Capítulo 21.

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POV. Haruka.

Poco después de que mi Sirena salió la noté cansada. Y debo confesar que yo también lo estaba. Después de lo que ocurrió anoche, y en estos últimos días, todo se percibía agotador.

- Es todo. - Concluía feliz. - Mañana deberé volver para ultimar detalles, pero está listo.

- ¡Qué gusto linda! - Decía Ryusei. Algo en su comportamiento me aseguraba que sabía más de lo que aparentaba, pero no tenía la certeza... - Bien, ¿Te llevo a casa?

- ¿No tienes otros planes? - Preguntaba la aguamarina.

- A decir verdad, así es. Bueno, tengo una reunión importante con un cliente de mi padre, además necesito terminar con una planificación que he estado llevando a cabo.

- ¿Planificación? - Cuestioné. No tenía idea de que en su trabajo él se hiciera cargo de esas actividades.

- Si Haruka, es realmente importante. - Terminaba. De nuevo, distinto. - En fin, no quisiera que volvieras sola "cariño..."

¿Cariño? Es la primera vez que le llama así, y tal parece que mi sirena también lo notó. Ella no volvería sola, pues yo podría acompañarla, pero tengo la impresión de que él no quiere eso.

- Caminaré. - Dijo ella calmada. - No quisiera retrasar tú reunión. Además sabes cuánto amo caminar mientras veo el precioso cielo azul.

- Yo me tengo que ir también, - Solté haciéndolos mirarme. - Nos veremos pronto.

Para así despedirme y alejarme.

Salí del edificio, entre en mi auto. Lo encendí dando una vuelta perfecta alrededor del mismo. Llegando al lado izquierdo del lugar dónde podría pasar algo inadvertida. Espero haber entendido correctamente. Unos segundos más tarde Ryu salió sin compañía para buscarme, al no verme ahí, simplemente emprendió su camino.

Fue cuando me dirigí a la entrada del museo, donde mi sirena esperaba paciente. Pronto sonrió y entró al auto.

- Temí que no lo entendieras.

- Pues, temí haberme equivocado... - Lo puse en marcha.

- Casi no se te da hacerlo mi ángel...

- Tú ángel.... - Repetí por inercia. Era extraño que me llamara así después de haber estado con Ryusei. Pronto la mire y noté como curiosa su vista se posaba en mi.

- ¿Me dirás lo que piensas? Aún no sé leer mentes.

- ¿Qué sientes por Ryusei? - Solté junto con un dolor en el pecho. Esta era una de esas "cosas" que no me gustaba sentir en absoluto.

- Nada. - Dijo enseguida. - Así ha sido siempre.

- ¿Por qué? - Pregunté. No era lo más indicado, pero quería saberlo. Una parte de mi necesitaba descifrar lo que ella guardaba.

- ¿Por qué él? - Cuestionó, a lo que asentí. Michiru tomó aire para comenzar a relatar lo que creí una historia pesada. - Porque es el hombre que mis padres querrían para mí, pero no siento nada por él. Por eso quizá que pueda fingir estar bien a su lado. Es agradable, supongo que es un buen amigo. Pero es todo.

- Yo... - Frialdad, crueldad y mucho dolor. Eso me arrojaban sus palabras.

- ¿Podemos ir al mar? - Bajando el cristal para recibir la brisa. - Tal vez así pueda aclarar las cosas para ti.

Las dos caras del Espejo: Apariencias entre Decisiones. 🌙 Sailor Moon Fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora