Las dos caras del Espejo: Apariencias entre Decisiones. 🌙 Sailor Moon Fic.

Capítulo 11.

POV. Michiru

- ¿Cómo la conociste?

- Gracias a Darien, coincidimos en una fiesta una vez...

- Qué maravilla, ahora sabemos que te codeas con buena gente.

- ¿Qué quieres decir con "Buena Gente"? - pregunté molesta. Detestaba esos comentarios.- Además, no tenías que hablar sobre su elección de carrera.

- Michiru, ella es una mujer, le guste o no. ¿Te imaginas que dirían de ti sí te dedicaras a algo así? No quiero ni pensarlo. Que tenga éxito no lo hace lo correcto.

- Siglo XXI madre, lo "correcto" no es sólo una cosa.

- No quiero discusiones - intervino mi padre al verme molesta.- Es una nueva amistad de quién hablan, pero no está presente, así que no pueden hacerlo más.

- Bien... De todas formas dudo que la vuelvan a ver, siempre está ocupada. - Aunque eso pensé después de la fiesta.

Dice que no me siguió, y por extraño que sea le creo. Habló con mis padres de sus ofertas de patrocinio, supongo que realmente estaba ahí por esa razón. Además, hasta ahora no ha habido algún inconveniente por el cual no creerle, como cuando nos vimos en el hospital, museo y luego la fiesta. Supongo que... En ocasiones así sucede.

Apenas llegando a la ciudad les pedí que me dejaran cerca del departamento, no era necesario acompañarlos a casa.

- Michiru, el depósito está hecho. Eiji te enviará el documento hoy más tarde.

- Si, gracias.

- Por cierto, deberías decirle a Darien que ahora que no tienen nada... Sería grandioso si pudiera vivir contigo, aún sigue preocupando un poco el asunto de que estés tú sola en ese gran apartamento.

- Entiendo, se lo comentaré de nuevo. ¿Está bien?

- Claro, hasta pronto hija.

- Hasta pronto.

Bajé del auto y despedí.

En efecto, ellos... No saben que en realidad él lleva 5 años viviendo conmigo ahí. Y realmente no deseo que lo sepan.

Tenía una horas libres, así que me propuse ir de compras, Serena probablemente estaría ocupada, Darien en su trabajo. Me sentaría ir bien sola.

Aún... Tenía pendiente la llamada del Sr. Kawakami, pero era un hecho que me presentaría ahí, y debo elegir el orden de las piezas.

Me encaminé a mi tienda favorita, deseaba un vestido blanco que ví hace apenas la semana pasada. ¿Cerrado? ¡Qué mal! Mi otra alternativa era ir al centro comercial, uno más cercano pero que no era mucho de mi agrado.

Entré, y noté como la única forma de subir era por el asesor ya que, las escaleras estaban en mantenimiento. No quiero decir que los odio, pero es algo por el estilo.

Dentro de la caja de cristal, comparto con mínimo 10 personas más, hasta que... ¡Lo sabía! ¡Esa mujer...! "Un patrocinio" blah, blah, blah. Seguramente me siguió hasta aquí. Lentamente lo sentí, el lento avanzar piso por piso, era una lastima que la boutique que buscaba estuviera hasta el último de ellos. Fue cuando al quedar amabas solas ella se sorprendió al verme.

- ¡Michiru!

- ¿Por qué sigues acosándome? Te lo dije ¡No quiero nada contigo!