Cuándo nos rompen el corazón somos egoístas.
Nos victimizamos y pensamos que no hay peor dolor en el mundo que el que estamos sintiendo.
Pensamos que no hay nada capaz de ayudarnos y que hemos llegado al final.
Pero cuando rompemos un corazón somos lo opuesto.
Estamos orgullosos y lo presumimos y lo portamos como una bandera.
"Yo le rompí el corazón" decimos y luego reímos.
¿Es lindo, no? Sentirse importante.
Y todavía es más lindo aún porque lo hacemos justo después de que nos rompieron el corazón.
¿Qué importa lastimar a alguien más? Si yo ya estoy así.
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Lloré
Short Story❝Y lloré pensando que nunca pararía.❞ Esta historia contiene sucesos de la vida real y sucesos ficticios.