda, y era la mejor sensación del mundo. Pronto sería papá. Al otro día, me levanté primero y me puse a hacer el desayuno, era lo mínimo que podía hacer por Amber. Después de una hora mas o menos, Amber entra a la cocina y me mira.

--¿qué estas haciendo?

--el desayuno.

--eso es obvio, hablo de comida.

--oh, hice hot cakes.

--bien, porque muero de hambre.

Ella se sentó y rápidamente acerqué todo para que pudiera comenzar a comer. Puso tres en su plato, los llenó con mermelada de fresa y comenzó a comer.

--está muy bueno.

--que bueno que te han gustado.

Asintió sonriendo y al acabárselos, dejó el plato a un lado. Fruncí un poco el ceño. ¿En serio sería todo lo que comería hoy?

--¿has terminado?

--sí.

--creo que deberías comer unos dos más.

--¿por qué?

--bueno, ahora nuestro bebé depende de ti, tienes que comer bien.

--sí, pero ya no tengo hambre, no puedo comer mas.

--pero deberías hacerlo, ambos sabemos que durante un embarazo la alimentación es importante ya que el bebé se alimenta de todos tus nutrientes. No quiero que enfermes o que las cosas se compliquen a la hora del parto.

Amber levantó una de sus cejas. Sí, se que había sonado muy dramático lo que dije, pero en mi defensa, solo me preocupo por ella.

--eres un paranoico, eso no va a suceder.

--no si comes bien.

--bien Justin, en alguna etapa del embarazo comenzaré a comer de esa manera, no te preocupes, apenas tengo tres semanas, ni al primer mes he llegado, no puedo comer mas de lo que el bebé pide.

--¿segura?

--completamente.

Asentí confiando en ella, la mujer aquí era ella y era la única que sentía lo que nuestro bebé quería. Con el paso de las semanas, el apetito de Amber creció y pronto la noticia se corrió por toda la empresa, así que cada vez que iba de visita, todo el mundo quería tocarle el vientre. Muchos afirmaban que lo habían sentido moverse, lo cual era completamente ridículo, apenas tenía tres meses, el vientre apenas se le notaba abultado y eso cuando no tenía alguna prenda que lo tapara. Ella decía que era genial, porque todos le ofrecían comida y siempre le llevaban cosas.

Ella estaba feliz, porque tenía todo lo bueno del embarazo, en cambio yo, desde que nos enteramos de que venía en camino, me comenzaron a dar mareos, ascos y un enorme antojo de helado de frutilla. En cierto punto me parecía justo, ella iba a sufrir el parto y lo mínimo que podía hacer es recibir las molestias de los primeros meses. La alarma sonó y me levanté apagándola, me sentía horrible, me sentía tan cansado y mareado. Me pasé las manos por la cara y suspiré, solo quería que los síntomas se fueran.

--¿qué sucede?

Me pregunta Amber adormilada. La miró y se sienta en la cana. Se miraba tan fresca y descansada.

--nada, tengo que ir a trabajar.

--¿te sientes bien?

--no, me siento demasiado cansado.

--puedo ir a trabajar hoy por ti.

--¿qué? No, yo iré.

--no seas así Justin, vamos, yo voy contigo, así acabamos mas rápido y regresamos a casa temprano.

--bien.

Ambos nos alistamos y nos fuimos a la empresa. El largo día comenzó, había mas trabajo que nunca y nuestros planes de regresar a casa temprano se habían ido a la mierda. Todos se habían ido y solo quedábamos ella y yo, le agradecí mentalmente por haber insistido en venir, yo solo nunca hubiera acabado. Suspiré cuando terminamos, Amber se estiró un poco y se puso de pie.

--ya vez, te dije que juntos terminaríamos mas pronto, no acabamos temprano, pero ya está listo.

Le sonreí y asentí. Recogimos nuestras cosas y guardamos bien los archivos. Bajamos por el elevador hasta el estacionamiento. Comencé a buscar las llaves en ni bolsa, pero no las encontré, las había olvidado.

--olvidé las llaves del coche.

--ve por ellas, yo te espero aquí.

Asentí y puse mi maletín en la cajuela del coche. Regresé a mi oficina y comencé a buscar las llaves. Tardé aproximadamente treinta minutos en volver. Tarareaba la canción que Amber y yo solíamos bailar, tal vez mañana la lleve a cenar y a bailar un poco. Sonreí, sí, eso haría. Levanté la cabeza buscando a Amber, pero me quedé helado cuando la vi de rodillas en el suelo, con una mordaza y las manos amarradas en la espalda. Pronto me acerqué a ella, ¿qué demonios era esto? Cuando estuve cerca, ella comenzó a negar y antes de que la tocara, Cody apareció de tras de ella apuntándome con una arma.

--atrás.

¿Que mierda es esto?

Chan chan chan! Volví 😅 no me maten. Solo disfruten y gocen 😏