Parte 39

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Jamas debi venir, abrir la puerta y mucho menos entrar...

-¡Daniel vine a...! – parpadee un par de veces perpleja ante aquella imagen, mis manos comenzaron a enfriarse rápidamente y las piernas me temblaban con disimulo. Yeri saliendo con tanta soltura de su cama en ropa interior fue algo con lo que jamás espere encontrarme al abrir la puerta.

Me quede sin palabras.

- ¿Qué haces aquí? – sus ojos llenos de un brillo que supuse era veneno me estaban quemando – Oppa ya no quiere verte, pense que ayer habia quedado claro.

- Y-Yo... – no supe como contestarle, las palabras se atropellaban y ninguna salia, la escena era demasiado obvia pero aun asi mis piernas no se movían, mi cuerpo no respondía. Oí a mi corazon desmoronarse y caer lentamente al vacio. Daniel comenzó a moverse con dificultad y abrió los ojos lentamente mientras se acomodaba para quedar frente a frente.

Yeri estaba sentada a los pies de la cama con el rostro lleno de satisfaccion pero apenas sintio el movimiento intento disimular encogiendose un poco.

- ¿_____? – al parecer intentaba entender lo que estaba pasando al igual que yo, miro a Yeri y se sobresalto – ... pero que... ¿que haces? ¿Qué... paso? – ella no le respondia y solo se dedicaba a mirar el suelo intentando ocultar la falta de ropa con sus brazos.

La situacion era tan extraña y malditamente dolorosa, mi cuerpo sentía demasiado frio y mis lagrimas a punto de salir no me permitían pensar con claridad, mi mente solo trabajaba en retenerlas y a la vez mantenerme en pie hasta que por fin entendí que debía salir de aquel lugar.

Y eso hice. 

Camine torpemente hacia la salida de su habitación y corri.

-¡Espera _____! – escuche como cayó de su cama mientras yo me dirigia a la salida a toda velocidad. Me apresure a ponerme nuevamente las zapatillas hasta que su madre me hablo.

- ¿_____? ¿Qué ocurrió, ya te vas? – no me atrevía a verla a los ojos porque ya no era capaz de retener mi pena, pero aun así la mire, sentí tanta vergüenza de mostrarme debil frente a ella.

- Yo... llegue en un mal momento, lo siento tanto... - las lagrimas ya corrían libres y ella se asusto - debo irme – apenas dije eso Daniel se asomó y corrió hacia mi pero fui mas rápida y abrí la puerta para comenzar a alejarme.

Corrí y corrí sin mirar atrás por varias cuadras, escuche que grito mi nombre apenas salí de su casa pero no me detuve, no lo haría.

Si alguna vez viste esa típica película en la que a la protagonista le dicen corre por tu vida o lo lamentaras te acordaras de mi, estaba viviendo mi propio drama, la chica que no miraba atrás porque de seguro lo lamentaría.

No mentiré diciendo que un sin fin de pensamientos cruzaron por mi mente porque no fue así. Lo único en lo que pensaba era en seguir y seguir hasta que mis piernas no tuvieran fuerza, y al cabo de 20 minutos eso fue lo que ocurrió.

Por alguna razón llegue directo a la playa en tiempo récord y me deje caer en la arena completamente agotada, me quite las zapatillas y las tire junto a mi pequeño bolso, mis fuerzas se las había llevado Yeri y su plan de quedarse con Daniel. 

- P-por que siempre caigo e-en esto - dije entre hipos y en voz alta pero solo para mi. No pretendía llamar la atención de nadie pero por alguna razón lo saque.

El teléfono no dejaba de sonar pero ni siquiera me molestaría en verlo, preferí apagarlo y llorar sin impedimentos frente al mar como aquella noche de la fiesta de Kenta, llore con desesperación y rabia, llore y me ahogue con mis propios sollozos, llore porque nunca seria completamente feliz.

Open Up / Kang Daniel   [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora