Quedate Conmigo Para Siempre (Justin Bieber)

Capitulo 8

La cague, simplemente había dicho las palabras equivocadas ¿en que mierda estaba pensando? No debí decirle que no me quedaría con ella, porque ahora no estoy muy seguro de eso.

Le dije que ya no la amaba , pero de algun modo, no creo que sea verdad. Porque si lo fuera ya me huviera ido. Dejaria todo esto atrás, empezaria de cero y comenzaria una nueva vida con Hailey.

Pero no, ahora voy caminando hasta la habitacion, con la esperanza de poder arreglar las cosas. Podía escucharla llorar y eso me hacia sentir como la mierda. Pegue mi frente en la puerta y cerré los ojos, toque con lentitud.

--Amber.

Ella no me contesto, solo escuchaba sus sollozos. Volví a tocar y a llamarla, pero ella volvió a ignorarme.

--Amber, ábreme.

--vete Justin.

--¿eso quieres? ¿quieres que me vaya?

--sí, vete.

Dios ¿por qué las mujeres son tan dificiles? ¿por qué simplemente no me decia lo que queria escuchar? Un "No Justin, quédate" hubiera sido perfecto. Solté un suspiro, solo quería que dejara de llorar, solo quería arreglar las cosas con ella y disculparme.

--cariño...

--¡no me llames cariño maldita sea!

--esta bien, solo quiero que abras la puerta.

--y yo solo quiero que te vayas.

¿Por qué diablos no me iba? Ella no me quería aquí, estaba mas que claro que lo ultimo que quería era verme. Pero eso no era lo que me importaba en estos momentos. Lo que realmente me importaba era que ella seguía sin abrir la puerta. Ella no tenia la intención de hacerlo ¿Por qué aun tenia la esperanza de que ella me abriera la puerta?

Ella seguía llorando y yo no podía hacer nada para que dejara de hacerlo. Me sentía como cuando eres niño y hacías llorar a tu hermano pequeño. Al escuchar a tu madre venir, hacías todo lo posible para que dejara de llorar. Pero lamentablemente, en esta situación las cosas no funcionaban así. Había metido la pata hasta el fondo y tenia que solucionarlo como el adulto que se suponía que un día fui.

--Amber...

--¡largate Justin!

--¡abre la maldita puerta!

Terminó gritándole, no quería hacerlo, pero la paciencia se me estaba acabando ¿será que antes del accidente era igual que ahora? Tome una profunda respiración, no estaba bien que le gritara. 

--Amber, cariño, solo abre la puerta y hablemos.

--¡jodete!

--!Dios mujer!

Grite al colapsar mi paciencia. Me di la vuelta, dispuesto a irme, quería arreglar las cosas, pero ella no tenia ánimos de cooperar. Antes de que diera mas de tres pasos, la puerta se abrió y me di la vuelta.

Ahí esta ella, con la cara llena de lagrimas y el maquillaje corrido. Sus ojos estaban rojos y su pelo un poco despeinado. Me acerque a ella y rápidamente la abrace. Ella puso sus brazos en mi espalda y le agradecí mentalmente por devolverme el abrazo.

--lo siento cariño, no debí gritarte, solo quería que abrieras la puerta y conversamos.

--la... la puerta ya esta abierta.

--debemos entrar.

Ella obedece y entramos a la habitación. Rápidamente nos sentamos en la cama y paso mis dedos por sus mejillas, tratando de limpiar sus lagrimas. Tomo sus manos y planto un beso en ellas.