Open Up / Kang Daniel [EDITANDO]

Parte 37

La primera vez que entre a Jjangu fue hace tres años aproximadamente, papá volvía de sus largas vacaciones y Namjoon había desaparecido como acostumbraba a hacerlo en esa época.

Flashback

Mis tardes o noches de Viernes consistían en salir a cualquier parte con alguna de las que se hacían llamar "mis amigas", las tres eran mayores pero había una con la que compartía la misma edad con una diferencia de 4 meses, yo era la maknae, la mas pequeña y bastante inocente por lo que para ellas era fácil hacerme caer en bromas pesadas o meterme en líos, como rutina previa al fin de semana nos deteníamos frente al combini cercano y a base de coqueteo y rápidas promesas lograban que alguno que otro chico un poco mayor les comprara alcohol o cigarrillos y luego, en la playa, nos bebíamos y fumábamos todo. 

Yo era ingenua y ellas lo sabían.

Una de esas tardes los tres chicos que nos hicieron el favor de comprar vodka y las cajetillas se quedaron con nosotras, confiada de sus simpáticos rostros decidí quedarme a pesar de ser siempre la que se oponía a compartir con desconocidos. 

Esta vez el trago sabia distinto, y no era por la compañía, mis ojos comenzaron a perder fuerza mas rápido que las veces anteriores y mis manos sintieron un extraño cosquilleo, luego esa sensación se extendió por el resto de mi cuerpo y las risas se oyeron más y más lejanas. Aun consciente de que algo extraño estaba ocurriendome tome la mano de Hee y la apreté para que me entregara un poco de atención pero su rostro lucia aun peor que el mio, miraba al cielo con una extraña sonrisa, escalofriante y carente de voluntad, los chicos se pusieron de pie y uno de ellos la tomo entre sus brazos como si fuera tan liviana como una pluma y se alejo. Las otras dos no estaban en mejor estado y de pronto me vi siendo levantada por otro de los idiotas, tomo mi mano y me hizo caminar a un lugar alejado pero dentro de la misma playa. Mire hacia atrás y vi como mis dos amigas no podían mantenerse de pie y balbuceaban como si no supieran hablar. 

Mi siguiente recuerdo es el de la arena entre mis manos y pies, el peso de un cuerpo moviéndose sobre el mio, sus manos acariciando mis muslos, su lengua en mi cuello y un aroma repugnante, casi podrido. Rápidamente recobre el conocimiento y guarde calma, mire hacia abajo y por suerte no había pasado nada. Aun era virgen. 

- D-deten detente - Dije con miedo y a punto de llorar.

- Shh - paso su pulgar por mis labios y me miro a los ojos - Ya falta poco, tu amiga lo disfruto - miro hacia un lado y yo lo seguí, una de las que habían quedado atrás ahora nos acompañaba y al juzgar por su falta de ropa era fácil asumir lo que paso minutos antes. 

- N-no quiero, déjame ir - lloriquee. 

Dejo de mirar a la chica y fijo su vista en mi rostro, luego bajo a mi pecho sonrió con malicia, se acomodo un poco mejor entre mis piernas y acaricio mi cabello lleno de arena. Quise correr pero mi cuerpo aun se sentía algo débil, solo esperaba ganar un poco de tiempo para salir de ese lugar o apelar a algún extraño sentimiento de compasión y que se decidiera a liberarme. 

No perdía las esperanzas.  

- Cuantos años tienes - dijo de pronto sin borrar su sonrisa. 

- Trece - respondí en un susurro.

- Tus amigas no te quieren bebe ¿lo sabias? - asentí ante su descubrimiento, para mi eso era obvio - entonces podías asumir que algo malo te ocurriría si seguías con ellas - su aliento reboto en mi rostro y sentí nauseas, volví a asentir - ahora... - coló una de sus manos por debajo de mi falda y comenzó a bajar mi ropa interior lentamente.