𝐑𝐞𝐞𝐬𝐞: 𝐓𝐚𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐬𝐨 (𝑩𝒐𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓)

Cap. 2 ~Olivia~

-Terminé con él, tenías razón, era un idiota-. Miraba hacia el frente mientras acercaba la paleta a su boca.

La miré y traté de encontrar las palabras correctas, no con el miedo de dañarla, sino ocultar mi pequeña llama de felicidad. Realmente no me agradaba ese chico.

-¿Crees que podrías acompañarme a buscar mis cosas al departamento?-. Me observaba a través de sus largas pestañas.

-Claro, hoy estoy libre-. Me encogí de hombros y sentí una fugaz corriente en mi brazo cuando ella se apoyó en él.

-Eres la mejor-. Me sonrió y terminó por tirar el palito que había quedado del dulce. -Nos vemos a la salida Reese-.

La miraba alejarse lentamente con su paso siempre despreocupado, con una increíble seguridad. Llevaba una remera algo corta, se podía llegar a ver una parte de el gran tatuaje que abarcaba en su cintura.

Suspiré y pude divisar a mis amigos casi correr hacia mi, me vieron con la castaña. Se me escapó una sonrisa mientras Asher se sentaba a mi lado y Sasha se quedaba parada frente a mí. Estaba esperando la oleada de preguntas por parte de ambos, sabían que hace tiempo no hablaba con ella.

-¿Pudieron arreglar las cosas?.- Asher fue el primero en romper el silencio con una sonrisa.

-Algo así.- Rasqué mi brazo. -Supongo que sí, ella se acercó a mí, es un avance.-

-No entiendo qué le ves, es todo lo contrario a ti.- Me miraba fijamente mi mejor amiga. Sabía que no le agradaba mucho, nunca entendí su desagrado pero al parecer era mutuo. -Te habló porque terminó con ese idiota, estoy casi segura.-

-Créeme que estoy al tanto de eso, luego hablaré sobre eso con ella. Tengo un presentimiento que no será muy lindo.- Me levanté junto a Asher y los tres emprendimos camino hacia nuestra aula, agradeciendo porque no me hicieran más preguntas aunque no perdieron tiempo en seguir comentando los planes para el fin de semana, donde claramente, yo no podía protestar. Los extrañé mucho durante estas vacaciones de invierno.

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Miraba la entrada del departamento detenidamente, la pintura de la puerta estaba algo desgastada y parecía que el jardín no lo hubiesen arreglado en meses. Estaba esperando que Olivia encontrara las llaves para poder ingresar y yo, no podía estar más nerviosa.

Sólo es abrir la puerta, buscar sus cosas e irnos, ya cálmate, me repetía constantemente en mi cabeza. Tal vez era el miedo de que Owen aparezca de repente y logre convencerla de volver.

Alejé rápidamente esos pensamientos y me enfoqué en ella, estaba rara, ausente.

-¿Qué ocurre?-. pregunté mirándola de reojo.

-Realmente pensé que podrían funcionar las cosas con él, pero me equivoqué, de nuevo-. Suspiró profundamente y mientras acomodaba un mechón de su pelo colocó la llave en la cerradura. -Pero no importa, de los errores se aprende.- Miró mis ojos y me dedicó una leve sonrisa.

Ella no me contaba sobre el por qué de su ruptura, no pensaba presionarla aunque por dentro esperaba ansiosa por una explicación.

Abrió la puerta y entró para luego sostenerla para que pasara. Era más grande de lo que pensaba.
Al entrar divisé un gran sillón con varias latas de cervezas en la mesita ratona. Quisiera decir que esos malos hábitos eran de su ex-novio, pero lamentablemente eran de la chica a mi lado.

-Iré a buscar las cosas a la habitación, ya me llevé un par ayer, ¿Podrías buscar mi colección de tazas? Sabes que no puedo dejarlas.-

-Está bien.- Ella me sonrió y se fue por el pasillo.