Capítulo 23.

315 25 8
                                    

POV. Haruka

Esto no encaja con ellos. Son siempre tan callados, tan "estirados", que verlos sonreír me hace desconfiar un poco de esta visita.

Puedo ver a mi Sirena quién sospecho está en la misma sintonía que yo. Pues a dudado, cuando hace unos minutos parecía muy segura de sí misma.

- Señor... - Interferí vagamente. Tal vez Michiru necesita más tiempo del que cree. - Eiji me mostró fotografías encantadoras de Michiru cuando niña, era muy linda.

- Es verdad. - Respondió su madre.- Mi hija siempre ha sido muy encantadora, con buenos principios, valores y encantos. - Sonreía.- Es por eso que siempre supimos que haría las cosas bien.

- ¿Hacer las cosas "bien"? - Pregunté. ¿A qué se refería?

- Naturalmente. Tuvo épocas difíciles, pero todo ha sido por un bien mayor.

- Con "Épocas difíciles" ¿Te refieres a mi profesión? - Interrogó Michiru un poco molesta.

- Bueno hija, no pensaras que esa es una profesión realmente satisfactoria ¿O si? Quiero decir, sí te hubieras dedicado al negocio familiar todo habría sido mejor.

- Madre, elegí lo que me hacía feliz... - Ahora estaba a la defensiva. Debo detenerla. - ¿Qué hay de malo con querer serlo?

- Con eso nada hija. - Respondió su padre. - Pero reconforta saber que hay alguien que cuida tus espaldas. Por si las cosas no salen bien.

- ¿Alguien que cuide mis espaldas? - Ahora lo notaba, estaba irritada. - ¿No puedo hacerlo yo misma?

- No. Es bueno tener a un hombre que Vele por ti. - Su madre... ¡Oh no! No vaya por ahí...

- Con su permiso Señora, pero un hombre no siempre es una garantía de "tener un respaldo". Michiru es perfectamente capaz de cuidarse sola. - Ahora era yo quién sentía el calor de la molestia.

- Ya cambiarás de idea cuando encuentres al indicado para ti cariño... - "Cariño" la misma palabra de Ryusei...

- Eso no sucederá. - Fui tajante, lo sé. - Yo no espero encontrar al hombre para mí Señora, no lo necesito porque...

- ¡Padre! - Intervino la aguamarina. - No voy a salirme del tema.. - Lucía nerviosa. - ¿Han recibido a una visita no esperada en los últimos días?

- ¿Visita? - Pensativo. Era obvio que conociéramos la respuesta, pero él lo dejaba al aire.

Ambas miramos a la pareja, ellos se esforzaban por "recordar". Segundos más tarde, juro que esto comenzaba a ser irritante.

- ¿Mañana es tu presentación cierto Hija? - Afirmó su padre.

Pregunta que no entendimos bien...

- Si... Es mañana. - Respondió mi sirena.

- Bien, con eso dicho. Nos veremos mañana. - Declaró el hombre, pronto con su esposa salieron a toda prisa del lugar. Él se disculpó conmigo afirmando  que pronto tendríamos  tiempo de conversar. Michiru se levantó para hacerlos detener, pero alegaron que tenían una cita pendiente. Dejándonos esperando.

- ¡Lo sabía! - Soltó molesta. - No iban a decirme nada.

- ¿Pero por qué crees que haya venido?

- No lo sé. - Con ese tono cólerico. - No lo sé, le he marcado a Ryusei y no responde.

Quise conservar la calma, pero el llegar a tantos puntos sin salida me dejaba en un rincón. Y eso no podía ser.

Las dos caras del Espejo: Apariencias entre Decisiones. 🌙 Sailor Moon Fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora