Capítulo 6

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Capítulo 6

Me aferré a las sabanas soltando un quejido que retumbo en la habitación como una especie de eco – Ah...Gakupo –Gemí, su boca encargada de mi cuello, las embestidas que hacían que rebotara creando un rechinido de la cama, la fricción que generaba con sus embestidas querían volverme loco –Gakupo...ah...más, por favor... más –Le exigí sin parar de gemir, me sentía al borde del estasis –

-Mi Kaito, solo mío –El viento trajo nuevamente ese montón de pétalos de colores azules y morados llenando la habitación –Te amo tanto, Kaito –Le escuche decir antes de que todo se esfumara nuevamente –

-Ah –me desperté de golpe, otro de esos sueños, ahora eran bastante seguido, desde que comenzamos a vivir juntos, mire el problema en mis pantalones estaban húmedos sí, pero no me había corrido mi erección dolía –Al menos para la próxima estúpido cerebro despiértame cuando me corra –Me queje, tenía que levantarme a atender el problemita entre mis pantalones, mire hacia el reloj en la mesa de noche 5:46 a.m. ¡Rayos! Gakupo ya estaba despierto, a esta hora estaba alistándose para ir a trabajar, al salir mire hacia los pasillos estaban aún oscuros pero no había señal de Gakupo, camine hacia el baño sin tomar cerré con cuidado la puerta detrás de mí para llevarme una gran impresión, Gakupo se estaba, aquellas gotas cristalinas recorrían su bien tonificado cuerpo, su hermoso y largo cabello suelto, un quejido salió de mis labios cuando sentí aquel pequeño brinco que dio mi problema me sonroje por ello, la mirada zafiro de Gakupo se encontró con la mía, me estremecí –

-¡Lamento no haber tocado! –Exclame nervioso para salir del lugar, mi corazón latía demasiado rápido mis mejillas se sentía sumamente caliente, mi respiración estaba acelerada, me hice bolita en la cama –Lo vi... lo vi... lo vi –Rayos ¡No es como si nunca hubiera visto a un hombre desnudo!, pero era Gakupo, la realidad y el sueño eran cosas muy distinta –Tenía que ser nada más yo, Kaito eres un idiota, un gran idiota –Mi problemita se había puesto un poco más exigente luego de ver aquella escena –

-Kaito, ¿Estás bien? –Expreso Gakupo mientras entraba a mi habitación solo tenía la toalla atada a su cadera –

-¡Antes de venir vístete idiota! –Le reclame colorado, demonios ¿por qué has venido? te ves tan tentador y mi problema solo aumenta, trague saliva por ello –

-¿Estás seguro de que quieres que me vista? –Esa sonrisa depredadora me hizo estremecer, se acercó a mi haciéndome retroceder hasta chocar contra la pared –Es muy evidente tu problema.

-e...eso...eso no es de tu incumbencia –Me avergoncé temblando, mientras se posaba en la cama acorralándome quería tocarlo, tenía la tentación de hacerlo, su piel me exigía hacerlo, tan suave tan tentadora mientras algunas gotas de agua se escapaban de su cabello recorriendo su cuerpo –

-No lo sé, Kaito. Tal vez yo puedo ayudarte –me susurro en el oído haciéndome estremecer, Dios su voz hacía a mi cuerpo vibrar y la erección solo se hacía más potente –

-. . .Q... ¿Qué acaso Megurine no te ha complacido? –Hablé intento que mi lengua no se enredara –Sabes que no somos esa clase de amigos, Gakupo. –Una punzada de dolor llego a mi pecho en algún momento atrás no me fuera importado serlo, pero ahora...ser solo un juguete dolería demasiado –

-Otra vez con Luka –Hizo una mueca de disgusto –No tengo nada con ella, te daré las pruebas completas para que estés satisfecho –menciono molesto, me tomó de las piernas que quedaron a cada la de sus caderas me asuste, me sentí tan indefenso debajo de él –

-¡Suéltame! –estaba nervioso, asustado, él estaba molesto, su mano derecha acarició mi mejilla para luego besar mis labios, me negué, esto no puede estar pasando, no puede, no soy tu juguete Gakupo, le mordí el labio se quejó apretó mi erección haciéndome soltar un gemido para abrir la boca, su lengua entro intentado jugar con la mía explorando –uh –Cerré fuerte los ojos, o rayos era bueno en esto, nos separamos por la falta de aire – ¡Basta! –Le di una bofetada que resonó por toda la habitación, las lágrimas comenzaban a correr por mis ojos, se tomó la mejilla no espero eso de mí seguro –No... esto no Gakupo... no.

Perderte de nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora