Capítulo 2.

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Aún no puedo creer que con todas esas virtudes que la hacen increíble, no tenga una pizca de consideración con ella misma. Tanto es así que todos los días que pasan se convence de una mentira.

Poco a poco veo como se aleja de nosotros para dar paso al sonido de la regadera.

Al no tener opción, comienzo con invitarle algo a nuestro huésped que si bien no es de mi total agrado, lo trato con cordialidad.

-¿Café?- Le pregunto señalando una taza, el asiente y al servirla se la hago llegar.

-Gracias, quisiera preguntarte algo, pero espero no te incomode – Me dice después del primer sorbo.

-Claro, adelante.

-Tú y Michiru siempre han llevado una gran amistad, muy fraternal según sus palabras y no lo tomes a mal, ella me encanta con cada una de sus acciones, pero definitivamente se le ve más relajada aquí, no tan formal, algunas veces hasta podría decir masculina -¡Demonios! Lo notó, eso lo hace oficialmente más inteligente que una bacteria -No escucho la pregunta – Le comento dejando en claro la poca falta de su análisis.

-¿Por qué? Es decir, eres hombre, ella es hermosa y con el uso de esas prendas tan ligeras –qué desagradable… - en algún momento tuvo que haber captado tú atención, imposible que te resistieras a sus encantos.

Este hombre es un ciego, pero dejémoslo como parcialmente invidente, pues se fijó de algo que las ex parejas de Mich no. Justamente, al ser un hombre al fin de cuentas, tenemos ciertas debilidades y con ella aquí es muy propenso que cualquiera caiga rendido, confesándome como antes yo mismo lo hice, ¡claro! Eso fue hace tiempo, mucho antes de mi adorada Serena.

Pero definitivamente cualquier persona que pueda ver más allá de su atractivo físico y buenos modales notaría lo que se ve a simple vista.

-Tú mismo te has contestado- Le comento bastante tranquilo, puesto que aunque sea la primera vez que mantengo una conversación así, algo me dice que no será la última, como no es la primera vez que miento por ella.

-Nuestra relación es fraterna, ella es como si fuera mi hermana, mejor dicho lo es, no te negaré que llego a ser como dices, objeto de mi atención, pero nuestras experiencias y mi tiempo con ella dictaban que sería solo mi mejor amiga, nada más.

-¿Experiencias?- Pregunta algo incómodo, me divierte pensar que se sienta celos por nuestra relación, cuando realmente soy el último de quién debería desconfiar.

-Así es, fuimos juntos a la escuela desde muy pequeños de ahí él porque es mi hermana, eso y el hecho de que yo fui hijo único.

-¿Fuiste? – Continúa interrogando aunque sus celos han disminuido.

-Mis padres murieron cuando era muy joven, en cierto modo me alegra de que Michiru estuviera conmigo, de repente ya no estaba tan sólo.

-Ya veo, lo lamento fui muy descortés al cuestionarte en tu propia casa –ya lo creo- No debí preguntar.

-Tranquilo, eso sólo indica que te preocupas por ella.

-Me preocupo por nuestra relación -¿Relación? Un par de meses saliendo y hasta anoche, la primera vez juntos en la cama y este iluso ya ve un compromiso, de acuerdo, es ceguera completa.

-No hay de que alarmarse, no estas equivocado. -¿qué me sucede? ¿Acaso siento empatía por este tonto?

-A veces la notó tan distante, como si debiera captar su atención a toda costa e incluso a ratos la veo triste. – pobre me da lástima.

-No puedes hacer más que aceptarla como es y no culparte de nada- Le digo en un momento en el cuál más que verlo a él, me miraba a mí.

Yo amo a Serena, es la mujer que siempre quise para mí y hasta más sí me atrevo a decir, ella es un ángel, uno muy peculiar, pero uno al fin de cuentas; no me cabe duda de que es mi alma gemela, mi complemento sí es que eso aún es posible, admitiendo la gran cursilería que llevo sobre la espalda. Siento un fuerte deseo de hacerla inmensamente feliz pasando cada día a su lado, pero la verdad es que antes de ella encontré a una chica que me hizo sentir casi lo mismo a mi corta edad, esa que me conoció en mis peores momentos y fue capaz de permanecer a mi lado, mi linda Mich.

...

Recuerdo sin problemas cuando la conocí, ambos teníamos 9 años y ella llegaba recién de un colegio exclusivo para niñas.

Yo no era la clase de pequeño que era bueno para socializar siempre me retraía en mi propio mundo y eso relucía a la hora del descanso de juegos. Casi todo niño y niña de la escuela me evitaba, pero ella no, quizá sería por no conocer a una sola alma ahí, pero tenía que estar conmigo. Ni siquiera había notado el instante en el cual comenzó a hablarme.

-¿No crees?- Pregunto con una sonrisa bastante burlona a decir verdad.

-¿Qué cosa?

Con un pequeño asombro me contesto con una nueva pregunta - ¿No escuchaste lo que te dije?

-No.

-Eres un tonto- con su divertida sinceridad.

-¿Por qué me hablas? –Molesto- ¿por qué me dices así?

-Porque lo eres.

-Basta, ya no te hablaré más.

-Bien, yo lo haré.

De esa forma tan infantil y sencilla empezó, se presentó ante mí, me comento también de cuál escuela la habían transferido, sus cosas favoritas, sus platillos predilectos y también todo pensamiento que se le atravesaba. No podía lograr que guardara silencio y durante varios días esa fue nuestra extraña rutina.

Cuando mi memoria la retrata ve a una pequeña y delgada niña, cuyo suéter del uniforme le quedaba tan gigantesco que sus mangas cubrían casi en su totalidad sus manos; como complemento usaba pequeños moños blancos que resaltaban el azul de sus contrastantes y grandes ojos seguidos por una sonrisa ocasionada por motivos, que sólo ella parecía recordar.

-¿Me acompañas a mi casa? –Pregunto tranquila un día. Yo realmente nunca había atinado a decir palabra alguna en nuestras "conversaciones" y el hecho de que ella esperara una respuesta era bastante extraño.

-¿Eh? ¿Por qué?

-¡Ja! ¡Te hice hablar! –Soltó una risita triunfante- Te lo digo porque lo último que me dijiste fue que no me hablarías más.

-Mmm ni me acuerdo- Falso.

-Bueno, yo sí, pero ¿quieres ir a mi casa?

-¿Para qué?

-Para jugar, es que mí papa me construyó unos juegos en el jardín y no tengo con quién compartirlos, no tengo hermanos o hermanas y siempre estoy sola.

-¿Sólo por eso me invitas?

-No.

-Entonces ¿por qué?

En ese momento me tomo de la mano para levantarme y sin soltarla continuó

-Porque eres mi mejor amigo.

...

Snif snif 😥 muchas gracias por sus lecturas, follows y votos.
Yo súper feliz de que alguien encuentre entretenidas mis locuras. 😊
Ya vamos con un segundo capítulo, y prometo actualizar más seguido.
¿Cómo ven la historia? ¿Les va gustando? Yo espero que sí. Díganme qué piensan en sus comentarios 📝 y con sus estrellitas 🌟 Que pronto habrá más acción de Michiru y Haruka 💕❤  nos leemos pronto.
Gracias de nuevo. 💗

TheDragonGiirl 🐲🌹

Las dos caras del Espejo: Apariencias entre Decisiones. 🌙 Sailor Moon Fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora