Capítulo 8 ¿Cómo hacer una Fiesta?

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Era jueves por la mañana y como ya era costumbre Ericka me picaba la mejilla, sin embargo algo era diferente a los otros días, su rostro de niña curiosa me parecía sumamente hermoso, quería recordar cómo se veía por siempre, su sonrisa pícara, sus labios pintados de un sensual rojo resultado de intentar verse mayor, sus largas pestañas maquilladas y enchinadas a la perfección, su grueso delineado y sus bellos ojos.

-Deja de verme como idiota y levante o se nos hará tarde – dice, ella es la chica perfecta hasta que abre la boca

-¿Por qué mi madre te deja entrar a mi habitación?

-No lo sé ¡¿qué mujer permitiría que una porrista zorra pervirtiera a su judío hijo?!- dice alzando la voz

-¡Cállate! – la derribo y termino sobre ella en mi cama, me avergüenzo inmediatamente

-Si tu madre te viera qué pensaría de ti, piénsalo porque esta parada en la puerta

-Carajo Cartman – me quito inmediatamente de encima solo para ver que no hay nadie y me ha jugado una broma

-Con que ahora soy cartman, ayer me dijiste Ericka y me tomaste de la mano cual actor de comedia romántica – dice carcajeándose, me levanto avergonzado

-Lo siento es que la lluvia me preocupaba

-Conveniente excusa judío – dice mirándome a los ojos – apúrate voy ir a asaltar tu cocina

-okey

Me preparo rápidamente, no quiero dejar esperando a Ericka, pongo mi mano en mi pecho solo para notar que mi corazón late a mil por hora, me siento como si hubiera corrido un maratón solo puedo pensar que si sigo así esta chica va terminar por matarme. Bajo con rapidez las escaleras solo para encontrarme a Ericka en la mesa comiendo alegremente con mi familia.

-¿Listo? – dice sacudiéndose las moronas de la boca

-Si

-Bueno adiós señora Sheila, adiós señor Gerald y bye Ike – dice despidiéndose con la mano, mientras salimos.

-Eres muy buena fingiendo ser agradable – digo en cuanto salimos

-Cuando domine el mundo y termine el trabajo de Hitler dejare vivir a tu familia

-¿Gracias? – digo imitando su pícara sonrisa

-Me gusta que me muestres tu agradecimiento judío

La miro por un momento, trae puesto el uniforme de porrista, trae el cabello pulcramente recogido en una pequeña trenza, trae mi chaqueta, su gorro celeste y unos tenis.

-¿De verdad vas a ser porrista?

-No tengo otra opción

-¿Estas calificada?

-Juzga tú mismo – me avienta su mochila y su maleta deportiva para dar una vuelta de carro - ¿Sorprendido?

-Algo, ¿Cómo sabes hacer eso?

-Mi mama era gimnasta, me inscribió a clases y bueno yo hago muchas cosas que no me gustan para complacer a mi madre

-Eres una buena hija no cualquiera soportaría lo que tu

-Mi madre no es una persona horrible, Kyle solo está sola – dice con firmeza

-Lo siento

-Además a veces no es tan malo – dice enseñándome 800 dólares

-¡Wooow! ¿De dónde sacaste eso?

-De la cartera del nuevo novio de mi madre

-Eres increíble

La peor opción (KYMAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora