Capítulo 15.

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Bebí una limonada para después cambiar mi ropa, que la rubia me encontrará así no era lo más ideal.

Unos minutos más tarde, escuché el timbre, abrí y espere por que subiera. Hasta que su silueta se trazó en el marco de mi puerta.

- Michiru.

- Pasa por favor. - Invitando la. Debía confesar que realmente estaba nerviosa, hace unos días estaba segura de no volverla a ver y simplemente tenerla hoy en mi hogar, me era difícil de procesar.

- Bien, yo... - Titubeante. Tomé su mano, sintiendo quizá cuán nerviosas ambas estábamos, la dirigí a la mesa, ella se sentó y yo hice lo mismo.

- Dime. - Sonreí. Hacerlo por Haruka no significaba problema alguno, era tan natural como respirar, aún nuestras manos se rozaban. Así sentí como le dí confianza. Enseguida soltó un suspiro, acomodando el cuello de su camisa y humedeciendo sus labios.

De las condiciones en las que nos habíamos topado nunca la observé nerviosa o temerosa.

Algo no está bien.

Hasta que...

- Alguien nos vio. - Terminó. Dejando caer sobre de mí un peso inimaginable.

- ¿De qué hablas? ¿Dónde? - Debía ser mentira. Mi respiración cambió, sentí como esas cuatro paredes no contenían mi sentir.

- En el centro comercial, cuando fuimos a ver aquella película.

- ¿Hablas de...? - Con ello, venía a mi mente cuando estábamos fuera, en el jardín. La rubia acariciaba mi mano y fue cuando no pude decirle que se alejará de mi. Justo como ahora.

- Si. - Continuó.- Es un fotógrafo de farándula, antes de debutar en las carreras él era mi sombra, pero había escuchado que obtuvo un empleo en otro país. Debió verme, reconocerme y seguirme... Todo esto es mi culpa.

"Alguien nos vio" Esa frase continuaba resonando, ¿Por qué?
Jamás había estado con alguien tan involucrada como con Haruka, nunca había sentido algo así por nadie, excepto por ella. Todo de la mujer frente a mí me era perfecto. Sus rasgos, sus arranques, la manera tan tierna que tiene de ser, la franqueza con la que puede hablar, el aire frío, arrogante e intimidante que puede mostrar en público, para terminar no siendo tan diferente a mi.

Véndola aquí, en mi departamento, después de todo, lejos de ser coincidencia, apartado de ser el azar, culpandose como si mis sentimientos fueran problema suyo y es que nadie ha mandado a mi corazón a pertenecerle sólo a ella.

¿Amor? El amor a primera vista no existe, el amor real... no puede darse el lujo de vivir en tal situación, y henos aquí.

- ¿Michiru? - Musitó.

POV. Haruka

Su mirada, ese azul del salvaje mar estaba en calma. Esperé dado su feroz carácter, ¿Estallaría? No lo creo, pero quizá una rabieta.

Mi Sirena. Es posible que... No quiera volver a verme.

Aún así, debía decirle, tenía que saber. Advertirla, es lo único que pretendo. Ha sido mi culpa, si tan sólo no hubiera insistido tanto, ella no se habría visto obligada a aceptar estar conmigo.

- Lo buscaré. - dije.- Le pagaré lo que quiera, no dejare que te dañe Michiru. No permitiré que arruine tu vida.

- ¿Arruinarla? - Soltó ligeramente. Levantándose de su silla para dar pequeños pasos hacia mi. Traía un hermoso vestido blanco, vaporoso y delicado. Era preciosa. Su mano viajo lentamente hasta llegar a mi mejilla, que acarició como sé no había hecho antes. - Contigo en mi vida... No hay manera de que alguien pueda arruinarla.

Las dos caras del Espejo: Apariencias entre Decisiones. 🌙 Sailor Moon Fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora