Victor caminaba frente a Yuuri y esos niños que no lo soltaban, por lo que pudo ver a través del rabillo del ojo, un pequeño rubio iba en brazos como si fuera un bebé, como si fuera el cachorro de Yuuri, aunque descartó esa idea al no haber parecido alguno, además Yuuri apenas tenía 16, o eso decían los informes que le entregaron sus subordinados y otro niño un poco más grande iba caminando a su lado aunque se notaba en él el cansancio al igual que en Yuuri... después de llevar caminando por unos diez minutos el moreno comenzó a tambalearse, y el omega mayor sin dudarlo enfundó el arma en lo que parecía ser una funda atada a su pierna y cargó al niño sobre sus hombros mientras que el otro dormía apacible en su pecho, Victor podía sentir como el de atrás lanzaba feromonas para calmar a los menores cosa que funcionó, pasó largo rato mientras caminaban de regreso cuando las piernas de Yuuri fallaron, más logró estabilizarse y llegar al suelo por cuenta propia, sentándose agotado y con los colores del celo en su rostro.
Victor lo notó de inmediato pero cuando quiso acercarse al omega, cierto alfa saltó de los hombros de este poniendose en frente.Otabek: Alejate de ellos!!- dijo mostrando los dientes y gruñendo, cosa que causó gracia al mayor de los alfas. Quién se agachó a su altura y acarició sus oscuros cabellos.
Victor: tranquilo pequeño, no le aré nada a tu hermano, solo quiero ayudarlo- sonrió sincero, más esto no calmó al alfa menor.
Yuuri: Beka... ven aquí, está bien- dijo Yuuri recibiendo en brazos a ambos pequeños, para luego dirijir su mirada a Victor- que pretendes- le dijo tratando de mantener la compostura, puesto que sus alborotadas hormonas afectaban a los niños.
Victor: solo quiero ayudarte Yuuri... traje supresores por si acaso, doy gracias que pese a lo descuidado que soy no los olvidé.
Le tendió una pastilla que el aludido tomó sin reprochar, agradecía que el alfa no se le tirara encima ahí mismo.
Yuuri: gracias- dijo para ponerse de pie, mientras los niños decidieron caminar para que su hermano estuviera mejor. Cuando faltaban solo unos pocos metros para llegar a la manción, Yuuri colapsó.
Yuri: oiga anciano... Yuu-ni se desmayó- dijo el pequeño Yuri para largarse a llorar luego. Y Beka, contagiado por Yuri y al ya no tener a su protector despierto también comenzó a llorar. Victor no sabía que hacer, estaba totalmente perdido.
Victor: por favor niños, ya dejen de llorar si?- intentó decirles pero nada parecía funcionar, luego de unos minutos interminables para Victor, Yuuri comenzó a abrir los ojos, y con una dulce voz, como si fuera la madre de los niños los calmó.
Yuuri: Yuri, Beka, Yuu-ni esta bien, de acuerdo, vengan aquí- los niños se abalanzaron hacia Yuuri quien seguía en el suelo- todo esta bien, ya todo esta bien- decía mientras acariciaba sus respectivos cabellos, rubio y castaño oscuro.
Yuri: Yuu-ni, no nos dejes- decía aún estre sollozos.
Yuuri: nunca los dejaré, oiste gatito- dijo para depositar un pequeño beso en la diminuta nariz de este, que al instante se echó a reír... Victor observaba la escena imaginando a Yuuri y a sus propios cachorros, la idea se le hizo fantástica, solo había un detalle... este lo odiaba.
Yuuri trató de levantarse más no lo logró, Victor sin pedir permiso se acercó y lo cargó en brazos al estilo princesa, los niños avanzaron sin protestar puesto que su hermano mayor no lo hizo, mas bien, no podía, puesto que el celo le había pegado fuerte, cosa que no entendía si se supone tomó el supresor... luego lo entendió, asi cómo Victor logró adelantar su celo al ser destinados, al tenerlo tan cerca, este contra arrestaba al supresor, maldijo bajito mientras era llevado en brazos hasta la casa. Una vez allí Victor lo dejó en su habitación, puesto que al ser destinados tenían que estar juntos y al estar este débil no pudo replicar, solo le dijo a sus hermanos que estarían bien y que se portaran bien, estos asintieron y fueron llevados a una habitación diferente.
Victor dejó a Yuuri en la cama y éste de inmediato se cubrió con las sábanas, pero Victor no pensaba igual, lo despojó de las sábanas y de su ropa y cuando iba a tomarlo en brazos notó los ojos cristalizados del azabache.
Yuuri: vas a aprovecharte de mi de nuevo?- preguntó, a Victor se le partió el corazón al ver esa escena, sentía que su omega era lo más frágil del mundo, pero que él lo quebró al intentar mostrarle cuanto lo adoraba. Se había pasado por no poder controlarse. Es cierto, su corazón se había estrujado ya una vez asi. Él estaba terminando de arreglar unos asuntos a altas horas de la noche cuando lo sintió, un maravilloso aroma que lo dejó en las nubes, sentia como lo llamaba y él hacia lo mismo, llamaba a la persona dueña de ese aroma, trato de dar con el dueño de tan magnífica esencia, cuando sucedió, celeste y marrón rojizo se encontraron, Victor se enamoró perdidamente ese dia del dueño de esos ojos y de ese aroma, pero su corazón se hizo añicos cuando lo vio irse corriendo como alma que lleva el diablo, pero él no se rendiria, se habia enamorado a primera vista y supo que eran destinados por eso, sintió un aún más fuerte deseo de encontrarlo, y cuando lo hizo este solo volvió a escapar, queria odiarlo por hacerlo sufrir, pero no podía, cuando logro atraparlo, fue porque este estaba en celo y aunque el quiso hacer las cosas de la mejor manera, se perdio en el deseo de su alfa, y nunca se lo perdonaría, sabia que hizo mal, prácticamente había violado a la que iba a ser su pareja hasta el fin de sus días. Maldijo en su mente y se prometió hacerlo bien, sin entregarse a los deseos de su lado más salvaje.
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Dulce Omega (victuuri)
Hayran KurguYuuri, un omega de 16 años conoció a su destinado de la peor manera y lleva escapando de él desde hace unos meses, llevando consigo a su hermano menor. Victor, un alfa de 19 años, líder de la mafia rusa, persigue a su destinado que por alguna extrañ...