Capítulo 3

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Habian pasado dos horas desde que se llevaron a Yuuri de su hogar y lo habian dejado encerrado en la habitación del peliplata, el nipón buscaba como escapar, gracias a que Victor lo marcó su celo se había calmado un poco y podía volver a moverse, sin embargo las ventanas tenían rejas impidiendo que él pudiera salir por allí, no sabia que hacer, pero se encontraba en calma, debía pensar sus hermanos o "cachorros" como él los llamaba en ocaciones, lo necesitaban... en ese momento tuvo una idea.

Yuuri: TENGO HAMBRE MALDITAS MIERDAS!!!- gritó a todo pulmón le valía lo más mínimo ser grosero, se trataba de sus ahora cachorros. Momentos después se escuchó a alguien del otro avisando que entraría.

Yuuri: PUES YA ERA HORA!!- sabía que no habían pasado ni tres horas, pero él intuyó que no abría muchos omegas por allí, entonces, confiando en que no sabrían mucho sobre omegas, argumentó que se debía al celo y la comida llegó al instante. Cuando el pobre beta que le traía cena, pues ya era de noche, abrió la puerta Yuuri se le abalanzó haciéndole una llave, tirando toda la comida al suelo, se imaginó que afuera estaría lleno de hombres para impedir que escapara, pero no fue así solo estaba aquel beta, y el azabache ya lo había neutralizado. Corrió por los pasillos inmobilizando a cualquier persona que encontrara, dio con la salida al patio trasero, al ver que los muros no eran tan altos, tomó impulso y con la destreza de un felino cruzó al otro lado del muro, corriendo hacia el bosque, sabiendo que cierto peliplata lo seguía, solo. En cierto punto Yuuri se detuvo en seco y dijo

Yuuri: SE QUE ESTAS AHI MALDITO, sal ya! Amenos que quieras que te encuentre y te de una paliza por lo de hace rato- el azabache dirigió su mirada hacia uno de los tantos árboles que allí había.

Victor: tus sentidos, son muy agudos, apesar...- Victor calló de inmediato, para no decir lo que estaba pensando, puesto que no quería que el azabache se enojara aún más.

Yuuri: a pesar de que?... de ser un omega!?... ja, no me hagas reir, y ya deja de seguirme, no soporto tu maldita peste, pierdete- y sin más Yuuri desapareció de la vista de Victor, pero él sabía hacia adónde iba debido al lazo que ahora compartían. Lo siguió, aún después de recibir fuertes gritos y maldiciones por parte del pelinegro. No quiso arrastrarlo hacia la manción en ese preciso instante porque podía más la curiosidad de saber a dónde iba. No se sorprendió cuando volvieron al lugar dónde este vivía hasta hace unas horas, la paciencia de Victor se estaba agotando y decidió enfrentar al omega y lo acorraló contra el marco de la inexistente puerta

Victor: me estoy cansando de tus juegos, te seguí hasta aquí porque me dio curiosidad saber a donde ibas pero esto es una estupides...- se miraron un corto tiempo, Yuuri con odio hacia el contrario y el aludido sin darle importancia- nos vamos

Dijo tomando la muñeca del pelinegro. Yuuri solo se safó rápidamente del agarre e invirtió la situación, siendo él quien sostenía a Victor contra el suelo y las manos en la espalda, amenazando con un filoso cuchillo el cuello del peliplata.

Yuuri: escucha, que me hayas marcado no significa que te pertenezco en absoluto, jamás... me oíste... jamás- Victor se sorprendió por la increíble fuerza del omega, él no podía moverse.

Victor:- suspiro- escucha... entiendo, bien... esta bien si no quieres tener nada conmigo pero quédate en la manción, prometo no hacerte nada...

Yuuri: no creo que puedas por segunda vez- inquirió seguro de lo que decía.

Victor: esta bien, no puedes alejarte de mí... compartimos un lazo, recuerdalo... es una buena idea después de todo- dijo esperando que el omega aceptara. Yuuri no tenía tiempo para esto, debía ir por sus cachorros.

Yuuri: tengo una mejor...- Victor intentó mirarlo sin éxito

Victor: de que se trata?

Yuuri: rompe el vínculo- soltó sin más, y al decir esto, el azabache descuido el agarre, haciendo que Victor tomara el control de nuevo, sosteniendo ambas manos en la espalda de Yuuri, como si lo abrazara, estando así, el peliplata susurró en su oído

Victor: la próxima vez tendré que callarte con un beso- dijo a lo que el pelinegro se sonrojó pero deshizo el agarre rápidamente.

Yuuri: esto no se terminó- dijo con ira, para correr hacia su habitación, seguido del platinado

Victor: se puede saber que hacemos aquí?... si quieres ropa puedo comprarla, solo vámonos si?

Yuuri hizo como que no lo escuchó, sin embargo al correr la cama tomo un arma y antes de abrir la trampilla le apuntó al ojiceleste con el arma

Yuuri: si haces algo sospechoso te disparare- "sé que no sería capas" pensó Victor.

Victor: no haré nada, solo apresurate- Yuuri gruñó, era la primera vez que alguien le gruñía, y era su propio omega destinado, no lo podía creer.

Yuuri abrió la trampilla sin dejar de apuntar o de mirar a Victor. Este último no entendía que sucedía hasta que vio salir a dos pequeños niños del cuarto secreto y aferrarse fuertemente a las piernas de su ahora pareja. Victor soltó un gruñido que no pasó desapercibido para ninguno, al momento en el que quiso avanzar Yuuri jaló del gatillo dando a unos centímetros del pie con el que avansaría. El peliplata se quedó inmóvil, él no iba a hacerles daño, pero después de tan espectacular gruñido  como le haría entender al contrario que no intentaría tal cosa.

Los niños ni se inmutaron ante el disparo solo se quedaron detrás de Yuuri.

Yuuri: vamos, camina delante de nosotros...- Victor sin mas remedio comenzó a caminar- si intentas algo te disparo- el ojiceleste lo miró de reojo- solo digo, camina.

Dulce Omega (victuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora