Capítulo 13

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Capítulo 13.

Al regresar a casa me asuste un poco al no encontrar a Kaito en el living comencé a llamarlo pero no respondía pase por su habitación pero no estaba allí me comencé a preocupar hasta que abrí la puerta del cuarto que alguna vez él y yo compartimos.

Allí estaba él acostado en la cama aferrado a la camisa de mi piyama profundamente dormido. Me enterneció aquella vista, me senté en la cama procurando ver cada parte de él, su respiración pacífica, sus largas pestañas, la forma de sus labios suaves y rosas. Desde que había perdido la memoria no podía hacerlo, mi ritual de las mañanas de admirar al amor de mi vida.

Poco a poco me fui acostando teniendo el cuidado de no despertarlo, se removió entre sueños cosa que me alarmo pero solo se apegó más a mí soltando un suspiro de satisfacción, me quede inmóvil un rato sin saber si despertarlo o no. Más viendo su sueño opte por no hacerlo, acaricié lentamente desde su cabello hasta su espalda obteniendo otro suspiro de su parte.

Lo extrañaba, mentiría si no lo hiciera. Extrañaba el sonido de su voz, extrañaba verlo despertar en las mañanas, extrañaba su calor, extrañaba como me decía que me quería, extrañaba hasta la forma en la que hacíamos el amor. Sentí un dolor punzante en mi corazón era irreal nada podía dolor allí pero así era. Deseaba tanto que recordara todo y poder volver a besar sus labios, a tomar su mano, a abrazarme a su cuerpo.

Ante todos los pensamientos y el cansancio por el trajino del día acabe quedándome dormido. Abrí los ojos nuevamente cuando había anochecido me apoye un poco en mi brazo levantándome notando que eran las 9:30 P.M. Me acomode mejor abrazándome más a Kaito.

Comenzó a moverse entre sueños, mi mente que se estaba despertando se colocó en alerta – ¿mh? –Fue el sonido que se escapó de sus labios, sus ojos cuales dos bellas gemas se abrieron, brillando como dos luceros, una sonrisa adorno sus labios. Aún seguía en alerta ¿Qué excusa podía darle? Sabiendo que él aun no recordaba, pero todo pensamiento coherente se borró en un instante cuando sentí como sus labios se posaban sobre los míos –

Fue breve casi imperceptible, mis labios estaban entre abiertos mirándole descolocado ante lo que había pasado, una sensación que no podía explicar con palabras recorrió mi cuerpo haciendo vibrar cada fibra de mi ser. Me acerque a besarle esta vez de una manera más demandante, extrañaba tanto sus labios, su lengua jugando con la mía, el sabor de su boca, los quejidos que salían de su garganta.

Dios cuanto amo cada parte de él y todo lo que me hace sentir, nos separamos cuando ya no había ningún rastro de oxígeno en nuestros pulmones y se hizo molestamente necesario – Kaito, ¿me recuerdas? –le pregunte, cerró los ojos para negar. Aquello hizo que ese dolor nuevamente albergará mi corazón – entonces, ¿por qué me besaste?

Se levantó tomando una libreta que estaba en la mesa de noche, reviso en uno de los cajones encontrando un lápiz para comenzar a escribir – Porque estoy enamorado de ti –mi corazón comenzó a latir acelerado una sonrisa surco mis labios para abrazar a Kaito, volviéndolo a besar robándole el aire –

-Yo también te amo –Respondí al finalizar el beso –No sabes cuánto yo te amo –seguí besando su rostro, mejilla y labios, lo había extrañado tanto –

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Cuando Gakupo termino de mostrarme su afecto dejándome un poco cansado, el sonido de nuestros estómagos rugiendo por el hambre nos hizo reír un poco, tenía sueño. Pero también quería comer se levantó primero dejándome ver su tan perfecta desnudes desde su anchos hombres recorriendo todas su espalda hasta llegar a sus... creo que tengo otra erección.

Perderte de nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora