-¡Es hora de comer, Reese!-.Me levanté de mi maravillosa cama para dirigirme hacia la cocina en busca de los platos. Si algo aprendí en mi corta existencia es que si mi madre me llama para comer, en realidad voy a terminar colocando la mesa. Mientras tarareaba alguna que otra canción ataba mi rubio, y para nada teñido pelo en una colita alta.
Sólo fueron algunos reflejos, ¿bien?Busqué los cubiertos, evitando la mirada de mi mamá. Era evidente que me esperaba un largo regaño al llegar tan tarde a casa. Las charlas con Olivia siempren me hacían perder la noción del tiempo, aún recuerdo la vez que hicimos el trabajo de literatura juntas y como ella realmente le gusta esa materia estuvo hablando de géneros líricos por dos horas, y eso que yo a la mínima que no entiendo me distraigo. Me gusta demasiado.
Me gustaría saber que no soy la única que siente eso.
-Reese, ¿Podrías llevar los cubiertos de una vez? Estás en medio de la pantalla-.
Ya me parecía raro no escuchar a Noah, ni sus progamas de dibujos animados por toda la casa aunque siendo sinceros, yo tambien los veo.
Luego de llevar los utensilios y colocarlos correctamente en la mesa suspiré. Aún no llegaba papá, no me preocupaba tanto, es un largo tramo de su trabajo a casa.
Me dirigí a la ventana del living y aún viendo esas grandes nubes que sólo anunciaban una prominente tormenta, adoraba esta noche.
No bastó más que unos minutos como para que se comiencen a visualizar las pequeñas gotas de agua, cayendo ligeramente contra el vidrio.
Como me encantaría estar afuera, tal vez la lluvia lograra borrar todo mal presagio que estoy patéticamente escondiendo.Perdida en mis pensamientos, tratando de encontrar el significado de sus palabras antes de que su madre nos interrumpiera. ''Te voy a contar por qué Owen huyó de mí''.
~<>~
-No creo que sea correcto, por algo se lo pidió a Reese, Sasha-.
-Da igual Asher, no vas a hacer que cambie de opinión-.
Aún acostada en mi cama podía sentir la gran tensión que se acumulaba en la casa de mi mejor amiga, me sorprendería si no los viera peleando en este momento.
-Chicos sigo aquí, y no creo que sea lo mejor, Asher tiene razón, me lo pidió a mí, aunque obviamente no voy a ir desprotegida-. Declaré mientras le enseñaba mi sevillana mariposa a la cámara, hace bastante tiempo estábamos en la videollamada.
-Oh vamos Reese, ni siquiera sabes usarla-. Carcajadas profundas salían de la garganta de mi mejor amiga. Maldita tú tampoco sabes.
-Claro que sí, estuve practicando-. Declaré mientras trataba de no sonreír a la vez que cerraba la mochila. -Sólo la voy a acompañar, no es la gran cosa-.
-Hay mejores lugares para hablar que en un lago, ¿sabes? como en un café, en pleno día, donde no hayan asesinos violadores pirómanos, como personas civilizada-.
-La que tiene problemas con el fuego eres tú, deja de ver esos programas que te consumen. Ahora, si no llego en menos de dos horas, asústense-. Sentencié y antes de que pudieran reclamar algo más les sonreí y cerré la computadora.
¿Qué estoy haciendo? Tal vez debería aceptar su compañía, después de todo también fueron sus mejores amigos. Pensar en aquellos tiempos en los cuales Olivia era una parte indispensable en el grupo me genera una gran tristeza.
Rápidamente me levanté y me miré en el espejo. Llevaba mis vans negras junto a una campera bastante larga, la mochila roja y mi preciado celular. Creo que ya estoy.
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𝐑𝐞𝐞𝐬𝐞: 𝐓𝐚𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐬𝐨 (𝑩𝒐𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓)
FantasyNo me moví. Tardé un poco en procesar lo sucedido, caer en cuenta de que mi oportunidad de poder volver a mi hogar, se había perdido al igual que la luz celestial de aquellas criaturas. Esa brisa cálida ya no acariciaba mi piel, la estaba quemando. ...