"La suerte en mi camino"

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Subir al coche mientras al sudor se seca en mi frente, algo de humo comienza a salir de ese viejo templo mientras ya me alejo, aun por el camino escucho las sirenas de policía, y algunas familias mirando por las ventanas con miedo.

John: Aun en esta ciudad, los policías tratan de hacer algo; milagro o mala suerte.

El único sonido que me acompaña es una radio que menciona asesinatos y desapariciones donde algunas son familiares, concentrándome en mi destino, no son objetos valiosos lo que espero encontrar, sino una historia que endulce aún más el dolor de una joven llena de desesperación, algo que resalte la belleza de tan tierna novela cubierta de tragedia.

Me detengo a cierta distancia, solo es una casa común que podría confundirse con cualquiera de las que me rodean, la primera llave que elijo abre la puerta vieja y oxidada donde un fuerte olor a humedad y un frio que recordarían a una vieja cueva, me recibía una pequeña sala cubierta de polvo y basura acumulados de meses, paredes cubiertas de agujeros y al final, un pasillo angosto que termina en dos marcos sin puertas, un baño inundado de grietas y agua estancada.

La habitación está al lado, un olor familiar me inunda de ilusiones que, al entrar, fueran confirmadas por una maravillosa escena fuera de mi imaginación, una oscura habitación llena de cajas y cobijas descoloridas, donde un niño cubierto de sangre, sangre de una beba con la cara destrozada por una botella de vidrio, el niño lame su cara, por una animal compasión o posiblemente, una profunda e inocente hambre. Él estaba hincado a su lado, tomando la sangre y rasgando algo de carne de ese pequeño cuerpo recientemente muerto, los cristales decoraban con un tenue brillo a veces rojizo una escena digna de un cuadro prohibido, la realidad de imaginaciones perversas y comedia del azar de la vida; un arte puro.

Lo tome por la espalda, su cuerpo frio y delgado cayo suavemente en mis brazos, tranquilo cerro los ojos, limpie su cara y brazos lo mejor que pude y, simplemente lo lleve conmigo, tire los llaveros de forma falsamente despreocupada en un vaso con café mohoso, el niño de no más de 2 años paso conmigo la calle que, a pesar del sol en lo alto, se encontraba profundamente abandonada, convenientemente solitaria, lo recosté en la parte de atrás del coche mientras su respiración suave se aligeraba, solo me senté, encendí el coche y me dirigí de nuevo a casa.

Me coloque audífonos y marque a Fernanda, no contesto ni siquiera en el siguiente intento, simplemente coloque música para que me alejara del mundo.

Un solo día y ya había hecho lo suficiente para complacerme por semanas, después de planear tanto una muerte la vida me regaló 2 crímenes más, ver el dolor de un crimen que posiblemente fue tomado dos veces sin quejas terminándolo con el éxtasis de su propio dolor, además de encontrar a quien deberá de matarme el día en que me aburra de esta estúpida suerte.

Llamada entrante...

Fer: Justo quería marcarte yo.

Jhon: ¿Que necesitas?

Fer: Alguien con quien hablar...

Jhon: Estoy libre, ¿Dónde nos vemos?

Fer: ¿Puedes venir a mi casa?

Jhon: Claro, llego en menos de 20 minutos.

Fer: No hay prisa, pero... Ven cuando puedas.

Jhon: En un rato llego.

Fer: Ok...

Ella cuelga...

Demasiada suerte...

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2019 ⏰

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