En Secreto

Estaré a tu lado

Nunca en su vida imagino que escuchar aquella única nota repetirse una y otra vez podría ser tan reconfortante. La enfermera que intentaba sacarlo de la habitación, se olvido de el para regresar a la cama de Youichi, Kazuya no se dio cuenta que ella había sido lo único que lo había mantenido de pie y al perder aquel apoyo solo atino a dar algunos pasos hacia atrás y deslizarse con la espalda en la pared hasta llegar al piso y llevar ambas manos a la cara tratado de controlarse.

-¿que acaba de pasar? Estuviste a punto de perder al amor de tu vida.

Ante aquel pensamiento inmediatamente quito las manos de su cara y volteo a ver hacia la cama donde estaba todo el grupo de especialistas. Desde donde se encontraba no era capaz de ver a Youichi pero el constante latido del monitor le decía que estaba bien, sin embargo su cabeza era otra historia. ¿Como había terminado en aquella posición? ¿Como se había atrevido a bajar la guardia y dejar que de todos fuera Youichi? Justo hasta que había sentido su pecho oprimido y experimentado el miedo y la angustia a no volver a verlo que cayo en la cuenta del peso de sus palabras y de sus sentimientos. Ya no podía imaginar su vida lejos de Youichi, ya no sabría lo que sería vivir sin el estando cerca.

-¿pero realmente eso haría feliz a Youichi? ¿En que posición lo dejaban tus sentimientos? Le gritaste que no era imposible, que seguirías a su lado pero ¿quien eres para ponerlo en esa situación?

Aun intentaba poner orden a su cabeza cuando volvió a escuchar que alguien se acercaba por el pasillo. Podía ser Ryo pero no tendría ningún tipo de explicación para Mei si entraba y lo encontraba en el piso con los ojos enrojecidos y temblando de la angustia. Tomo aire con fuerza y saco fuerzas de flaqueza para poder ponerse de pie. Vio por ultima vez hacia la cama antes de dejar la habitación, iba con la mirada hacía el piso cuando Mei se freno frente a el.

-¿qué esta ocurriendo?

-sera mejor que entres.

No lo pensó dos veces antes de pasarlo y abrir de un jalón la puerta de la habitación. Miyuki tomo aire con fuerza antes de meter las manos en sus bolsillos y comenzar a caminar a la salida. Le daría un par de minutos esperando poder despedirse de Ryo. Su mente era un completo caos, deseaba quedarse pero al mismo tiempo no lo soportaba. Justo había revisado su reloj cuando Ryo salio de una de las oficinas que se encontraban a un costado de  la recepción. El mayor había recuperado su expresión calmada.

-tengo que regresar al campo. Deje el carro y tendré que comunicarle al entrenador lo que ocurrió...

-¿estas seguro que puedes irte solo?

-si, estoy... bien. Aunque la realidad es que no puedo saber como tendría que sentirme. Quiero estar con el pero no puedo y verlo tan vulnerable es una tortura. Necesito... aire.

-no estas en una posición fácil pero hiciste tu elección cuando decidiste seguir a Mei hasta este hospital.

-lo se y no fue en ese momento fue mucho antes... tal vez por eso es que duele aun peor. No tengo el derecho para estar a su lado en este momento aun cuando es lo único que deseo hacer.

-no escogiste a una persona sencilla

-y no me arrepiento

Sin más se despidió de Ryo y salio del lugar. Regreso al campo y le informo de la situación de Mei al entrenador. El cual se mostró comprensivo y menciono algo de darle algunos días de descanso además de tener la suerte de estar en su semana de descanso. No había partido y no se verían en la necesidad de usar al segundo pitcher. Miyuki asintió a todo aunque realmente no le estaba prestando atención. Necesitaba alejarse de todos, solo de ese modo seria libre de dejar salir la angustia que estaba experimentando. El entrenador era consciente de la amistad que el catcher había formado con aquel matrimonio así que se imaginaba que también estaba bastante impactado y por lo mismo decidió dejarlo ir. Decisión que el catcher no rebatió y que además agradeció infinitamente.