ENSÉÑAME COMO AMARTE

EXPERIMENTANDO

- Espera, ¿no hay otra cosa que prefieras hacer que esto? ~preguntó en tono de súplica~

- Si, si la hay corramos por la calle Hongdae, en puros boxes ~Dije sonriente~

- ¿Estas loco? Podrían arrestarnos ~contestó un poco alterado~

- Tal vez tu locura se me este contagiando, pero tú decides ~hable tranquilo~

- De acuerdo tu ganas, vamos a pintar el muro de la cafetería de tus padres, solo espera a que me cambie, mientras tantó toma los botes de pintura los pinceles, y los plumones que se encuentran en aquel cajón ~mencionó derrotado~

Llegamos a la cafetería de mis padres y como siempre estaba a reventar de gente, pero eso a nosotros nos incomoda bueno a mí no me incomodaba, pero a Ji Sung simplemente no le parece tan agradable que este lleno, saludamos a mis padres de lejos y con su aprobación nos dirigimos hasta el muro que pintaríamos.

[Recuerda reproducir la canción]

Ji Sung comenzó a trazar con plumón el dibujo mientras yo, ponía la música y comenzaba a cantar, gire a ver a Ji Sung quien no se encontraba para nada feliz, dándole un leve golpe hice que sonriera y una vez que lo logre termine de cantar mi parte y comenzó ahora él, mientras yo me dedicaba a marcar con los colores la mitad de imagen que ya estaba plasmada, por los minutos restantes todas las miradas se colocaron en nosotros, y al compás que pintábamos cantábamos, él trazaba con el con plumón la imagen y yo con los pinceles daba vida a cada detalle. Nos estábamos divirtiendo hasta que la hora de la verdad llego, veríamos si realmente nuestra pintura quedaría idéntica o quedaría mejor, sin dejar de cantar nos alejamos de la pintura, pero lo que veía, no era la pintura que se encontraba en la terraza, esta era, la escena cuando por primera vez que me acerque a Ji Sung, estaba realmente impresionado y todas la personas que estaban ahí sin duda alguna estaban de la misma manera que yo, Ji Sung solo se dispuso a mirarme, yo me gire de igual forma a mirarlo y una vez que termino la canción todos los presentes aplaudieron, y lo único que salió de mis labios en ese instante fue un "¿Cómo lo hiciste?" a lo que obtuve como respuesta una sonrisa de no lo sé.