Silencio...
Esa era la mejor manera de describir la actual realidad de Mei. Debía ser algún tipo de castigo pero le costaba trabajo aceptarlo.
Había sido ingenuo de su parte creer que al regresar a su casa, las cosas volverían a la normalidad y es que se podía decir cualquier cosa de sus circunstancias menos que eran normales. Habían dejado salir a Youichi del hospital tres días después de que despertara. No había realmente mas que se pudiera hacer por el, era mucho mejor que estuviera en un lugar conocido para el que en lo impropio del hospital.
Mei dejo escapar un suspiro mientras lo veía por el espejo. Desde que habían regresado no había salido de esa habitación y si podía ser aun mas especifico, de esa cama. Ya ni hablar sobre su convivencia. Evitaba mirarlo y cuando era forzosamente necesario hablarle siempre le contestaba con monosílabos. Tampoco había ayudado que se enterara del campeonato. Sabia que Youichi no era una mala persona y no creía que sintiera envidia o celos por lo que estaba a punto de lograr pero era obvio que había sido un golpe demasiado fuerte considerando que el colgaba de un hilo.
El timbre de la puerta rompió con aquel silencio. Como cada mañana antes de irse al entrenamiento Ryo llegaba al departamento, había hecho todos los arreglos para que pudiera trabajar desde ahí mientras estaba con Youichi. Porque el doctor había sido completamente directo; Youichi no podía estar solo y no por las lesiones físicas que le impidieran hacerse cargo de el mismo, sino porque había comenzado a mostrado síntomas de depresión.
-creo que debería darte un juego de llaves
-¿y perderte del melodioso sonido del timbre? -Mei arrugo la nariz, captando la ironía en las palabras de su amigo. -¿algo nuevo paso?
-si que me dedique miradas vacías cada mañana le llamas que algo pase, entonces esa es mi respuesta.
-es demasiado pronto para que el ponga de su parte. Cuando el diagnostico sea menos ambiguo comenzara a mejorar -Mei se encogió de hombros y negó con la cabeza
-me sorprendió que siquiera quisiera regresar aquí
-y ¿que esperabas? ¿A donde pretendías que se fuera? -se detuvo antes de agregar algo mas que pudiera realmente herir a Narumiya.
-supongo que con sus padres seria el ultimo lugar donde quisiera estar. Preferiré soportarme a mi que a ellos.
-estas dándole demasiadas vueltas a lo mismo. Emocionalmente no esta bien, además que debe sentirse aterrado de siquiera poner un pie fuera de esta casa. Esta vulnerable por no poder valerse por si mismo, necesita tiempo. Deja de ser tan impaciente.
-¿puedes culparme por sentirme así?
-supongo que no, a mi también me duele verlo así pero mi impaciencia no va a hacer que el mágicamente salga de esa cama.
-supongo que tienes un punto
-siempre lo tengo -Mei rodó los ojos
-¿te quedas a cenar?
-¿es una ocasión especial?
-no, es lo menos que puedo hacer por lo que tu estas haciendo
-eso o que no quieres cenar solo -Mei hizo una mueca -y ¿que pasa con tu catcher? ¿el no puede acompañarte?
-que graciosos, Kazuya ha estado ocupado. Es algo de su casa o eso entendí.
-mmm
-¿entonces???
-bien, me quedare a cenar
Por primera vez Mei sonrió y salio de la casa. Ryo observo lo puerta algunos segundos con el ceño fruncido.
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En Secreto
FanfictionTal vez no era la decisión mas correcta y por eso la mantenía en secreto, pero muchas de sus anteriores decisiones siempre habían tenido un propósito oculto. ¿por qué justo la que tenía que ver con su corazón tenía que ser diferente?