¡Me Duele el Alma!

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  ¡Me duele el alma!

Un padre estaba llevando a su hijo de viaje a la playa, era un viaje solo de dos.

La idea la había dado madre :-"Nunca pasas tiempo con tu hijo siempre la pasas trabajando, llévalo ahora que estas de vacaciones a la playa, que te conozca."

El padre conmovido por las palabras de la esposa y sabiendo que era verdad que nunca estaba con su hijo y hablaban tan poco, decidió que el viaje si era la mejor opción para que ambos se conociesen más y fortalecieran su lazo.

El niño con apenas tiene 7 años ,estaba emocionado de pasar un día entero con su padre, que  siempre ha sido un héroe para él ,aunque un héroe lejano a quien ve muy poco, estaba muy contento con este viaje en carro.

El padre iba adelante manejando, y el niño atrás, le encantaba ver los paisajes.

Le gustaba ver por la ventana la ciudad, hasta que pasaron por la zona más pobre de la ciudad, el niño pudo ver la pobreza en su máxima expresión ,vagabundos pidiendo dinero, un asalto a lo lejos, mujeres que subían a carros de extraños, casas en miserias, perros flacos.


El papá pudo ver la expresión de desencanto y angustia de su hijo, por lo que hizo todo lo posible por salir lo más rápido de aquel lugar.

Por fin pasaron esa zona y llegaron a un campo, el niño pareció con una expresión más aliviada y parecía entretenerse con aquel paisaje de plantas, cielo azul, animales comiendo pasto.

Cuando de pronto, se escuchó un disparó, era un cazador que acababa de matar un venado.

El padre manejó muy rápido para salir de allí, oía a su hijo llorar de susto.

El padre le decía que se calmase ,que ya pronto llegarían a la playa y todo estaría bien, pero el niño no paraba de llorar y decía: ¡Me duele el alma, me duele el alma!

El padre se detuvo y le preguntó :¿Qué dices que te duele?

-El alma

El padre no esperaba esa respuesta, no sabia que hacer, su mujer le había dado remedios por si a su hijo le dolía la panza o la cabeza, pero no el alma.

El viaje no estaba resultando como el quería, pero sintió que era su momento de mostrarse como el padre que es y ayudar a su hijo.

Decidió estacionarse y le pidió al niño que bajase con él y que caminasen un rato

El niño que ya había dejado de llorar aceptó.

El padre lo llevó de la mano mientras le decía:

Mira este cielo maravilloso y este hermoso campo, siente el viento en tu rostro y los miles de animalitos que están vivos, piensa en las millones de personas que son buenas y hacen felices a las demás.

 Piensa en todas las personas que te quieren como yo, tú mamá, tus abuelitas, toda tu familia, tus amigos, si te fijas solo en lo malo de la vida te seguirá doliendo el alma, pero si también te fijas en lo maravilloso de la vida, tu alma estará feliz y vivirás una vida de alegrías y aventuras emocionantes.

El niño lo miró sonriendo y le dijo:- Gracias papá por curar mi alma, y ambos siguieron el viaje a las vacaciones de playa.

Fin

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