Capitulo 22

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Todo era perfecto, sabíamos resolver las cosas y entre nosotros no había secretos, solíamos contarnos todo, absolutamente todo. Ya que se dice que para que el matrimonio funcione tiene que existir la confianza y que mejor manera que contarnos todo. Pero había un problema, no importaba que tanta confianza había entre nosotros, no me atrevía a contarle un enorme secreto que me perseguía desde que era un niño. Algo que me atormentaba y me incomodaba al momento de la intimidad.  Esa era una de las razones por las cuales nunca dejaba que me tocaran al momento de tener sexo.

Ello lo notó desde la primera vez, al intentar tocarme y ver como aborrecía el tacto en esa zona. Había sido una persona muy paciente al no preguntarme por tanto tiempo porque me disgustaba el sexo oral y el toque ahí. Tal vez quería que se lo contará por propios méritos, pero yo no quería que lo supiera, me moría de vergüenza tan solo imaginar la cara que pondría al saberlo. Así que trate de actuar normal ante la situación, quería que ella olvidara ese pequeño detalle. Comencé a dejar que lo tocara y se lo llevara a a la boca por unos cuantos segundos. Ponía cualquier excusa cuando ella hacía un berrinche al alejarla tan pronto de mi miembro. Lamentablemente ella no era tonta y era algo que nunca se le escaparía. Nunca pude engañarla.

Ella sabía que el acto en vez de gustarme como le hacia creer, realmente me disgustaba bastante. La besaba con intensidad. Sus manos me recorrían el cuerpo y las siento atrapar mi miembro, moviéndose de arriba hacía abajo. Dejé de besarle y quité su mano rápidamente. Ella hace una mueca ante mi acto. Ignoro por completo su gesto y la beso nuevamente. Le suelto las manos, pero me arrepiento de inmediato cuando su mano envuelve mi miembro nuevamente. No entendía porque lo hacía, no entendía porque le gustaba tocarlo, no lo entendía. Le tomo las manos y las pongo sobre su cabeza. Ella hace un berrinche y deja de besarme.

--¿por qué no quieres que te toque?

--claro que quiero.

--entonces suelta mis manos.

Suelto sus manos y ella sonríe. Se levanta lentamente, haciendo que tome mi postura. Comienza a darme besos en el cuello y pasa sus manos por mi pecho hasta llegar a mi miembro. Me doy un leve sacón, pero no la detengo, dejo que toque todo lo que quiera. Ella se detiene y le agradezco mentalmente. Retira su mano y me mira, para después pasar su legua por mi glande. Siento una sensación desagradable en el vientre y suelto un gemido. Espero que lo tome como uno de placer.

--ey Amber cariño, no hagas eso.

--¿por qué?

--por ahí hago del baño.

Ella frunce el ceño ante mi absurda contestación y me mira como diciendo; ¿en serio? ¿no se te a ocurrido algo mejor?

--¿y tu por donde crees que yo hago del baño?

--es diferente.

--¿por qué?

--porque simplemente lo es. Vamos, olvídate de eso y hagamos el amor.

Le sonrío, con la esperanza de que olvide el tema y comience a besarme. Pero en vez de eso, solo levanta la ceja. ¿Ahora qué?

--¿qué pasa?

--¿por qué no te gusta? ¿te he lastimado alguna vez?

--no, yo nunca he dicho que no me gusta.

Ella levanta ambas cejas, como si le hubiera dicho que lo dinosaurios  existen y están reclamando la tierra. En pocas palabras, no me cree.

--¿no me crees?

--no mucho.

--vamos, anda chúpalo.

Acerco mi miembro a su boca, y trato de metalizarme para lo que viene, y tratar de poner una buena cara de satisfacción. Pero mi cuerpo me traiciona cuando siento su lengua sobre mi miembro y me doy un jalón hacia atrás. Ella se retira y aprieta los labios.

--al menos finge que te gusta.

Fue cuando me di cuenta que hasta para fingir soy realemente malo. Me muerdo el labio, tratando de buscar otra excusa. Se que lo correcto es la verdad, pero no quiero que lo sepa.

--Amber, cariño...

--¿por qué no te gusta que lo toque?

Me quedé callado. No quería contárselo, no quería. No quería que supiera toda la mierda que me rodeo cuando era un niño. No quería que supiera que estaba sucio. No quería que supiera que fui víctima de una mala persona. Nunca se lo había dicho a nadie, ni a mi madre.

--claro que me gusta.

Seguía insistiendo en lo mismo. No quería que siguiera preguntando lo mismo. Ella niega, harta de mis mentiras.

--eso no es verdad, le he notado. Siempre que lo toco haces muecas y retiras mis manos en cuanto puedes.

--olvida eso, hagamos el amor cariño.

--Justin.

--¿qué?

Ella me mira seria. Suspiré al darme cuenta lo que significaba esa mirada. No me dejaría tocarla hasta que se lo contara, pero simplemente no quería contárselo. Lo pensé un rato, si me negaba, ella se enojaría y me dejaría con mi erección. Tendría que hacerlo manualmente y no quería eso, quería sentirla, quería estar dentro de ella. Supongo que no tengo otra opción.

--cuando era niño, mi mamá tenía una amiga que era muy cercana a ella. Siempre se frecuentaban. Tenía manías muy raras, le gustaba tocarme y hacerme cosas horribles. Por eso lo detesto, siempre que pones las manos en él, me recuerda a ella y no quiero eso. Solo quiero pensar en ti cuando hacemos el amor, no en esa mujer.

Ella me mira con tristeza, no con asco, como siempre lo pensé. Agacha la cabeza, tal vez imaginándose una escena donde un niño es abusado.

--lo siento, mi intención nunca fue hacerte sentir incómodo.

--no es tu culpa, no lo sabías.

--¿por qué nunca me lo dijiste?

--porque me daba pena que lo supieras.

--¿por qué?

--no creo que sea agradable saber que tu pareja sufrió de abuso sexual.

Ella hace una mueca , se levanta y me besa. Le correspondo de inmediato y la vuelvo a acostar en la cama, acomodándome entre sus piernas, listo para lo que sigue.

--hazme el amor Justin.

Y como si sus palabras fueran una oración, la penetro con fuerza. Volviendo a comenzar nuestro camino de placer.

Volví!! 😂😂 estoy de vacaciones, así que puedo malgastar el tiempo 😂 ya me pondré activa y trataré de acabarla 🤗

Gracias por los votos y los comentarios ❤ las amo 🙊

Loffff para todas! 💓 

Bai

Quedate Conmigo Para Siempre (Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora