~*Acostados en esta vieja y pequeña cama, colocada sobre mi como fina tela, este día, parece ser que no querrá alejarse de las nubes que gricean su cielo, no hay sol, el frío aroma, la dulce temperatura, su cálido cuerpo y el mio, dos almas que no existen en ninguna parte, no tienen a donde ir, no pueden vagar libres...*~
♡♡♡♡: Hmm...
~*Acurrucada como un gato hambriento, posado con cansancio sobre una barda mohosa y podrida, buscando un calor que no existe, más es tiernamente insistente, dejó que su cuello descanse en mi brazo*~
~*Leyendo un libro viejo, el polvo sobre el no se sabrá si es a causa de su larga estancia en el abarrotado librero, o sus páginas rindiéndose por el agotador paso de los años, algo en mi quisiera relatarle viejas historias, más el mismo sentimiento no quiere molestar su silencio con antiguas historias escritas por antiguos muertos*~
~La sensación de dos cuerpos vivos juntos, no necesita de palabras para que pueda ser de alguna manera bella, simplemente simple~
~Un corazón vacío, sensaciones unipersonales que no se palpan con pensamientos socialmente abrumadores, más todo deja de importar en el mundo propio si se decide, cada persona forja su propio mundo con lo que encuentra a su alrededor, más siempre se pueden hacer proezas, aun si a los que debería pertenecer les basta soltar que es mera locura~
♡♡♡♡: Ahh...
~*Estira sus brazos, buscando algo sin abrir sus destellantes ojos, me abraza como si sus manos estuvieran llenas de esperanza, o desesperación...*~
~Como si el tiempo que sentía fluir despacio como roca fundida a la temperatura de un corazón abandonado, realmente avanzaba tan rápido como una luz que no se refleja ni es tus propias manos frías, intentando atrapar astros que antes sostenían la esperanza de tu alma corrompida por tus deseos y erosionada por decisiones, aquel esquema complejo representaba ese instante de un abrazo tan cálido que sentía mi corazón quería salir y tocar el suyo, para siempre sin que nada los pudiera separar~
~*Cierro mis ojos más no tengo sueño, solamente no quisiera ver en tiempo pasar, entro profundo hacia mis encajonadas memorias donde estaba con mi madre, aquella que nunca sonreía, ni me miraba, madre que se había alejado de un supuesto padre que no había visto, como si lo hubiera apartado de mi. El día que ese hombre llegó a la casa, se abalanzó contra ella, yo miraba por debajo de su puerta, era tan grande que podía pasar mi Baró por el, ella se vea feliz, cada ves más y más feliz, luego sus gritos antes suaves suaves aumentaban y aumentaban, lloraba de alegría cada ves más fuerte esas limpias gotas transparentes cual gotas que caen una a una en una fuente vieja, su cuerpo lloraba de alegría en un color fuerte y alegre, como la roja carne que cortaba antes de hacer una rica comida, los sonidos de aquel cuarto eran tantos que no se recordar, llantos, gritos, golpes de aquel viejo chicote de gruesa goma, todo se vea tan alegre, tanto así que recuerdo, que uno de esos días, mi padre me permitió entrar a divertirme con ellos...*~
